Barrios que rompen la lógica del mercado

En Devoto, Caballito y Quilmes, la mayoría de los compradores son oriundos del lugar y, por la alta demanda, los inmuebles defienden precios de venta similares a los de las zonas más caras de la ciudad.

Con barrios y localidades con historia, vecinos cuyas raíces en el lugar datan de varias generaciones anteriores y con precios que, en ocasiones, desafían al mercado y el sentido común. Los barrios porteños de Caballito, Devoto y la localidad bonaerense de Quilmes comparten la particularidad de funcionar con una lógica propia que mantiene en constante enamoramiento a sus fieles vecinos y abre la puerta a nuevos.

Ubicado en el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires, el barrio porteño de Caballito es uno de los más densamente poblados de acuerdo a datos oficiales. Aunque posee dos parques importantes, el Rivadavia y el Centenario, que funcionan como centro de actividades de esparcimiento y desarrollo cultural, se encuentra entre las comunas con menor cantidad de hectáreas verdes cada mil habitantes (0,19).

Una frontera imaginaria lo divide, la avenida Rivadavia, y una física, las líneas del ferrocarril Sarmiento, en dos zonas conocidas como Caballito Sur y Caballito Norte. “Este barrio es, después de Palermo, el que concentra la mayor cantidad de obras a estrenar”, analiza Adrián Mercado, titular de la inmobiliaria homónima que hace poco más de un año desembarcó en la zona.

El broker realizó un relevamiento en el que determinó que el valor promedio de las unidades nuevas se incrementó el último año, un 10 por ciento en promedio. “En 2005 los departamentos a estrenar se vendían a US$1078/m2 y en 2017 ya había llegado a los US$2955/m2”, detalla y agrega un dato no menor que prueba su potencial. “Es uno de los barrios más poblados detrás de Palermo, con más de 176.000 habitantes”.

A contramano de lo que pasa en el mercado i en el que las propiedades del Norte suelen cotizar más que las del Sur, en Caballito Sur, los inmuebles son más caros que en el Norte, ambas áreas delimitadas por el cruce de la vía del ferrocarril Sarmiento. El corredor más caro de ese barrio es Pedro Goyena, la arteria que concentró los desarrollos construidos en la década del ’90 y principios del 2000.

Parque Rivadavia: una de las áreas más demandadas en Caballito Sur Fuente: LA NACION

Cuando se agotó, los emprendedores fueron por las laterales y adyacentes; ahora, apuntan a su hermano postergado. “Cuando compramos en Caballito Norte en 2010, a tres cuadras de Rivadavia, tenías toda la cuadra libre, no había emprendimientos. Ahora cambió todo, no se puede estacionar”, recuerda en diálogo con La Nación Jorge Moscatelli, director de las marcas de edificios Pavillon.

El desarrollador está al frente de cuatro proyectos en las calles Yerbal, Fragata Sarmiento, Federico García Lorca y Colpayo; todos a menos de 300 metros de la avenida Rivadavia y la línea A de subterráneos. Entre los elementos que Moscatelli destaca, como la vista abierta que poseen estos edificios por tratarse de zonas donde conviven con edificaciones bajas, se encuentra el precio, que se mantiene debajo de las cifras manejadas para la zona de Pedro Goyena y alrededores

Y si bien aún no alcanza la densidad poblacional y comercial de Caballito Sur el potencial de avenidas como Honorio Pueyrredón, la calle Aranguren y la zona lindera a Plaza Irlanda lo convierten en una apuesta a mediano plazo. “En Pedro Goyena tenemos valores que nos asustan porque estamos ahí nomás de equiparar a Puerto Madero. Un usado relativamente nuevo en Caballito se asemeja a uno usado en Puerto Madero”, explica y agrega que algunos vendedores llegan a pedir hasta US$4000/m2. “La gente pierde la cabeza”, reflexiona.

Las unidades en Pavillon oscilan entre US$ los 2850 y los 3000/m2y se abona con un 30 por ciento de anticipo, 60 por ciento en cuotas y 10 por ciento al momento de entrega. Entre los interesados el desarrollador percibe que si bien se mantiene muy fuerte la porción de personas oriundas de Caballito – “los hijos asisten a los colegios de la zona y trabajan en Palermo o en el lado Norte de la Capital”– en los últimos años se renovó con vecinos provenientes de Flores y de la provincia de Buenos Aires.

