Se invertirán US$ 40 millones en el reciclado del viejo edificio, que se convertirá en el complejo Central Tucumano.
Central Tucumano revivirá en clave moderna el espíritu de uno de los grandes epicentros locales de San Miguel de Tucumán: el antiguo Mercado de Abasto local. Tras una cuidadosa puesta en valor, la obra devolverá el brillo a un espacio de encuentro que fue central durante décadas para la vida de los tucumanos, en un ámbito que ofrecerá entretenimiento, descanso, paseo y trabajo en un mismo lugar.
En sus más de 22.000 m2, Central Tucumano albergará un centro de congresos y convenciones de primer nivel para 900 personas, una sala de juegos de azar, un amplio paseo gastronómico y comercial, un teatro, un paseo cultural y un hotel cinco estrellas que sumarán un nuevo atractivo a la ciudad y a la región.
El antiguo y el nuevo mercado convivirán en una propuesta que constituirá un emblema para Tucumán, paseo obligado de turistas y público en general. Sobre el aspecto arquitectónico conviven el respeto y la preservación de lo antiguo y del patrimonio, con un fuerte compromiso hacia el mundo moderno.
Pasado y presente se fusionarán con el objetivo de conservar el edificio y patio central del antiguo mercado, resaltando sus cualidades arquitectónicas y manteniendo su relación con el entorno.
La propuesta completa una relación armónica entre los nuevos volúmenes y el edificio original, favorece el diálogo entre la edificación antigua con la nueva a través del uso de materiales y volumetrías diferentes, y el tratamiento de las fachadas mantiene una sucesión de pórticos que establece una continuidad con la arcada principal de época. En este sentido, se potencia en Central Tucumano la arquitectura de ambos edificios. La convivencia del antiguo edificio con el nuevo es también la de dos tiempos históricos distintos que, al igual que la ciudad, admite cambios y superposiciones, en un proceso continuo que nunca finaliza.
“En este año se observa la promoción de la construcción en el ámbito público, especialmente en las provincias, donde se destaca un importante aumento en el lanzamiento de obras de vivienda, hospitales, escuelas e infraestructura”, expresó Graciana Calcavecchia, gerenta de licitaciones de Criba, empresa constructora del complejo Central Tucumano.
El sector de la construcción privada es permeable a esta tendencia de nuevos proyectos, “aunque con un mayor nivel de incertidumbre respecto de su posible desarrollo”, agregó Calcavecchia.
Esta circunstancia se debe, según la arquitecta, “a la creciente suba de los costos que derivan de la demanda de materiales para la obra pública y la acción sindical que complican el panorama para los posibles inversores”.
No obstante, el mercado de los ladrillos parece seguir siendo una alternativa de peso en el momento de decidir: “El noroeste argentino no es ajeno a esta realidad. Actualmente, están en marcha obras de relevancia para hotelería y centros comerciales”, comentó Calcavecchia.
Funcionalidad
El proyecto es impulsado por Vizora Desarrollos Inmobiliarios y diseñado por BMA Arquitectos. Además de la estructura nueva, el desarrollo prevé una cuidadosa puesta en valor para su refuncionalidad, cuyo plazo de ejecución es de 15 meses.
“Con la construcción de Central Tucumano continuamos refirmando la presencia de la compañía en las grandes obras del interior de nuestro país”, opinó Santiago Tarasido, director comercial de Criba.
Y Milagros Brito, presidente de Vizora Desarrollos Inmobiliarios, agregó: “Es un orgullo para nosotros poder devolver su brillo a un espacio de encuentro que fue central durante décadas en la vida de Tucumán, tras una cuidadosa puesta en valor”. Mientras, Tarasido añadió: “Con casi 60 años de experiencia, hemos diversificado el servicio que ofrecemos en el campo de la arquitectura de gran escala, buscando reinventarnos permanentemente. Hoy realizamos todo tipo de obras entre ellas, este proyecto que combina diversos rubros del sector de construcción como inmuebles comerciales, hotelería y refuncionalización de edificios tradicionales”.
Todo el emprendimiento demandará una inversión de 40 millones de dólares.
Distribución
El shopping contará con cuatro niveles comerciales y estacionamiento para 800 automóviles. La distribución de los espacios estará contemplada por más de 100 locales con las marcas de mejor nivel nacional e internacional.
Entre el casino y el espacio para entretenimientos, se dispondrá de una superficie de más de 1250 m2 con más de 200 máquinas de última generación tragamonedas, ruletas electrónicas y más de 50 puestos de juegos individuales.
En tanto, el hotel contará con 102 habitaciones, suite presidencial, piscina, gimnasio de última generación totalmente equipado, solárium, health club, business center y restaurante.
En la parte de la recova, que también será refaccionada, se instalará un polo gastronómico con platos regionales y una amplia variedad de menú internacional.
El centro de convenciones contemplará una superficie de más de 600 m2 y estará equipada con tecnología de última generación.
Este monumental emprendimiento se ubicará sobre la calle Miguel Lillo, donde también será el acceso principal, atravesando el patio del viejo mercado se encontrará la parte nueva de la edificación.
Las otras arterias que circundarán al desarrollo son Las Piedras, Próspero Menta y General Paz.
Javier Reyes, 14 de marzo de 2011.
Publicado por LA NACION.