Según una consulta de la CEDU, la actividad creció un 58% en el segundo trimestre.
La Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) realizó un informe sobre la realidad del mercado de desarrollos inmobiliarios, mediante una encuesta entre sus socios (el 90% son firmas dedicadas a proyectos privados y el 10 restante a públicas). De los datos se desprende que el 58% opina que la actividad en el sector aumentó, mientras que el 42% restante afirma que no hubo cambios. Entre las razones que aducen se encuentra la caída de la actividad económica, la ausencia de obras públicas, la inestabilidad en los precios y la falta de crédito.
Respecto de los lanzamientos de nuevos emprendimientos, el 45% dijo que los realizó durante el primer trimestre y que planea hacer otros próximamente; el resto aún no lo tiene en sus planes.
Las necesidades crediticias de las empresas en este último trimestre arrojaron porcentajes parejos entre quienes piensan que su propia demanda no varió, los que opinaron que debieron pedir más y quienes no toman créditos.
Sobre cómo satisfacen sus necesidades crediticias los miembros de la CADU, el gerente institucional, Danilo Antoniazzi, expresa: “El 39% apuesta a los bancos privados nacionales; el 33% a inversores privados y preventas; el 17% al mercado de capitales; el 6% confía en bancos públicos, y el resto en bancos privados extranjeros. Ninguno eligió el mercado internacional de créditos”. Y agrega que un 75% cree que no habrá nuevas líneas de créditos hipotecarios.
A través de la relación de estos dos últimos trimestres sobre el valor de la tierra, el 75% de los consultados respondió que no hubo subas y para el 25 se registraron aumentos. En el segmento de las propiedades, el 58% afirmó que no hubo variaciones y el 42 restante se volcó por el incrementó en las cifras debido a la suba en los costos de obra y a la inflación.
La directora de Empatía Comunicación, Claudia Armesto, consultora que confeccionó el indicador, analizó: “De registrarse subas en el valor del terreno, la principal causa que se señala es el poco stock con buena localización (42%), la inflación (25%), el encarecimiento del costo de obra (25%) y la inestabilidad económica (8 por ciento)”.
Las empresas desarrolladoras consultadas eligieron como zona de inversión para el primer trimestre la Capital Federal (41%), el interior (36%), la provincia de Buenos Aires (18%), y el exterior (5 por ciento).
“En el marco de la Capital Federal, los barrios que más se destacaron fueron Puerto Madero y Belgrano. En el interior, la zona más votada fue Córdoba capital, le siguió Mendoza capital y Santa Fe-Rosario”, agrega Antoniazzi.
En cuanto a las franjas con más rentabilidad para invertir, Antoniazzi detalla: “Se destacaron la zona norte de Buenos Aires, Palermo, Puerto Madero, Belgrano y Barrio Norte en Capital, zona oeste de Buenos Aires y la capital cordobesa en el interior”, detalla Antoniazzi.
En Rosario
Sin duda, el urbanismo en la ciudad de Rosario captó los beneficios de las zonas fuertes en desarrollo debido a las inversiones relacionadas con el campo.
Según la CEDU, el 36% de los desarrollos nacionales se realiza en el interior. “Este no es un dato menor en relación con la Capital Federal (41%), y que la diferencia sea sólo de cinco puntos”, comenta Antoniazzi.
Desde la desarrolladora TGLT, Francisco Jorge destaca: “Rosario no era una ciudad que estuviera acostumbrada como Buenos Aires a generar grandes proyectos. En su comienzo se trataba de emprendimientos de un máximo de 4000 m2. Actualmente se habla de desarrollos de más de 40.000 y 60.000 m2”.
Y acota otro dato importante: “De los 30 grandes proyectos que se realizan a nivel nacional, aproximadamente, seis se construyen en la ciudad de Rosario, lo que representa una suba fundamental en la escala del ámbito de la construcción”.
Las perspectivas a futuro son más que prometedoras. Entre los edificios entregados, los próximos lanzamientos y los proyectos que están en obra se calcula que en diez años, el mercado de Real Estate llegará a su cima en Rosario, “transformando, consolidando a la ciudad y permitiendo que sea comparada como la Puerto Madero de Buenos Aires”, concluye Jorge.
24 de julio de 2010. Publicado por La Nación