De a poco, esta herramienta empieza a considerarse y el blanqueo orientado para la compra de los inmuebles genera mejores perspectivas; los operadores coinciden en que es un proceso lento de confianza, y que es un certificado ideal para contribuir con el sector.
Los Cedin era una de las herramientas que muchos confiaban para liderar y contribuir con parte de la recuperación del sector. La suscripción de este certificado permite blanquear dinero no declarado, fundamentalmente a través de la compra de inmuebles. Sin embargo, muchos inversores no quieren quedarse inmovilizados en ladrillos ni pagar los gastos asociados a una compra y luego a una posterior venta. Salvo que se trate de una operación genuina de compra de un inmueble (donde el dinero blanqueado se aplica específicamente a ese fin), muchos inversores se quedan en el camino y optan por no blanquear por no encontrarle aplicación al Cedin. Incluso, en su momento, el Banco Central buscó dinamizar la operatoria estableciendo que se le pague una comisión al banco interviniente en la compraventa. El resultado no fue el esperado, pero poco a poco su utilización gana espacio en el sector.
Al respecto, Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), precisó: “Luego de anunciarse la instalación de esta herramienta, en mayo de 2013, fuimos consultados por los medios tomando como positivo el hecho de que dicho certificado pudiera descomprimir el mercado inmobiliario. En la medida del paso del tiempo, el balance fue negativo en virtud de que los bancos, salvo Nación y Provincia, no asesoraban debidamente, y si lo hacían espantaban a quien requería información; sumado a esto, en general, primó desde su inicio desconfianza e incertidumbre frente a un contexto económico sin plan a largo plazo.
“Esto generó la inquietud desde la CIA que se reunió con el jefe de Gabinete para plantearle la escasa repercusión y, por supuesto, los motivos de la falta de interés. En ese marco propusimos elaborar una propuesta tendiente a dinamizar y generar confiabilidad, presentada hacia fines de julio de 2014, y aprobada luego por el Banco Central que la puso en vigencia en septiembre. Esta segunda etapa resultó positiva con un proceso creciente según el paso de los meses. Si bien no ha cubierto las expectativas se realizaron operaciones inmobiliarias utilizando Cedin, que en el mismo acto escriturario se convertían en dólares billete a ser entregado al vendedor”, amplió.
El Banco Central no aporta datos sobre cantidad de operaciones “ni averiguamos entre los miembros de la CIA y el mercado en general en virtud de la salvaguarda que utilizamos los profesionales inmobiliarios con nuestros clientes. Hacia fines del año último estábamos en alrededor de 1.000.000 de dólares para el bono y el certificado Cedin, éste en un 95% de la cifra mencionada”, dijo Arévalo.
Por su parte, Juan Chediack, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, comentó: “Nuestros asociados cuando actúan en carácter de desarrolladores podrían recibir Cedin en sus ventas de obras terminadas o desde el pozo. Entendemos que las operaciones realizadas hasta ahora fueron muy poco significativas y casi nulas en el caso de ventas desde el pozo”.
Sobre las expectativas que se puedan generar en el futuro, Chediack respondió: “Creemos que no habrá cambios sustanciales. Este sistema continuará con una pequeña incidencia en el mercado de los desarrollos inmobiliarios”.
La palabra de los brokers
Mario Gómez, director de Le Bleu Negocios Inmobiliarios, analizó: “Esta operatoria permitió que se hicieran operaciones que de otro modo no hubiesen podido concretarse. Muchos vieron una oportunidad que en el corto plazo no va a volver a aparecer”.
Algunas de las buenas noticias de este instrumento vienen por el hecho de que sea en dólares, “lo que significa un reconocimiento del Gobierno respecto de la moneda en que se transa en parte del mercado, habida cuenta de que hasta hace poco defendió una política de ultrapesificación y prohibición de operar en moneda extranjera”, agregó Gómez.
Los dueños de los inmuebles quieren desprenderse de sus propiedades a cambio de dólares, por eso reciben los Cedin porque pudieron cambiarlos sin problemas por dólares billete. “Es de destacar que hubo bancos muy activos y eficientes en la operatoria como el Nación”, afirmó el director de Le Bleu.
Por otro lado surgió como una respuesta a la parálisis que se vive en el mercado del usado, donde los propietarios no aceptan cambiar sus propiedades por pesos. “En un claro cambio de rumbo, el Gobierno le pide a los tenedores de billetes no declarados que los blanqueen depositándolos en un banco, reciban un certificado, con eso compren lo que quieran comprar, le entreguen el Cedin al comprador y éste se haga de los dólares presentándose ante el banco”, amplió Gómez.
Uno de los sectores más activos fue el de los desarrolladores inmobiliarios que adhirieron a la operatoria aceptando pagos en Cedin. También se adquirieron terrenos con Cedin, brindando luego lugar a que se generen nuevos proyectos. “Está claro que las expectativas eran mucho mayores a lo que realmente se terminó concretando. La posibilidad de volver al día anterior a la implementación del cepo cambiario no existe; sí el Cedin y tenemos que aprovecharlo. Lo importante es que se concretaron operaciones que de otro modo no se hubiesen realizado”, explicó Gómez.
Atomizado
El mercado de los inmuebles usados está mucho más atomizado y menos profesionalizado que el segmento de los desarrolladores, y por tanto es el ámbito donde el corredor inmobiliario tiene que aportar su profesionalismo para que las partes puedan entender la operatoria, usarla y con ello contribuir a que el mercado se reactive.
“Creo que todos los actores del mercado son realistas en cuanto al alcance de la medida. El blanqueo vía Cedin no fue lo que esperaba el Gobierno cuando lo lanzó hace dos años, momento en el que preveían captar 4000 millones de dólares a través del blanqueo de capitales. A pesar de que sólo ingresaron por esta vía unos 1300 millones de dólares, es dinero que terminó volcándose al mercado inmobiliario”, concluyó Gómez.
Miguel Ludmer, director general de Interwin Marketing Inmobiliario, opinó: “Desde el punto de vista de quienes están con dinero no declarado y, por supuesto lícito, es una muy buena oportunidad y una excelente opción de bajísimo y casi nulo costo impositivo para poder exteriorizar dinero, aplicarlo a una inversión e incorporarlo al patrimonio”.
Desde el punto de vista inmobiliario, las expectativas de que esto inyectara, incrementara y generara un mayor nivel de actividad fueron y son amplias, “pero desde mi óptica desde la primera y segunda etapas, básicamente una prórroga, creo que adolecieron de un sistema aceitado, manejado y estimulado para que el volumen de blanqueo fuera mayor. Con lo cual la dinámica que recibió el mercado a partir de esto no fue del volumen que se esperaba”, amplió el broker. Y siguió argumentando: “Hubiera sido mucho más estimulante tanto para exteriorizar como para aplicar los Cedin que los dos procesos bancarios fueran más sencillos y amigables. Es decir, la posibilidad de ir al banco con dólares y exteriorizar el dinero y, en segunda instancia, aplicarlo a un objeto de la ley. Estas dos puntas fallaron bastante”.
Respecto de las expectativas “no cambian mucho más las cosas, lo que se agrega ahora es la perspectiva de que haya un mayor volumen de transacciones por un lado, porque hay una potencial incorporación de dinero que se encontró no declarado en el exterior, particularmente el de Suiza”, dijo Ludmer. Y concluyó: “A lo largo de la etapa de blanqueo promocionamos en nuestros anuncios la aceptación de Cedin como medio de pago, pero la respuesta fue baja en relación con el stock que tenemos para vender”.
Por Leandro Murciego y José Luis Cieri, Sábado 7 de marzo de 2015
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION