Quedan apenas unos días para dejar atrás 2013. Es momento de dar vuelta la página de cara al próximo año y revertir el escepticismo e iniciar el recorrido por un túnel que hacia lo lejos nos muestre una luz que bien puede ser, según el cristal con el que se la mire, el foco de una locomotora que avanza o la puerta de salida para el sector. El ladrillo es el motor de la economía, generador de puestos de trabajo, madre de industrias, pero nada de esto ha sido tenido en cuenta.
¿Qué plantea entonces el futuro? Otro gran desafío. ¿En qué escenario? Algo escéptico, pero a la vez expectante a la espera de mensajes claros. El 85% del total de las operaciones se ubica en las residencias denominadas usadas casi paralizadas, confiadas a la colocación de potenciales compradores a las inmobiliarias, que también en el mismo porcentaje se especializan en la intermediación entre oferta y demanda de inmuebles escriturados. Desde la Cámara Inmobiliaria Argentina continúan, sin descanso, unidas las instituciones, insistiendo en que nos escuchen, bregando para que se instale la credibilidad, la seguridad jurídica, normas que se adapten a las necesidades y la elaboración de propuestas. En lo individual como profesionales, en el contexto actual, cada operación es única, por lo que debemos utilizar las herramientas que poseemos, iniciativa, creatividad y asociatividad entre colegas.
En las crisis pasadas hemos salido indemnes en virtud de que el ladrillo ha sido y será como inversión, resguardo de valor y por cultura enraizada de acceso al techo propio.
Existe aún falta de entusiasmo de la demanda a desprenderse de la moneda que protege, con la convicción de la oferta de no recibir otra moneda que no sea aquella. Todo parece indicar que 2014 será como una torrencial lluvia frente a la que en lugar de guarecernos a esperar que pare, aprenderemos a bailar bajo ella. Habrá factores que no dependerán de nosotros, sin embargo en el próximo año, en su recorrido posiblemente con altibajos se irá acomodando el mercado. Recuerdo la frase acuñada en la institución: El ladrillo no traiciona. Y tras ese lema seguiremos batallando hasta encontrar una salida propicia a este sector tan importante del país..
Por Roberto Arévalo (Presidente de la CIA), Sábado 21 de diciembre de 2013
para el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION