La abadía de San Benito, escenario de espiritualidad, en el ámbito religioso de los benedictinos y rodeada de áreas verdes, abrirá sus puertas el próximo 10 de octubre.
Siempre internarse por el laberinto de cualquier obra es una oportunidad para descubrir esos secretos en la intimidad de las estructuras. Pero cuando se trata de la preparación de una nueva exposición de Casa FOA tiene un significado diferente: es un antes y un después que implica la refuncionalización de espacios que tendrán nuevo destino cuando la muestra baje el telón.
Los organizadores y directivos Verónica Guerrero, gerente de Comunicación y Diseño de Casa FOA, Ana Astudillo, gerente de arquitectura y diseño y Alberto Robredo, gerente de marketing, eligieron esta vez un espacio único (al que nunca se tuvo acceso), donde anidan el misterio, la religiosidad y el ámbito espiritual en conexión con la vida natural representados por jardines y parques, que tapizan la barranca que cae hacia Gorostiaga hasta Luis María Campos, en la abadía de San Benito. Un dato que interesa -y que aporta Ana Astudillo- es que la iglesia se terminó de construir en 1914, con la colaboración de donaciones.
En ese ámbito de sosiego y bienestar, una charla con los directivos transita una tarde agradable, mientras el sol de primavera se filtra por la arboleda en un pequeño patio. La historia revela que el punto de partida de lo que fue después la abadía comenzó con una pequeña casa de oratorio, en la zona de las barrancas, pero el crecimiento paulatino se consolidó con importantes donaciones de familias tradicionales de Buenos Aires.
A través de diferentes períodos se construyeron los sectores de la abadía sobre un predio que había pertenecido a don Joaquín Anchorena y que se pudo adquirir gracias al aporte de Matilde Mesquina Luro de Meyer Pellegrini. Ella, su esposo y amigos del matrimonio formaron la primera comisión para la construcción de la futura abadía benedictina. El hecho de que el lugar tan anhelado por los monjes fuera propiedad de Joaquín de Anchorena fue providencial, ya que Sara Mesquila Luro era la hermana de Matilda, estaba casada con Federico Madero, cuñado de don Joaquín.
Muestra
Allí, en Las Cañitas, la exposición nacional de arquitectura, industria, diseño interior y paisajismo tiene además un costado solidario. Todo lo recaudado se destina a beneficio de la Fundación Oftalmológica Argentina.
En este predio la exposición ocupará 5000 m2, donde los visitantes podrán recorrer 50 espacios intervenidos por los mejores diseñadores y arquitectos del país que podrán exhibir las tendencias en paisajismo, arte y diseño interior. Verónica Guerrero detalla que “como todos los años participarán las ganadoras de la Beca Casa FOA y se exhibirán los seleccionados del concurso Bancos Urbanos, que año tras año cobra mayor importancia dentro de la muestra. Se toma como premisas la sustentabilidad, el uso adecuado del material, comodidad del usuario y la viabilidad productiva. Los concursantes deberán apelar a la imaginación y creatividad para la realización de un banco urbano”. Entre las novedades que contará esta vez Casa FOA incluye los viernes por la noche y hasta las 24, el acceso a la abadía para disfrutar con música en vivo, que le pondrá vida a los espacios de la muestra. Los viernes a las 21, la cantante Cinth estará presente en el predio para musicalizar la exposición con canciones de jazz auspiciado por Barugel Azulay. Como es habitual cada intervención de Casa FOA deja su huella en el área intervenida que luego tendrá otro destino: en este caso, en un centro cultural. Otra huella igualmente importante -dice Robredo- es el trabajo solidario de las campañas de atención sanitaria (oftalmológica) como la que se realizó en marzo atendiendo a un grupo de aborígenes en Corrientes (incluye operaciones y estudios oftalmológicos) y que se repetirá en otra localidad en noviembre próximo. “Queda una huella más, vital en estos tiempos que consiste en afianzar el concepto de sustentabilidad durante la obra, aprender a reciclar lo que se deshecha”, destaca Guerrero.
Por Adriana B. Anzillotti, Sábado 27 de septiembre de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION