Los brokers son optimistas, aunque admiten que la costa oriental sufre el efecto de la economía argentina.
Punta del Este, esa magnífica ciudad tan cercana y atractiva para los argentinos, padece como Buenos Aires un amesetamiento en la actividad inmobiliaria. La consecuencia es naturalmente la menor afluencia de argentinos en la vida esteña. Aunque parece que existen además otras razones.
¿Qué opinan los brokers a todo esto? Daniel Zulamian, director de Zulamian Desarrollos Inmobiliarios, afirmó: “Con respecto a la desaceleración del ritmo de ventas surge también de la idea que tiene la gente acerca de que Miami tiene mejores precios y es un mercado seguro. Creemos que no siempre será así, ya que los precios en el norte de Miami cotizan por unidades nuevas o próximas a estrenar desde 7000 dólares el m2 en Aventura y llegan a 10.000 y 15.000 dólares el m2 en zonas como Hallandale, Sunny Isles, que son costeras. Estas son las áreas que se pueden comparar con Punta del Este, donde nuestros valores en los mejores puntos como Playa Mansa o avenida Roosevelt rondan los 3000 o 3500 dólares el m2. Nuestro mercado -más allá de estar más lento- sigue siendo seguro, reservado, y nuestro sistema jurídico si bien es un poco pesado brinda seguridad”.
Por su parte, Jorge Curbelo, titular de la desarrolladora Invergroup, expuso: “La situación de incertidumbre de la Argentina, en menor medida, también suma o más bien resta en las elecciones en nuestro país, que si bien nadie cree que se puedan dar grandes cambios, independientemente de quien gane, sí saca de foco la posibilidad de hacer inversiones importantes”.
No obstante, Zulamian es optimista: “Para la próxima temporada volverán a agilizarse las ventas y serán como siempre una muy buena inversión para los compradores. No olvidemos que Punta del Este es un lugar exclusivo, seguro y cercano a la Argentina y Brasil. Además tenemos buenos planes de financiación para facilitar la compra”.
Julio Villamide, CEO de Julio Villamide & Asoc, coincidió con la recuperación: “Punta del Este es una prolongación del territorio inmobiliario argentino, por lo que está hoy sujeto a restricciones similares que el mercado en la ciudad de Buenos Aires. Cuando éste se recupere, quizás en 2016, también se reactivará Punta del Este. Mientras tanto se agota muy gradualmente el stock”. Aportó luego un dato interesante: “Hay un 30% menos de obras en ejecución y a medida que se terminan no se reemplazan por nuevas. La ocupación en la construcción, en Maldonado, bajó 12,5% respecto de un año atrás, pero estamos todavía un 8,3% por encima de 2009. La demanda ha caído, particularmente de compradores argentinos. Sin embargo -y esto siempre sucede- cuando el argentino se retrae, aparece el comprador uruguayo, que de todas formas nunca lo sustituye totalmente”.
El desarrollador extranjero no concurre a Uruguay para construir nuevos edificios. Pero sí vende departamentos o locales comerciales. “Apuntamos a la estabilidad para estos compradores. Los developers uruguayos seguimos con las obras porque vivimos de eso, y aquí trabajamos desde hace 25 y 30 años, y aquí seguiremos. Pero nuestro volumen y aspiración es mesurado y racional. Esta situación equilibra bastante la oferta y la demanda”, amplió Zulamian.
En relación con las obras, Curbelo añadió: “Los proyectos iniciados continúan con ritmo desigual. No hay construcciones detenidas, pero ha decrecido el inicio de obras nuevas. La demanda se muestra más lenta para la adquisición de departamentos en pozo y en construcción. Además, en Punta del Este existe una combinación entre inversores y usuarios finales. También se consolidan los desarrollos de la Universidad de la República de la Regional Este, Universidades Privadas junto al Centro de Convenciones del Jagüel, que alterarán de forma favorable la estacionalidad de la ciudad. Ante estas expectativas hay inversores que apuestan hacia departamentos chicos y medianos, bien ubicados y con buenos servicios. También tenemos al usuario final; incluso muchos evalúan radicarse en la zona”.
Si se piensa en el perfil de la demanda, todo indica que la mitad de los compradores son argentinos, y entre otros se encolumnan brasileños, franceses, norteamericanos, algunos ingleses, chilenos, paraguayos y, por supuesto, uruguayos, muchos que viven en el exterior y otros son montevideanos y del interior. En Punta del Este existen los mismos valores que las zonas de alta residencia de Montevideo, como Malvín y Punta Carretas.
Los precios en general se mantienen firmes, en dólares, sin subas significativas en los últimos 12 meses. “Según la categoría y ubicación de los departamentos oscilan entre los 2100 y 4900 dólares el m² (compuesto el m² por área de alfombra, paredes, ductos, terrazas y áreas de circulación)”, opinó Curbelo.
Por su parte, Villamide expresó: “En promedio, las unidades nuevas rondan los 4000 dólares el m2 y estos valores suben un 20 o 30% si el proyecto está en primera línea. En una ubicación exclusiva puede hacer trepar bastante los valores. En unidades usadas, los precios cotizan alrededor de los 2500 dólares el m2, pero con bastante dispersión según la zona, antigüedad y los servicios”.
Según Zulamian, en Rambla del Puerto el promedio es de 5500 a 6000 dólares el m2. “Estas cifras reflejan que hemos adoptado mesura y razonabilidad en los precios para favorecer la inversión, junto con buenos planes de financiación.”
Algunos de los proyectos que están en obra hoy en la costa esteña son Complejo Greenlife, un proyecto de 30.000 m² con dos torres de 19 pisos cada una, locales comerciales y 2500 m² de amenities, con departamentos de uno, dos y tres dormitorios. También Casino Tower, sobre La Mansa, con unidades entre dos y cuatro dormitorios, de 120 a 300 m2. Se están desarrollando, además, edificios de vivienda de Interés Social, mientras están avanzadas las obras en Punta Carretas del hotel Vivaldi, que se comercializará como condohotel.
Sábado 16 de agosto de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION