Hubo actividades especiales y torta gigante en el predio de más de 350 hectáreas.
La Reserva Ecológica de Costanera Sur celebró ayer sus primeros 25 años de vida con una fiesta en la que participaron vecinos y autoridades. Formada espontáneamente sobre terrenos ganados al río, la Reserva es hoy un espacio verde de más de 350 hectáreas, único en Buenos Aires y a pocos minutos del Obelisco. Allí la naturaleza recreó ecosistemas valiosos, que le sirven a los porteños para relacionarse de otra manera con el ambiente.
Este primer cuarto de siglo no ha estado tampoco exento de situaciones particulares, como los cientos de incendios que sufrió la Reserva, la mayoría intencionales. La construcción de Puerto Madero durante la década del 90, muy cerca, motorizó en la zona intereses inmobiliarios que hasta allí no existían.
Así, existe un proyecto de la empresa IRSA, por ahora detenido, para construir una lujosa urbanización muy cerca. Además, dentro de la misma Reserva existe la villa Rodrigo Bueno, que el Gobierno de la Ciudad intentó sin éxito desalojar y cuya urbanización fue ordenada recientemente por un fallo judicial.
El festejo de ayer se hizo en coincidencia con la celebración del Día Mundial del Ambiente. Hubo una torta gigante ecológica especialmente decorada con plantines autóctonos del vivero de la reserva, que luego fueron regalados a los vecinos presentes como souvenirs. También se entregaron diplomas a ONG que hicieron posible la creación de la Reserva en 1986 y, como cierre, se hizo una plantación de árboles nativos. La Reserva fue creada el 5 de junio de 1986, por el ex Concejo Deliberante porteño, a través de la ordenanza 41.247.
La zona de la Costanera Sur funcionó como Balneario Municipal hasta la década del 50 , cuando la contaminación de las aguas del Río de La Plata lo empujó a la decadencia y obligó a que se prohibiera nadar allí.
A fines de la década del 70 se empezaron a volcar en el lugar escombros de distintas obras públicas y privadas, con el objetivo de construir allí un Centro Administrativo de la Ciudad. En 1984, luego de la vuelta de la democracia, el proyecto se dejó sin efecto, cuando ya la naturaleza había comenzado a hacer su trabajo en las tierras ganadas al río.
Así, crecieron en el lugar una gran variedad de árboles, hierbas y arbustos típicos del Delta y la ribera rioplatense. Eso favoreció el desarrollo de la fauna, en la que predominan las especies de aves típicas de las lagunas pampeanas . También hay varias especies de peces, anfibios y reptiles, algunos mamíferos y una gran variedad de insectos.
Fue entonces cuando organizaciones ambientalistas como la Fundación Vida Silvestre, Aves Argentinas y Amigos de la Tierra comenzaron a impulsar la protección de la zona como Reserva Ecológica, proyecto que fue finalmente aprobado por el Concejo Deliberante. Hoy es un humedal de importancia internacional , reconocido como Sitio Ramsar.
Ahora en la Reserva Ecológica se desarrollan actividades educativas y el público puede visitarla gratis de martes a domingos, entre las 8 y las 18.
Publicado por Clarin, 6 de junio de 2011.