Según estadísticas oficiales, en la costa atlántica creció el turismo un 6% respecto de la temporada 2014; las inmobiliarias reconocieron esta tendencia
MAR DEL PLATA. El cartel clavado en el parque del chalet de Playa Grande tiene tachado diciembre. También enero, tanto primera como segunda quincena. Y un rayón rojo cruza la mención a esta actual mitad de mes que cierra mañana. Como en los juegos poceados, en los que para ganar en serio hay que cubrir todos los casilleros de las boletas participantes, los propietarios que además puedan alquilar el tramo final de febrero sentirán de verdad que se llevan un premio grande y difícil. De esos que durante los últimos años podían celebrar sólo unos pocos.
Porque la temporada que empieza a recorrer la recta final está dejando señales de prosperidad. Creció la cantidad de turistas -según estadísticas oficiales un 6% con respecto a 2014- y en las inmobiliarias lo notaron muy bien, con pedidos de alojamiento en alza y buena cantidad de clientes de alto vuelo, de los que hace tiempo se extrañaban por estas playas.
El conjunto de la costa atlántica vive un verano con repunte en la demanda. Por cierto, algo no demasiado difícil si se revisan los magros resultados que se habían logrado en años anteriores. Pero con algunos indicios de recuperación a corto y mediano plazo.
Cariló vivió un enero con ocupación plena, algo que no se veía desde hace cuatro o cinco años. Miramar anduvo muy cerca de ese nivel. Lo mismo que el macro y microcentro de Mar del Plata, donde se alquiló casi el 100% de lo que estaba en vidriera. Y pisando esos porcentajes anduvo Pinamar, que vuelve a respirar con la gran cantidad de contratos que pudo cerrar, tanto en departamentos como casas.
Miguel Ángel Donsini, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, destaca un arranque de año “bueno” y califica con un ” muy bueno” al final de enero. “Todo esto impulsado por un cierre de diciembre que, con los feriados de fin de año, anticiparon la demanda y con muy buenos resultados”, dijo a la nacion.
Había buenas expectativas, pero las dudas estaban en cómo reaccionaría el mercado. Si aplicaba subas extras moderadas en procura de recomponerse de los últimos veranos, de baja rentabilidad, o si se dejaba tentar por los pronósticos de un aluvión. Donsini asegura que los precios “encontraron un nivel de equilibrio” y así justifica que los clientes no presenten mayores quejas.
Los ajustes promedio fueron del 25%. Hubo también por debajo y por encima. La demanda puso las cifras en su lugar. “Se alquiló todo durante enero, incluidos los aparts, lo que nos confirma que la propuesta fue adecuada”, señaló Silvia Melgarejo, de Constructora del Bosque, la principal inmobiliaria de Cariló. Seguí leyendo “Alquileres – Señales de prosperidad”