La perla del Sur

Quilmes: Las casonas tradicionales son parte de la geografía Crédito: Patricio Pidal/AFV

El partido de Quilmes se encuentra a 20 kilómetros de la Capital Federal y es el tercero más poblado del conurbano bonaerense. En 1806 y 1807 los invasores ingleses utilizaron sus costas para desembarcar e intentar sin éxito la conquista de Buenos Aires. La impronta inglesa que no dejó rastros a principio del siglo XIX llegaría recién en la década de 1920 cuando el alemán Otto Bemberg, fundador de la cervecería Quilmes, proyectó un barrio para los obreros de su planta cuyas casas respondían a un diseño típicamente inglés. Los chalets y el estilo británico se expandieron y poblaron de caserones pintorescos la zona. En la actualidad Quilmes se conforma de una mezcla de caserones tradicionales, barrios privados, casas de clase obrera y un desarrollo inmobiliario apuntalado por edificios con amenities de primer nivel. Su particularidad: las zonas más seguras y las más postergadas se encuentran separadas por apenas metros. Sin embargo, la población del conurbano sur sigue optando por esta localidad por sobre la ciudad de Buenos Aires.

“Cuando salís del casco urbano tradicional se generan zonas más relegadas. Hoy sigue esa dicotomía: a dos cuadras de diferencia te encontrás con mansiones estilo inglesas espectaculares y con zonas muy relegadas”, detalla Ignacio O’Keefe, director de la inmobiliaria que lleva su apellido. En Quilmes, explica, el mercado inmobiliario recibió los coletazos de la inseguridad en los últimos 10 años. “Toda esta gran cantidad de casas típicas sufrió mucho en sus valores porque la gente le empezó a escapar a este tipo de viviendas por un tema de seguridad”, detalla.

En oposición, el centro de la localidad vivió un florecimiento de desarrollo de edificios a tope de gama que, de acuerdo al experto, le compiten en precios con el metros cuadrado del barrio porteño de Belgrano. O´Keefe explicó que hoy se consiguen valores de pozo que oscilan entre los US$2300 y los US$2500/ m2. Además, considera que Quilmes se mantiene como zona referente para la población de zona Sur. “El cliente de acá es muy difícil que se vaya a la Capital Federal y pague lo que el mercado ofrece”, apunta.

Pero parte de esta dinámica de construcción de los últimos años se vio alimentada por las unidades de uno y dos ambientes. “Hoy si tengo que hablar con un desarrollador probablemente le diga que se vaya a unidades más grandes”, sostiene ya que en la actualidad los compradores lo hacen para consumo final y no como inversión. Y aunque Quilmes no es ajena al parate que sufrió el mercado durante 2018 los desarrollistas continúan interesados en la adquisición de terrenos para estar listos al repunte.

En el segmento premium O´Keefe explica que la zona de Hudson, aún con su proliferación de countries, no encontró su techo. “En zona Sur la disponibilidad de barrios privados no supera los 15 o 20 emprendimientos”, afirma. “A medida que se consolidan aparecen propuestas del tipo complementarias como oficinas, sectores comerciales, de salud”, agrega. Destaca como oportunidad el emprendimiento “Las Golondrinas” cuyos tickets se consiguen desde los US$ 80.000 para lotes de 800 m2 y expensas de alrededor de $8000.

El jardín porteño

Hace poco más de 100 años las tierras que hoy conforman el barrio de Villa Devoto apenas estaban ocupadas por quintas y construcciones precarias. Con el correr de los años la dinámica de pueblo cambió a medida que se integraba oficialmente a la ciudad como barrio. Sin embargo, la tranquilidad que lo caracterizo desde sus inicios se mantuvo y convirtió hoy a Devoto en reducto de pintorescos caserones rodeados de grandes jardines, construcciones bajas y algunos edificios importantes.

