Con la extensión de la línea B de subte, la zona adquirió gran impulso con el desarrollo de nuevos emprendimientos, que alternan con las típicas casas del barrio.
Los Casale somos de Urquiza. La familia ha ido cambiando, nuestras vidas también, pero ninguno se mueve del barrio, hay un sentido de pertenencia que, se me ocurre, tiene que ver con el estilo, el movimiento propio de la zona que, a pesar de lo mucho que crece, sobre todo en alto, mantiene su espíritu, la relación entre los viejos vecinos, un ritmo ajeno al de barrios como Palermo o Belgrano que reciben mucha gente que va a trabajar o hacer compras. Acá hay de todo, buenos colegios, variedad de restaurantes, ropa de las mejores marcas, muy buenos comercios en general, pero en su mayoría funcionan con el público del Urquiza”, dijo María Laura, 34 años, abogada.
Y continuó: “Mis abuelos paternos crecieron en la zona y aún conservan la casona del bulevar Mendoza donde se criaron mi papá y mis tíos. Allí todavía suelen realizarse las reuniones familiares más ruidosas que puedas imaginarte. Cuando se casaron, siendo todavía estudiantes de Derecho, con ayuda de ambas familias, mis padres compraron un departamento de tres ambientes chicos, pero con un balcón terraza alucinante. Es en la calle Bucarelli. Al cumplir yo 10 años -mi hermana María Eugenia tenía 8 y mi hermano menor, Ezequiel, acababa de nacer- decidieron ponerlo en alquiler. Entonces nos mudamos a un piso muy amplio, que los más jóvenes fuimos dejando, pero que todavía ocupan papá y mamá, sobre Blanco Encalada. Hace un par de años, Euge se recibió y decidió mudarse con su novio, entonces el departamento de Buarelli dejó de rentarse y lo ocupan ellos. Eze, hace un mes, vive solo en otro departamento que alquila a pasos de Monroe y yo, hace ocho años, contraje matrimonio y con Damián compramos una planta baja atípica, una suerte de PH nuevo, con cuatro ambientes muy luminosos y un considerable jardín que disfrutan nuestros hijos, Emma y Tiziano. Estamos todos cerca. A unos y otros no nos separan más de diez cuadras, y cada uno tiene un tipo de vivienda distinta y a la medida de sus necesidades. Eso es Urquiza, un barrio que crece al ritmo de las familias vecinas, donde todos podemos encontrar la propiedad acorde con la etapa de la vida que transitamos”, concluyó María Laura.
Uno de los brokers con importante presencia en el lugar, Juan Ignacio Mel, responsable de ventas de Mel Propiedades, coincidió con la entrevistada y agregó: “Es que Urquiza, sobre todo a partir de la apertura de las estaciones de subte de la línea B, crece mucho y de manera sostenida sin perder su identidad barrial y manteniendo también las características que distinguen a retazos muy identificables de la zona. Hay un sector residencial con las casas más tradicionales en la arboladísima Mendoza. Otro sector de viviendas unifamiliares en el cuadrado que limitan las avenidas Constituyentes y Triunvirato, entre Congreso y Roosevelt. Entre las calles Echeverría, Barzana y las avenidas Olazábal y Triunvirato, las casonas conviven en armonía con propiedad horizontal de categoría. Hoy por hoy, a Urquiza no le falta nada. Está bien comunicado, tiene muy buenos colegios, todo tipo de restós, bares, confiterías, negocios de indumentaria y supermercados. Esto hace que los vecinos del barrio no quieran dejarlo y que muchos jóvenes lo elijan a la hora de independizarse”.
Carlos J. Puente, titular de Puente Propiedades, con 38 años en Villa Urquiza, destacó la importancia que para el desarrollo del barrio tuvo el subte. “Para el progreso de la zona y la demanda de unidades resultó fundamental la llegada de la línea B, con cuatro estaciones a lo largo de la avenida Triunvirato. La última, en Triunvirato-Monroe, lindante con la estación del FFCC Mitre, terminó de consolidar el interés de los desarrolladores, que empezó a manifestarse hace unos diez años y todavía mantiene a este barrio porteño como el tercero de la ciudad con mayor cantidad de m2 en ejecución.”
Según el mismo Puente, “los departamentos con mayor demanda son los del sector residencial, en edificios de calidad, con un valor que oscila entre los 2000 y 2500 dólares el m2. Un segundo sector requerido, pero más estándar, es el demarcado por Roosevelt, Álvarez Thomas, Congreso y Cullen, donde predominan las unidades de uno y dos ambientes, con valores que rondan los 1800 dólares el m2”.
Las alternativas son variadas y el público, también. “Las familias buscan unidades de cuatro ambientes y cercanas a algunos colegios ingleses o religiosos del barrio. Sin embargo, en estos últimos años se construyeron numerosos edificios, con unidades de uno y dos ambientes, por lo que una gran masa de jóvenes elige estos departamentos, ideales para ellos a la hora de mudarse. Los que más se vende en Urquiza son los departamentos de dos ambientes; no sólo apuntan al consumidor final que busca su primera vivienda, sino que logran captar también la atención de inversores en pos de una buena renta. El valor es relativo, depende mucho de la cantidad de m2 de cada unidad. Un departamento nuevo, de dos ambientes y 50 m2, se cotiza en 2100 dólares el m2 en promedio. Esa misma unidad, pero con 20/30 años, en cambio, se valuaría en 1850 dólares el m2 promedio”, aseguró Mel. Y él mismo informó: “A diferencia de otras zonas donde quizás hay mucha más oferta, los pisos o semipisos de más de 110 m2, si están bien ubicados, logran venderse en tiempos normales. Nuestra empresa obtiene muy buena repercusión con un emprendimiento, con posesión inmediata, en Blanco Encalada 5600, donde ofrecemos unidades de tres y cuatro ambientes”, aportó Mel. Además, en un mes, Mel Propiedades estaría entregando un emprendimiento dentro del que se conoce como el Corredor Verde de Donado/Holmberg, “un sector que está creciendo a través de cantidad de edificios de gran escala”. Y está finalizando otro edificio en Juramento y Bauness. Todos con unidades de uno y dos ambientes.
Como dejaron en claro los entrevistados, el público joven encuentra en Urquiza, con gran variedad de medios de transporte y una importante oferta de unidades de 2 ambientes, de muy variadas características y antigüedad, el lugar ideal para instalar su primer hogar independiente. Por supuesto, una gran mayoría no pudiendo convertirse en propietaria opta por alquilar. “El valor inicial de un dos ambientes en la zona es de 3000 o 3200 pesos más expensas, pero puede llegar a escalar por encima de los 4000 pesos en caso de tratarse de un departamento amplio, moderno y bien ubicado”, comentó Puente.
Tierra firme, capítulo aparte
“La demanda de casas de una y dos plantas con garaje, 3/4 dormitorios y parque se centraliza dentro del perímetro de Nahuel Huapi, Larralde, Triunvirato y Burela, donde el comprador cuenta con una codificación urbana que no permite construcción de altura”, dijo Puente. Pero recordó que a la hora de hablar de casas, dentro de la geografía de Urquiza se cobijan dos pintorescos sectores: Parque Chas y el Barrio Parque Residencial, lindante con la General Paz. Para este operador, “los terrenos son cada vez más escasos en la zona residencial. Los que cuentan con buen potencial de edificación se encuentran en un rango de incidencia de 500/700 dólares el m2, y aquellos que se ubican en sectores no tan apreciados están entre 300/400 dólares el m2”. Mel, por su parte, aseguró que en Urquiza, a diferencia de Belgrano/Palermo, todavía quedan muchos lotes aptos para edificar. “En la zona del bulevar Mendoza y sus alrededores, de no más de dos cuadras, la incidencia no debería superar los 700 dólares el m2 siempre y cuando la medida del lote amerite pagar este valor. En otras zonas, como la comprendida entre Triunvirato, Congreso, Álvarez Thomas y Roosevelt, la incidencia baja a 100/150 dólares el m2”, concluyó Mel.
Por Paula Gómez, Sábado 23 de agosto de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION