En este barrio porteño se instalaron 53 empresas del rubro que llevan invertidos más de 40 millones de pesos.
Sur de la ciudad. El barrio siglos atrás conocido como Corrales o Corrales Viejos, de Las Latas y de Las Ranas, transita hoy un profundo cambio. Parque Patricios está renovando su fisonomía, dejando atrás los antiguos y abandonados galpones, fábricas y depósitos, y cambiándolos por edificios de oficinas o nuevas plantas fabriles.
La puesta en marcha del Distrito Tecnológico, impulsado por el GCBA, ayudó con la revalorización del barrio que se encontraba postergado. En las 200 hectáreas que lo conforman se encuentran radicadas 53 empresas, de las cuales 20 entraron en actividad. “El resto está en obra o instalándose. Todo se logró en un año, ya que la ley se reglamentó a mediados de junio de 2009. A este ritmo esperamos contar con 70 empresas a fines de 2010”, dice Damián Specter, director general de Promoción de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Económico porteño.
Se estima que hasta ahora el monto invertido en el distrito por las distintas empresas supera los 40 millones de pesos, y se espera que para fines de 2012 sean cerca de 210 millones, según datos del Ministerio de Desarrollo Económico porteño.
Este importante incremento de la demanda provocado por las empresas tecnológicas resulta evidente al observar los precios de los terrenos, que se encontraban muy retraídos respecto de otros barrios de la ciudad.
“Los valores todavía están por debajo de los de Boedo o Almagro, aunque hayan subido en el último tiempo. La incidencia en el terreno está en los 250 dólares por m2, cuando antes se encontraba en los 100”, comenta Oscar Puebla, titular de Puebla Inmobiliaria, firma que opera en el Distrito Tecnológico.
Por otro lado, para el alquiler de una oficina nueva, el precio ronda entre los 10 y 15 dólares por m2, mientras que para la venta entre los 1000 y 1600 dólares por m2.
Otro tema importante es el espacio que demanda cada empresa, ya que ahí se instalan grandes firmas como TATA (con 11.200 m2), o pequeñas como IBC Argentina (con 70 m2). Specter detalla al respecto: “Sólo el 19% de las empresas requiere más de 2000 m2, es decir, prevalecen las pequeñas y medianas empresas, otra característica de la industria TIC local”.
Una tendencia que se observa es que el 54,7% de las compañías se volcó a comprar los inmuebles. En este sentido se pueden encontrar dos opciones: los inversores que construyen para la venta o alquiler y los que construyen su propio edificio.
Tal es el caso del Banco Ciudad, que acaba de anunciar al ganador del proyecto para la construcción de la que será su nueva casa matriz, la cual estará en el Distrito Tecnológico.
Entre las calles Uspallata, Iguazú, Los Patos y Atuel, el nuevo edificio tendrá una superficie aproximada de 31.100 m2, y se estima que esté terminado dentro de dos años, momento en el que se encontrará en funcionamiento la estación Parque Patricios de la línea H de subtes.
La construcción, que unificará ocho áreas del banco que hoy se encuentran dispersas, requerirá una inversión estimada en los 180 millones de pesos, pudiendo llegar a sumarse un 30% más en caso de ser necesario.
“Con esta obra, la inversión más importante en cartera en el barrio de Parque Patricios, se producirá un impulso significativo en el desarrollo económico y en la recuperación de los valores inmobiliarios. Esto es así porque el proyecto implicará un respeto al entorno de la zona e irá acompañado de inversiones que mejorarán al barrio en su espacio público y su seguridad”, destaca Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires.
Por otro lado, se proyecta que este nuevo edificio tenga un impacto positivo en el barrio, ya que colaborará con el desarrollo social y económico del lugar. Se estima que impulsará una fuerte revalorización en la zona sur de la ciudad, equilibrándola con el sector norte, y alcanzará también a todas las propiedades y los negocios de la zona.
“Con los planes y las propuestas que se están elaborando desde el consorcio de empresas del Distrito Tecnológico se está demostrando que la iniciativa de los privados junto con el apoyo del GCBA permite ver la concreción de este proyecto a largo plazo”, afirma Specter.
Se destaca que gracias a la ley de protección urbana, todos los desarrollos y las construcciones deben mantener la armonía arquitectónica del barrio, por lo cual no está permitida la construcción de torres.
“Sobre la avenida Caseros hay una construcción neoclásica que sin esta ley se hubiera convertido en una torre, pero ahora se va a reciclar. Otro caso es el de La Rioja entre Rondeau y Cátulo Castillo, donde inauguramos un edificio de oficinas totalmente reciclado. Se debe trabajar en proyectos de conservación”, detalla Puebla.
Junto con las empresas, en su mayoría relacionadas con la industria del software, seguidas por las de hardware y las punto.com, también los empleados se suman a la cotidianidad del barrio.
Si bien cuenta con buenos medios de transporte, que está cerca del Centro y que ofrece una buena infraestructura en telecomunicaciones, todavía presenta fallas que deberán solucionarse.
El traslado de los puestos de trabajo de estas empresas de otros puntos de la ciudad a Parque Patricios, que se espera que en total sea de 30.000, se evidencia por la demanda de servicios que no llegan a cubrir los negocios comerciales de la zona. Esto presenta una oportunidad debido a la mayor demanda que hay y que se incrementará de en diferentes rubros, como casas de comida, librerías, quioscos, restaurantes, indumentaria, farmacias y demás.
Azalía Rivero Pomarino, 26 de julio de 2010.
Publicado por La Nación.