Devoto, conocido como “El jardín de Buenos Aires”, funciona, al igual que Caballito y Quilmes, con su propia lógica, sus históricos vecinos y sus tradicionales instituciones. Como explica Ezequiel Leibaschoff, gerente Comercial de Grupo Portland, “es un barrio con su propia impronta”. “Sus vecinos difícilmente quieran cambiar de barrio, esto argumentado por la diversidad de los espacios verdes que posee, las veredas anchas, sus instituciones educativas tradicionales, sumado a la oferta gastronómica y comercial conjugado con lo residencial de manera cuidada”, indica.

Grupo Portland, junto a las desarrolladoras MMCV y Piweco Construcciones, llevan adelante el proyecto Cassa Devoto, la locación en la que se llevó a cabo la edición 2018 de Casa Foa. La casa fue antiguamente la residencia de las monjas de la congregación de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia. El proyecto mantiene los espacios de transición como las galerías y su relación con los patios y jardines. Constará de una planta baja y 4 niveles de viviendas en los que se distribuirán 44 unidades de 2 a 4 ambientes, de entre 70 y 235 m2.

“Cuando arrancamos con este desarrollo prestamos mucha atención al cliente local, el que busca no solo buenas terminaciones en los desarrollos sino también amenities diferenciales en calidad y cantidad con un cuidadoso diseño de arquitectura”, afirmó. El perfil del comprador es “un conocedor del barrio”. A favor de apostar por Devoto, Leibaschoff sostiene que el barrio tiene “una conjunción de residencial de emprendimientos con mucho diseño y baja escala con diversos y variados espacios verdes y muy buena oferta gastronómica-comercial”. Debido a su demografía, agrega, tiene muchas zonas de expansión con precios atractivos para una primera vivienda como así también para compradores calificados.

Las zonas aledañas a la cárcel –la única que aún funciona como tal en la ciudad– son para él las más sensibles y afectadas en el precio, pero confía que con la promesa de traslado realizada el año pasado las vuelva tentadoras. Las zonas favoritas son las manzanas en los alrededores de la Plaza Arenales. “Por categoría, acceso a los ferrocarriles y a la General Paz son las más caras”, sostiene. En el otro extremo, la circundante al Devoto Shopping y la avenida Beiro son más accesibles. “Sobre la plaza Arenales los usados de buena categoría rondan los US$3800/m2, mientras que en los pisos a estrenar está más cercano a los US$4500. Mientras que en el área del shopping oscilan entre US$2500 y US$2900/m2”, concluyó.

El valor del metro cuadrado

  • 4000 dólares: Es el precio del m2 al que se venden los pisos casi nuevos en las áreas más caras de Caballito

Las zonas, en números

Radiografía de los precios

  • 3000 dólares: El valor del metro cuadrado en pozo al que se venden los proyectos en la zona Sur de Caballito
  • 2500 dólares: Es el precio por metro cuadrado que defienden las unidades de los emprendimientos -en preventa- ubicados en Quilmes
  • 4500 dólares: Es lo que pide un desarrollador por un deparatmento terminado a estrenar ubicado en la zona más cara de Devoto
Por Ana Orfano, Sábado 9 de marzo de 2019
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Cuáles son los barrios que se revalorizarán

El crédito hipotecario y la necesidad de lograr proyectos con precios accesibles al segmento medio impulsa el desarrollo de zonas como Urquiza, Villa Crespo, Saavedra, Paternal, Barracas y Almagro.

En el sur de la ciudad El cruce de Martín García y Montes de Oca, una esquina emblemática en la que la conectividad es clave. Foto: Victoria Gesualdi

Barajar y dar de nuevo. Así podría definirse la situación actual de los players inmobiliarios. Los desarrolladores se están reacomodando,piensan proyectos para clientes diferentes -dirigidos no solo a los inversores sino también para usuarios finales de clase media- y, consecuentemente, amplían el alcance de su radar para incursionar en zonas periféricas. El objetivo: lograr que la ecuación del negocio resulte rentable pero accesible a los bolsillos del nuevo perfil de comprador. Sin duda, la aparición del crédito hipotecario cambió las condiciones del juego. Hay que bajar costos para ser más competitivo en el segmento de desarrollos para la clase media y, para ello, es fundamental comprar tierra en barrios con incidencias más bajas -hasta US$ 700/m2-. Es así como las zonas postergadas durante las últimas décadas podrían pasar a ser las nuevas joyas buscadas por los inversores. Aquellos más previsores y visionarios, ya habían comenzado a hacer landbanking -banco de tierra- durante los últimos años con miras al futuro mercado del crédito. Otros, se lanzan recién ahora a la pesca.

