Con personalidad y estilo propios, esta zona porteña se transforma impulsada por la llegada de nuevosdesarrollos y una demanda creciente; los precios, en alza.
“El Diccionario de la Real Academia Española nos dice, sin más trámite, que barrio es cada una de las partes en que se dividen los pueblos grandes o sus distritos. Pero en nuestra habla cotidiana y nuestro sentir, para nosotros el término barrio es mucho más abarcador y profundo. El barrio, en el que nos aquerenciamos, según su significado, es un sentimiento y una expresión de una tradición cultural; expresión de una persistencia histórica de elementos que lo caracterizan, lo identifican y lo diferencian. Es un espacio en el que se convive. Es el lugar en el que se conoce (o debería conocerse) a todo el mundo”, cuenta Luis Alposta, médico y escritor, vecino reconocido de Villa Urquiza.
Alposta afirma también que “la identidad barrial es la que se construye (o debería construirse) por medio de las relaciones e interacciones entre vecinos. El barrio es concebido -o debería serlo- desde la pertenencia y la identidad, tanto individual como colectivamente. Un barrio es mucho más que un conjunto de calles que lo delimitan”.
Tal vez por eso, fuera de lo que digan catastro, mapas y planos, no suele ser fácil acordar las fronteras de las zonas que identifican a los porteños. Y si para muestra bastara un botón, no haría falta más que mirar los clasificados para confirmar que en los papeles los bordes de cada barrio se mueven.
En cuanto a ese espacio urbano sobre el que el doctor Alposta se explaya en Villa Urquiza: sus orígenes , editado por la Fundación Banco de Boston, un broker clásico de la zona, Carlos Puente, asegura: “Comprende 6 km2 delimitados por la avenida de los Constituyentes, Crisólogo Larralde, De los Incas y Holmberg. Un vasto sector al que la llegada del subte a Triunvirato y De los Incas, sumada a la promesa de apertura de la estación Triunvirato-Monroe, movilizó de manera importante. Basta decir que en los últimos siete años Urquiza fue el tercer barrio de la ciudad en lo que a permisos de obra nueva se refiere”.
Aun así, dentro del barrio parecen seguir diferenciándose cuatro sectores con singularidades propias. Según Manuel Mel, del departamento de Ventas de Raúl Mel Propiedades, “Urquiza conserva un sector residencial con casonas muy representativas, por lo general con más de 300 m2 y frondosos jardines. Se trata del retazo que se extiende entre Juramento y La Pampa. Hay otras dos subzonas donde abundan los edificios: una también residencial, entre Blanco Encalada y Juramento, y otra donde hoy se está edificando muchísimo, que es una suerte de cuadrado comprendido por las vías del ferrocarril Mitre y las avenidas Alvarez Thomas, Congreso y Triunvirato. Finalmente, puede reconocerse una nítida zona comercial sobre las avenida Triunvirato y Olazábal”.
Sergio Kuzzel, broker-owner de Remax Embassy, confirma lo que dicen sus colegas y se explaya en cuanto a lo que el denomina Urquiza Premium. “Con la inminente llegada de la línea B de subte, muchos emprendimientos se han desarrollado desde Triunvirato hacia el lado de Constituyentes -unas cuatro cuadras- teniendo como eje el bulevar Mendoza. Esta zona, a la que se reconoce como Urquiza Premium, ha crecido muchísimo no sólo en lo que se refiere a viviendas, también se han instalado comercios de calidad, especialmente gastronómicos. Atienden las demandas del público nuevo, joven, moderno, propio de los emprendimientos que se están estrenando, con amenities y detalles de jerarquía. De todos modos, la zona no ha perdido su tranquilidad ni su consabido encanto”, explica.
Gustos y precios
En cuanto a los valores que se manejan en cada sector, el titular de Puente Propiedades asegura: “En las cuadras cercanas al subte y al ferrocarril, las más requeridas y cotizadas de esta zona, las unidades de uno y dos dormitorios a estrenar o con poca antigüedad se comercializan entre 1900 y 2100 dólares el metro cuadrado”.
Por su parte, Manuel Mel explica: “Mientras en el sector residencial el metro cuadrado se cotiza a 2000 dólares promedio, en la zona donde se construye a mayor ritmo, en las cercanías de Congreso, el metro cuadrado ronda los 1750 dólares. El de casas, en cambio, es un mercado en el que resulta difícil fijar valores promedio. Los que buscan casas quieren jardín, y si es posible piscina. El costo, entonces, depende del terreno, del estado de la construcción, de la distribución de la planta, de si la propiedad tiene o no pileta… En términos generales, hoy en Urquiza una casa con jardín no se consigue por menos de 350.000 dólares”.
Pero no todos, se sabe, son compradores; hay también quienes eligen o no tienen otro remedio que alquilar. “En ese sentido, aquí, el mercado se mueve de manera particular -comenta Mel-. En Urquiza, la demanda de alquileres ha crecido mucho y supera la oferta. Esto hace que los precios se acerquen a los de Belgrano y Palermo, o sean apenas un 10% inferiores.”
“Es que -como coinciden los entrevistados y sintetiza Sergio Kuzzel- el crecimiento de Urquiza, debido en gran medida a la extensión de la línea de subterráneos, lo reposicionó como una buena y cómoda opción. Accesos rápidos, construcciones a la medida de estos tiempos y propuestas comerciales premium se sumaron a las virtudes tradicionales del barrio, a sus calles arboladas, las casas bajas, a ese clima propio que llevó a reconocerlo como el Jardín de Buenos Aires.”
A ese espíritu que parece referirse Alposta cuando afirma que “la esencia de un barrio está determinada -o debería estarlo- por una identidad que genera una práctica diaria, un convivir, enmarcado en la que bien podría ser su alma .
Paula Gómez, 9 de julio del 2011.
Publicado por La Nación.