Tendencia – Una herramienta en plena vigencia

Pese a los vaivenes de la economía que influyen directamente en el sector, los fideicomisos al costo siguen a buen ritmo en el mercado; es un sistema seguro que favorece tanto a los desarrolladores como a los propietarios.

Entre los vaivenes que muestra hoy el mercado inmobiliario, el fideicomiso al costo -una de las modalidades que se emplea para la generación de los proyectos- aún mantiene su vigencia tras haberse cumplido 20 años de su legalización. Su permanencia está viva por más que surgieron otras posibilidades para competir como los emprendimientos urbanos y los suburbanos, que se instrumentan con los boletos de compraventa al costo o con el ajuste a través del índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC).

“El emprendimiento al costo es un tipo de estructuración de negocios que implica que cada uno de los interesados en acceder a un bien inmueble asume la figura de inversor por su porcentaje de participación. La materialización de su aporte se realiza durante el período de construcción, según el avance de la obra. Para darle cobertura jurídica a estos desarrollos inmobiliarios se ha adoptado la figura legal del fideicomiso”, dice Mario Gómez en su libro Fideicomisos al costo, editado por Bienes Raíces Ediciones. Este sistema tuvo su mayor auge tras la salida de la convertibilidad. Con la implementación del cepo cambiario, en los últimos 40 meses, “los fideicomisos se organizaron en pesos, significando para los inversores pagar cuotas en nuestra moneda, según la evolución de los costos, medidos por el Índice de la CAC”, indicó el escritor del libro y director de Le Bleu Negocios Inmobiliarios.

Tras los efectos del cepo

Para Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades: “El cepo cambiario tuvo efectos negativos en todo el sector y los fideicomisos no fueron la excepción, pero continuaron posicionados como una de las mejores opciones de inversión de los últimos años”.

Al tener en cuenta “que gran parte de los aportes se realizan en pesos, funciona como resguardo de la depreciación del valor de la moneda, en especial para los que tienen ingresos en pesos, y contribuye a dinamizar el mercado”, sostuvo la broker.

Por su parte, Graciela Muradas, gerente de emprendimientos de Toribio Achával, opinó: “El fideicomiso inmobiliario o al costo es una herramienta segura, aunque en la actualidad ha perdido el protagonismo que supo tener en su momento de mayor auge porque la rentabilidad disminuyó. Igual podemos hablar que ofrecen un 10%, es decir, que la rentabilidad sigue siendo atractiva”.

A consecuencia del cepo cambiario, Muradas dijo: “El inversor se mantiene expectante y la demanda de inmuebles es mayoritariamente de consumidores finales”, destacando las nuevas implementaciones: “Tanto en emprendimientos urbanos como suburbanos, la pesificación está relacionada con la posibilidad del desarrollista de brindar al comprador cuotas que acompañen el ritmo de la inflación y permitan a ese consumidor acceder a un inmueble sin contar con el 100% de su valor en el acto”, expresó. Seguí leyendo “Tendencia – Una herramienta en plena vigencia”

Fideicomiso – Una herramienta indispensable

La importancia de su utilización le ha permitido al mercado generar actividad y compensar la disminución del ritmo después del cepo. Así avanzan proyectos de diversa magnitud, con buenos resultados

Nadie puede ignorar la caída del mercado y los difíciles momentos que atraviesa el sector. Pero tampoco se puede soslayar la vital importancia del segmento de los edificios a estrenar, y el valor que tienen en su conjunto inversores y desarrolladores que hacen girar la rueda del negocio, aunque dista mucho de lo que ha sucedido en Buenos Aires en otros tiempos, no tan lejanos.

Sí está claro que la ausencia de crédito (o la escasísima oferta existente) es parte de un problema que se manifiesta con una demanda contenida que espera algún día que esa alternativa para adquirir el techo propio se vuelva realidad. Seguí leyendo “Fideicomiso – Una herramienta indispensable”

Fideicomiso: el motor inmobiliario

Esta herramienta, que se implementó hace casi dos décadas, es la preferida tanto por desarrolladores como por el público. El sistema se aplica con buenos resultados en un mercado trabado por el cepo cambiario.

En los últimos tiempos, el mercado experimentó una marcada desaceleración en lo que se refiere a la compraventa de propiedades, producto, en gran medida, de la falta de crédito hipotecario y, también, por la implementación por parte del gobierno nacional del cepo cambiario. Este escenario afianzó el desarrollo de los fideicomisos, que permiten la financiación en las operaciones y la generación de capitales para mantener activa esta industria. Seguí leyendo “Fideicomiso: el motor inmobiliario”

Fideicomisos, con buen rumbo

Merced a esta herramienta incorporada a partir de la ley 24441, el mercado suma más proyectos. Interés de los inversores y usuarios.

Hoy, uno de los instrumentos legales más utilizados para la obtención de fondos destinados a proyectos inmobiliarios es el fideicomiso. Si bien su rentabilidad es atractiva, a veces los resultados son variados, y para inversores y consumidores finales alcanzan a veces promedios desde el 20 por ciento y llegan hasta el 30 o 35 de la inversión. Al hacer un balance de cómo funcionó esta herramienta de financiamiento durante el año, los expertos coinciden en que fue positivo. Por ejemplo, para la firma Toribio Achával, en líneas generales, el fideicomiso se utilizó como estructura jurídica para encarar negocios al costo y terminó por afianzarse en las preferencias de los desarrollistas. Sergio Bernasconi, gerente de consultoría de esa empresa, explica: “Este año comercializamos un 39% más de unidades que en 2009 con este sistema. Respecto de la rentabilidad, de 2006 a la fecha los costos asociados al desarrollo inmobiliario (terreno, mano de obra y materiales) se incrementaron en alrededor del 78% promedio, mientras que los valores de los proyectos terminados alcanzaron un 46%. En tanto, en el comportamiento de la demanda de fideicomisos se observó menor cantidad de inversores, pero un mayor número de consumidores finales”.

Al referirse a los cambios en los proyectos explica: “A raíz de la mayor participación de consumidores finales, los desarrollistas debieron orientar los emprendimientos para satisfacer las preferencias de la demanda. En ese sentido, los cambios esenciales se deben a que los consumidores finales pagan mayores valores y prefieren unidades de más superficie que los inversores. En 2010, las terminaciones y la calidad de las unidades fueron más importantes que el upside del negocio”. Y agrega: “Con relación a las áreas de desarrollo, los developers exploraron zonas de la ciudad con menores incidencias en el costo de la tierra, y aquí se notó mayor presencia de quienes aportan el capital; en cambio, en los sectores de la ciudad con mayor costo de la tierra se observó más presencia de consumidores finales”.

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