Real Estate Developers (Red) presentó oficialmente In Lope de Vega. El proyecto se ubica a tres cuadras de la avenida Juan B. Justo, en el cruce de los barrios Monte Castro, Vélez Sarsfield y Villa Luro. Tendrá 330 departamentos de viviendas, espacios de coworking y un zócalo comercial, 2150 m2 de parque central con piscina y juegos, además de otros amenities. Ya se lanzó la preventa de la primera etapa que comprende 110 unidades y abrieron el showroom. Es el primer proyecto en ser financiado mediante un crédito intermedio para desarrolladores y los precios de las unidades se ofrecen fijos en UVA. Alejandro Reyser, socio de Red, explicó cómo ve el potencial de estas zonas: “Son de alta densidad y poseen una población que requiere de crédito hipotecario para poder comprar una vivienda. El Oeste y Sur de la Capital Federal, barrios como Monte Castro, Villa Luro, Floresta, Barracas y Parque Patricios son ejemplo de esto. Con la vuelta del crédito hipotecario se accede a un universo de personas impensado hace solo seis o doce meses atrás”.

El corredor Donado-Holmberg y sus alrededores, Villa Urquiza, Villa del Parque, Villa Devoto, San Cristóbal y Abasto son otras zonas que prometen.

También proyectan crecimiento para Chacarita, Paternal, Balvanera, Monserrat, San Telmo, La Boca, Congreso, Villa Mitre, Villa Santa Rita, Agronomía, Saavedra, Villa Crespo, Almagro y Mataderos. Para Darío López, socio de la desarrolladora Arquitectonika, que cuenta con varias obras construidas y en desarrollo en Barracas, La Boca y Parque Patricios “las zonas con potencial son las que se encuentran próximas a las que ya están consolidadas y tienen buenos medios de transporte y equipamiento y los valores de la tierra son accesibles” .

Por su parte, Guido Wainstein, CEO de KWZ, sumó su visión del tema: “En la ciudad de Buenos Aires últimamente están surgiendo varias zonas con excelente potencial de crecimiento inmobiliario y desarrollo, que recién en los últimos tiempos se están explorando con propuestas muy atractivas, tanto por funcionalidad y diseño como por precio”. Esta firma -junto a MGold- desarrolla Fresias Garden en Villa del Parque, un proyecto residencial que se extenderá en media manzana, poseerá 160 departamentos y amplios espacios verdes. Otro de los emprendimientos residenciales que KWZ llevará adelante se ubica en Avellaneda y Condarco. Comprenderá 18.000 m2 y tendrá amenities.

Inversión pública, la clave

“La zona Sur de la ciudad se está consolidando gracias a la llegada del Metrobus y la extensión de la línea H del subte, al impulso del Distrito Tecnológico y el acompañamiento del Banco Ciudad financiando tanto a constructores e inversores”, destacó Matías Santoro, CEO del grupo FBA que construye Plaza Garay en San Cristóbal.

“El Metrobus revaloriza entre un 20 y 30 por ciento el valor del metro cuadrado”, relató Gabriel Brodsky, director de Emprendimientos de Predial Propiedades. Esta empresa cuenta con 40 proyectos de vivienda en zonas periféricas de la ciudad y posee seis nuevos a lanzar en Almagro, Villa Crespo, Paternal, Flores y Villa Luro.

Daniel Cohen Imach, titular de Step Developments, compañía que cuenta con proyectos en desarrollo en San Cristóbal, Barracas, Flores y Constitución, consideró que las oportunidades están en los barrios del Sur, La Boca, Barracas, Parque Patricios, San Cristóbal y Flores, principalmente al sur de la avenida Rivadavia.

