Villa del Parque: Con la impronta de otros tiempos

Este barrio del noroeste disfruta de un crecimiento sostenido con decenas de proyectos en marcha. Los precios de las unidades a estrenar, desde 1850 dólares por m2.

Antaño la zona era conocida como la de la villa del Gran Parque del Oeste o Quinta de Agronomía. Los años hicieron que ese nombre fuera cambiando hasta convertirse en Villa del Parque. Y desde su nacimiento, allá por 1906, siempre fue una zona tranquila, atractiva y muy apreciada sus vecinos, que integran una verdadera comunidad que hace lo imposible por conservar sus tradiciones.

Con límites en Joaquín V. González, Miranda, Alvarez Jonte, Gavilán, Arregui y las avenidas San Martín y Francisco Beiró, Villa del Parque no es ajena a los nuevos desarrollos inmobiliarios. Gustavo Ortolá, titular de Like Propiedades, opinó: “Villa del Parque es uno de esos barrios porteños que resisten al tiempo, manteniendo su impronta fundacional, pero que se presenta, por accesos, medios de transporte, carácter urbano y baja competencia, como un sector de la ciudad para recibir inversiones. En la actualidad conviven en el barrio las históricas casas con los emprendimientos que ganan espacio, y hoy hay más de 15 edificios en construcción con distintos niveles de avance”.

Para el broker y desarrollador, “el protagonista del barrio en los últimos años es el triángulo delimitado por las avenidas Nazca y San Martín, y la calle Nogoyá. Ahí, por las bondades del código de construcción se han desarrollado más de 20 edificios en el último lustro. En el sector más residencial de Villa del Parque, en sus dos mejores arterias, Simbrón y José Pedro Varela, se han iniciado más de cinco obras de altura y en su conjunto perfila a este barrio entre los de mayor actividad inmobiliaria de los próximos años”.

Según comentaron en la zona se desarrollan departamentos amplios con dos tipologías: una, con complejos de baja altura en terrenos de doble frente, y otra, con edificios bajos donde se desarrollan pisos completos. Como novedad de los últimos años se están construyendo también edificios de unidades más pequeñas, mono y dos ambientes, para recoger el flujo de inversores del barrio.

El perfil del cliente para todas estas unidades es el vecino que deja su casa por seguridad y reducción de espacios y gastos, y pasa a un piso en el barrio conservando las prestaciones básicas de la casa. Se trata, en todos los casos, de gente de clase media y media-alta, con buen poder adquisitivo. Y explican que con las nuevas construcciones, por su calidad, se ha conseguido llegar a un público con mejores posibilidades económicas, pero que antes no tenían cabida dado la casi inexistencia de construcciones de gran categoría.

La opinión de Carlos López Delgado, a cargo de la firma Organización López Delgado, fue coincidente: “Como otras zonas de la ciudad, Villa del Parque absorbió el auge inmobiliario y de construcción. Tiene varias restricciones para las construcciones, salvo las avenidas o calles comerciales y ciertos sectores muy determinados. Por ende conjuga, en equilibrio, edificios nuevos y cierta parte residencial. Creció mucho en función de ciertas cualidades como el clima residencial, rodeado de gran arboleda pese a que a pocas cuadras cuenta con un muy importante centro comercial como Cuenca. Con relación a la inseguridad con que hoy se vive, la zona de Villa del Parque es una de la menos afectadas por ese flagelo”. Y agregó: “Las construcciones nuevas de 2002 a la fecha han duplicado las existentes a ese momento como cuadro general. Hay ciertos sectores como el enmarcado por Nazca, avenida San Martín y las vías del ferrocarril que han sido favorecidos con un mayor FOT, vieja traza de una autopista, donde era netamente residencial y hoy cuenta con no menos de 4 o 5 emprendimientos nuevos por manzana. Este sector es el más buscado por la variedad de unidades y la calidad de los edificios”.

Sergio Kuzzel, de Re/Max Embassy, explicó que los emprendimientos del barrio “son muy variados. Inicialmente, los proyectos eran de 1 y 2 ambientes, pero al haber encontrado tan buena repercusión se construyen departamentos de 3 y 4 ambientes y pisos, todos con gran cantidad de amenities. La demanda es proporcional; siempre las unidades de menor superficie son adquiridas como vivienda o inversión. En cambio las de mayor superficie son casi exclusivamente para vivienda. En general, en la zona de Villa del Parque no hay tantos emprendimientos que se vendan en pozo. Las empresas constructoras que se han instalado en la zona suelen preferir vender terminados, ya que su economía les permite financiar las obras con capitales propios”.

Respecto de los valores del m2, los operadores coincidieron en que las propiedades usadas se comercializan en un rango de precios por m2 de 1500 a 1850 dólares; las unidades a estrenar, de 1850 a 2300 dólares el m2. “El barrio tiene muchas subzonas y los valores varían según la ubicación”, dijo.

En tanto, Luis Mutuberría, socio gerente de Tizado Villa del Parque (que acaba de desembarcar en el barrio), apuntó: “Llegamos a esta zona porque observamos que junto con Villa Pueyrredón son dos de los barrios que comienzan a recibir el rebote de la extraordinaria explosión que tuvo Villa Urquiza con la llegada del subte. Creemos que tiene un potencial de crecimiento muy positivo de la construcción para los próximos años sumado a la atracción natural que tiene el centro comercial del lugar”.

LA HISTORIA DEL BARRIO

Nacido en 1906, se trata de una zona muy residencial, con casas y chalets tipo petit-hotel, acorde con el gusto de sus dueños que eran en su mayoría extranjeros y muy distintas a las casas tipo chorizo (bien italianas) tan comunes en otros barrios de Buenos Aires.

Actualmente tiene edificios de departamentos, no demasiado altos, algunos de 4 y otros de 8 pisos, según lo que permite el Código de Planeamiento. Se podría decir que es un barrio donde el transeúnte no se siente agobiado ni por los ruidos, ni por la altura de los edificios, ni por las multitudes que circulan por él. Es uno de los pocos lugares porteños donde se escucha el cantar de los pájaros, se siente el aroma de sus flores y se disfruta la sombra de sus árboles, algo difícil de encontrar hoy en la Capital Federal.

Juan Fernández Mugica, 6 de agosto de 2011.
Publicado por La Nación.