La reserva protegida en Lomas, uno de los últimos pulmones del GBA

Tiene más de 650 hectáreas, con bosque y laguna que defienden los ambientalistas.

En 2008, la compra de Covelia –la empresa de recolección de residuos con la que se vincula al líder de la CGT, Hugo Moyano– de un predio de 314 hectáreas, que incluía una laguna, a la Universidad Nacional de La Plata instaló en los medios el tema de Santa Catalina. Hasta ese entonces, muy pocos sabían que a 20 minutos de la estación de Lomas de Zamora se encontraba uno de los últimos pulmones verdes del Conurbano : más de 650 hectáreas, divididas en dos por la Avenida Juan XIII (lo que sería la continuación de Camino Negro), cerca del cruce con Camino de Cintura. A partir del miércoles, luego de años de lucha de organizaciones ambientalistas, esos terrenos pasaron a estar protegidos por ley , lo que imposibilita cualquier construcción que quisiera llevar a cabo la empresa de recolección de residuos. “Primero hablaron de una planta de tratamiento de basura. Después de un barrio privado. Ya no van a poder hacer nada de eso”, se alegró Patricia Rodríguez, al frente de las movidas vecinales. Hace 20 días, los ambientalistas denunciaron que, como parte de esas obras, Covelia estaba “secando” la laguna a través de un canal .

El proyecto recibió la aprobación final, por unanimidad, en diputados. El Ejecutivo tiene 30 días para promulgar o vetar la ley. Si bien se establece que Santa Catalina sea declarada Reserva Natural Provincial –la primera en el Conurbano–, distingue ciertos sectores como “paisajes protegidos”. “Fue un cambio que se hizo para permitir que sigan funcionando las dependencias de la Universidad de La Plata y la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Ahora resta definir qué actividades se van a poder realizar en cada lugar. La idea es que haya visitas guiadas y que se respete el cargo que puso la Provincia cuando donó los terrenos a Nación, en 1902: investigación y educación . Hay miles de especies vegetales y animales. Debemos preservar eso”, explica Alberto De Magistris, profesor de Botánica de la Facultad de Agrarias de Lomas.

Aunque usualmente fue la parte de Santa Catalina que le pertenece a Covelia la que se llevó todas las miradas, se trata de un paraíso natural que se extiende mucho más allá de la laguna. Frente al predio de Covelia se esconde un imponente bosque de 70 hectáreas. Aunque está abierto al público, muy pocos lo conocen. Los finos caminos conducen al visitante a un ambiente con aire puro y una variable que no abunda a tan pocos kilómetros de la Capital Federal: el silencio. “Es un lugar ideal para venir a tomar mate con amigos o con la familia, y despejarse”, remarca Hernán Carro, de Llavallol.

A partir de la ley, se buscará que el público tenga más acceso, sobre todo a la laguna y el bosque. Al ser Reserva Natural pasará a depender del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). Deberá tener guardaparques y un presupuesto para mantenimiento y cuidado. “Hay que controlar el comportamiento de la gente para evitar daños a un ecosistema tan rico”, advierten los ambientalistas. Las botellas y la basura tiradas en el piso son algunas de las señales que despiertan un alerta.

Publicado por Clarin, 18 de junio de 2011.