Por su parte, según señaló Brodsky, lo que los impulsó a ellos a desarrollar en los considerados barrios fríos es “la enorme demanda del mercado” porque hay que tener en cuenta “que el 80 por ciento de la población de la Capital vive en barrios de clase media; uno de cada tres porteños alquila y, la llegada de medios de transporte masivos así como la apertura de locales gastronómicos y de servicios, han modificado a esas zonas”. Por ello, explicó, lanzaron más de 70 proyectos en este tipo de mercado durante los últimos años.

Para Diego Migliorisi, socio gerente de Migliorisi Propiedades, resulta “sorprendente el regreso con firmeza de la demanda de unidades familiares de tres, cuatro y cuatro ambientes con dependencia”. Las unidades que más aumentaron sus precios en el último año por encima del 10 por ciento.

Una de las tradicionales esquina de Boedo, un barrio con mucho potencial. Foto: Victoria Gesualdi

En cuanto a las cuestiones que pusieron en valor este tipo de barrios, el broker mencionó la obra pública y “la gestión del Gobierno de la Ciudad con nuevas plazas en Chacarita, el Metrobus en las avenidas Juan B. Justo y San Martín, la obra del ferrocarril San Martín, el Distrito Audiovisual y los pasos bajo nivel”, enumera.

Antonio Pécora, de MPC Desarrollos Inmobiliarios, afirmó que Saavedra y San Cristóbal “hoy son una buena oportunidad de inversión dado su avance en cuanto a infraestructura y servicios, su potencial y el costo que aún mantiene la tierra. Otra razón es la expansión natural que ha vivido la ciudad en cuanto a nuevos polos laborales, comerciales y sociales en los barrios linderos al corredor norte, como ser también en Parque Patricios, Abasto, Caballito, Villa Crespo, Villa Urquiza y Parque Chacabuco”. Y agregó: “Hoy barrios como Balvanera, San Cristóbal, Abasto, Saavedra, son una oportunidad porque los desarrolladores han comenzado a activar inversiones en tierra realizadas años atrás a costos muy por debajo -en algunos casos la mitad- que en el corredor norte. Esto posibilita que esos proyectos salgan a un ticket bajo en relación a la calidad y amenities. En este contexto, la oportunidad en estos barrios es hoy porque -como todo negocio inmobiliario que luego se consolida- quien ingresa primero saca mayor ventaja”.

CMNV Comunidad de Negocios comenzó la obra de Astilleros Catalinas Sur, un edificio de 15 plantas sobre la avenida Huergo. “Seguimos creyendo que hay que volver al sur, al patrimonio cultural y a la identidad que siempre tuvo la ciudad. Esto, sumado al impulso en obras de infraestructura que se concretan, nos hace creer que Buenos Aires de a poco irá cambiando su mirada. Hay que dejar de atender las zonas que ya están consolidadas como Núñez o Palermo, que tienen toda su infraestructura de servicios saturada. Habrá que seguir poniendo foco en el 80 por ciento de la ciudad que no es atendida desde hace décadas y, definitivamente, tener un plan urbanístico a 50 años”, destacó Leonardo Rodríguez Nader, socio y cofundador de la compañía, quien también resaltó el flujo de gente que movilizará la nueva sucursal del banco Santander Río que se está construyendo en un terreno lindero, las obras del Metrobus sobre la avenida Paseo Colón y el Paseo del Bajo que integrará Puerto Madero con el resto de la ciudad. Esas obras también impactarán en el submercado de la avenida Garay, otro corredor porteño que promete fuertes revalorizaciones.

Contrapunto de precios

Ante la falta de terrenos aptos y los elevados valores de las tierras para desarrollar en los barrios más tradicionales, Hernán Siwacki, socio gerente de la inmobiliaria Capital Brokers, reconoce que “muchos players se han corrido un poco de zona a los corredores linderos de los sectores tradicionales premium. La diferencia entre las zonas más consolidadas como Palermo o Belgrano -sin considerar zonas exclusivas como Puerto Madero- y las zonas en crecimiento como Abasto, Villa Crespo, San Cristóbal o Villa Urquiza, están entre 25 y 30 por ciento en dólares. En las áreas top los proyectos nuevos cotizan a US$ 4000/m2 mientras que en las intermedias están en US$ 3000/m2”

Para López, el titular de Arquitectonika, existe alrededor de un 20 por ciento de variación de precio entre las zonas consolidadas y las que están en crecimiento pero “hay un margen para obtener un mayor beneficio porque, como son zonas en desarrollo, aún no han llegado a su techo”. Santoro coincidió en que “el bajo nivel de incidencia que tienen los terrenos en estas zonas permite establecer precios accesibles para la clase media” y puntualizó que hay diferencias de entre US$ 1000 y US$ 1500 por metro cuadrado.

Volcado a precios, “la incidencia es fundamental, hay posibilidades desde US$ 450/m2 hasta US$ 2000, el valor que piden los dueños de las tierras en otras zonas más consolidadas. El m2 al público oscila entre US$ 1900 y US$ 2200, contra US$ 3500 o más en el resto”, detalló Cohen Imach, el vocero de Step Development. Según expresó Reyser, su empresa está trabajando en la compra de nuevos terrenos. Busca “tierras con incidencias que no superen los US$ 400/m2 a US$ 500/m2”.

Mayor aporte del Estado en infraestructura urbana y seguridad, mejores accesos, iluminación, desarrollo comercial, de servicios y medios de transporte son las principales deudas pendientes en estos barrios para promover su crecimiento. Por su parte, Wainstein sugirió como una “buena iniciativa que el Gobierno estableciera incentivos para el desarrollo urbano en ciertas zonas hasta ahora no explotadas” mediante la aplicación de menores impuestos o fomentar la instalación de locales comerciales atractivos, la seguridad y una mejor iluminación. “Un buen ejemplo de esto es lo que sucedió con el Polo Tecnológico que presentó un crecimiento sostenido a partir de interesantes exenciones impositivas”, citó.

Para Siwacki, “si bien seguirán apareciendo proyectos exclusivos en ubicaciones premium y habrá una demanda que avalará esos precios, el grueso del desarrollo irá a las nuevas zonas, sobre todo ahora que está apareciendo el crédito y abre un nuevo gran público que es la clase media. Igualmente, el traslado será gradual, son pocos los desarrolladores que hacen grandes apuestas y van al extremo sur de la ciudad. Todas las transformaciones llevan su tiempo y los barrios históricamente relegados irán creciendo con estos nuevos proyectos”.

Brodsky opinó: “El hecho de que haya mercado de clase media hace posible que estas zonas crezcan como lo están haciendo. Los créditos hipotecarios van a marcar la cancha pero más adelante, recién cuando haya préstamos intermedios para los desarrolladores que puedan financiar al comprador o bien cuando estén las unidades terminadas”. Para el cierre, Migliorisi fue positivo: “Se recuperó la confianza de inversores y compradores. Hay mucha demanda actual y proyectada para los próximos años. Cuando hay seguridad, la gente invierte y el mercado se transforma en atractivo tanto para inversores locales como para internacionales”.

Por María Eugenia Usatinsky, Sábado 2 de septiembre de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Varios barrios confluyen para sumar propuestas y negocios

Allí se radicaron 189 empresas de este sector que se inscribieron para gozar de los beneficios impositivos, que la ley promueve en Ingresos Brutos, ABL y sellos.

La formación de distritos impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, revitaliza a los barrios que los conforman. El caso más emblemático es el del Distrito Tecnológico, ubicado en Parque Patricios, que creció a nivel inmobiliario, en infraestructura, que favoreció a los vecinos, y dio beneficios a las empresas que se mudaron a esta antes olvidada zona de la Ciudad.

Siguiendo sus pasos, se encuentra el Distrito Audiovisual, que abarca los barrios de Chacarita, Villa Ortúzar, Paternal y parte de Palermo y Colegiales, lo que hace que sus límites sean extensos, desde la intersección de Fray Justo Santa María de Oro y Guatemala, hasta las vías del ex ferrocarril Bartolomé Mitre ramal J. L. Suárez, las avenidas Federico Lacroze; Álvarez Thomas; Forest; de Los Incas; Holmberg; La Pampa; avenidas Triunvirato; Combatientes de Malvinas; Chorroarín; San Martín; Paysandú; Warnes; Juan B Justo; Córdoba; Uriarte; Fray Justo Santa María de Oro hasta la intersección con Guatemala.

