Las Lomitas, un sector cercano a la estación ferroviaria de este partido del Sur, se mantiene como uno de los ejes de la construcción con mayor expansión. Muchas casonas que se demolieron dieron paso a los proyectos en altura.
En la zona sur se encuentra un barrio que no tiene techo de crecimiento. Las Lomitas, dentro del partido de Lomas de Zamora, es un punto geográfico que se afianzó con el paso del tiempo. Se trata de un fenómeno dentro del mercado que confirma el avance tanto en el plano residencial como en el comercial. La zona surgió como polo de construcción hace más de 15 años y aunque se edificaron varios desarrollos similares en otras localidades del conurbano, pocos lugares lo igualan en cuanto a la magnitud de las propiedades y de los locales comerciales que allí operan.
La necesidad de viviendas ante el aumento de la población empujó la demanda que orientó su búsqueda hacia las cercanías de la estación ferroviaria y al tradicional centro comercial de Lomas; así el lugar en poco tiempo se transformó y en breve se advirtieron los cambios. “Al comienzo del siglo XXI, los usuarios e inversores lo vieron como novedoso al principio; necesario, después, e importante hoy”, sintetizó el vecino José López. Se inició con las primeras construcciones en alto merced a la compra y demolición de casas viejas sobre la calle Colombres, entre Meeks e Italia. Luego se extendió hacia el norte hasta Gorriti, primero; siguió hacia el oeste hasta la avenida Hipólito Yrigoyen, y después para el sur hasta Sixto Fernández. De los desarrollos de 14 pisos se pasó a las torres de más de 20 niveles, siendo el más emblemático un edificio premium, el Claude Monet, en la esquina de Colombres y España, con 24 pisos y amenities de categoría.
Después de pasar la falsa creencia de que en 2000 llegaría el fin del mundo y de la crisis que se pensó sería el final de la Argentina en 2001, “de aquel barrio residencial y tranquilo, de casonas con jardines y patios amplios entremezcladas con chalets y casas bajas, poco y nada quedó”, se refirió con nostalgia López. Esto porque en las plantas bajas de la gran cantidad de edificios se instalaron locales comerciales donde se asentaron varios rubros, desde boutiques, joyerías, perfumerías, indumentaria deportiva, calzados, regalería, iluminación y servicios hasta un atractivo polo gastronómico con variada oferta de cocina tradicional y foránea, como la italiana, española, mexicana, japonesa, china y la mediterránea, con marcas de primera línea.
Esta fisonomía le otorga un ritmo febril a Las Lomitas, donde no se permite la instalación de discotecas o boliches bailables, aunque algunos funcionan en las inmediaciones. La magnitud del barrio hizo que numerosos futbolistas, artistas, empresarios y políticos lo eligieran para su residencia permanente o bien para invertir en ladrillos. Seguí leyendo “Lomas de Zamora – El adelanto como protagonista”