Cada vez son más los que eligen trabajar en su domicilio. Priorizan los costos, la movilidad y el confort.
El estilo de vida actual genera nuevas tendencias en todos los aspectos. Y el trabajo no es ajeno a esos cambios. No extraña, entonces, que aparezcan nuevas modalidades que apuntan a mejorar la calidad de vida. Así, muchos profesionales y comerciantes dedican hoy más horas a su vida personal y de ahí que quieran pasar más tiempo en sus casas, tratando de fusionar en un mismo espacio vivienda y trabajo, lo que se denomina home office .
¿En qué consiste el home office? En comprar o alquilar un departamento para utilizarlo como vivienda y un sector destinarlo al trabajo, ya sea como oficina, consultorio o exhibidor de distintos artículos. ¿Qué se logra? Mayor comodidad, ganar tiempo para la persona y evitar el estrés por el incómodo viaje en las grandes ciudades.


Si parafraseamos lo que cantaba Carlos Gardel: Ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot, podríamos imaginarnos que un antiguo habitante del barrio como el célebre escritor Jorge Luis Borges expresaría: Ya no sos mi Palermo Viejo, ahora te llaman Palermo SoHo y Hollywood. Con todo lo que representa esto por los designios comerciales e inmobiliarios que aggiornaron el tradicional barrio porteño. Una nueva versión del apart hotel ahora se denomina condo-hotel, según la modalidad que comenzó a utilizarse en Estados Unidos, España y Brasil. En definitiva, es lo mismo que antes, sólo que con servicios y comodidades adaptados a la vida moderna y con mayor categoría.
¿Casa mediana o departamento chico? Pese a que la mayoría de los habitantes porteños eligen vivir en departamentos, hay un público que opta por las casas en algunos barrios de la ciudad. Y las ventajas parecen ser claras: hoy existen casas en oferta a valores equiparables a departamentos de dos y tres ambientes, lo que las transforma en una opción que merece ser tenida en cuenta.