“Desde el Distrito Audiovisual apoyamos al sector con una agenda de trabajo desarrollada en conjunto con las principales entidades intermedias de la industria que nos permiten acompañarla en sus diferentes etapas de desarrollo”, dijo Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico GCBA.

Ya son 189 las empresas que se inscribieron para gozar de los beneficios impositivos que la ley promueve, en ingresos brutos, ABL y sellos, y 84 nuevas firmas se mudaron a la zona desde la aplicación de la ley, apostando a este proyecto de desarrollo económico y urbano.

“Hubo efectos positivos en la zona. Se observó el desembarco de gran cantidad de nuevas empresas, bancos, locales comerciales, edificios de oficinas y de viviendas multifamiliares. En los últimos tres años la zona delimitada entre Dorrego, Jorge Newbery, Córdoba y Corrientes pasó de ser lugar de casas viejas, locales, galpones y terrenos abandonados a una de las zonas con mayor crecimiento de la ciudad”, detalló Diego Migliorisi, gerente de Migliorisi Propiedades.

La renovación arquitectónica del distrito se refleja en la gran cantidad de nuevos desarrollos inmobiliarios que surgen en las distintas calles merced a la accesibilidad que tiene a través de los transportes públicos. “Se destacan por la innumerable cantidad y calidad de locales de diseño, bares, restaurantes y hoteles boutique que se mezclan con nuevos edificios vanguardistas, en un entorno donde el espacio público se transformó y creció acorde con una identidad propia de Palermo”, detalló Gregorio Berberian, socio gerente de Shenk SRL.

El crecimiento se muestra en los 24 emprendimientos terminados y alrededor de otros 53 en distinto grado de avance. “Sobre la avenida Corrientes al 6100 y al 6100 se están terminando dos importantes torres y un gran complejo de cocheras y oficinas. En un caso se trata de oficinas corporativas para la central de un banco y en el otro un edificio de viviendas multifamiliares. También en esas cuadras hay otros cinco proyectos en obra y tres terminados. Se observan nuevos desarrollos por las avenidas Dorrego y Córdoba, como así también en sus calles internas”, agregó Migliorisi.

Este interés en la zona ha hecho que los valores del m2 varíen entre un 20% y un 30%, por lo que oscilan entre 2500 y 3000 dólares, dependiendo del tipo de desarrollo y los amenities que tengan. Roberto Ledo de la Inmobiliaria Bullrich destacó: “Tiene precios de lotes más bajos que en otro lado de la ciudad. Aproximadamente 600 o 700 dólares el m2, más el valor constructivo, más al de consumidor y el beneficio”.

La gran extensión que forma el distrito hace que ciertas zonas sean más buscadas que otras. Pablo Larocca, director de Larocca Propiedades, explicó: “Podemos resaltar a Palermo Colegiales y Chacarita como los barrios más solicitados en ese orden, dado que están geográficamente mejor ubicados respecto a los medios de transporte”.

Los expertos concuerdan con el potencial de la zona y su posibilidad de crecimiento. “Hay más de 100.000 m2 entre los terminados y los que se desarrollan. El eje de Corrientes y Córdoba son los más demandados por que sólo allí se permite construir en altura, en el resto de las calles la altura máxima es de cuatro pisos. Muchas empresas y oficinas buscan en el interior del distrito para preservar la tranquilidad”, amplió Migliorisi.

“Ha evolucionado mucho y se espera que siga creciendo y que el Gobierno porteño promueva los innumerables beneficios que ofrece el Polo Audiovisual de Palermo, tanto a inversores locales como a extranjeros”, concluyó Berberian.

Por  Azalía Rivero Pomarino, Lunes 30 de noviembre de 2015
Publicado en el suplemento Inmuebles Comerciales del diario LA NACION