Cruzando desde José Ignacio, Rocha encanta con ese mix de lagunas, océano, bosque y campos. La llegada del puente es clave, pero cuidando el medio ambiente.
Al Este, siempre hacia este punto cardinal, que indica el camino al futuro y depara aventura, deporte, diversión. Allí donde la naturaleza agreste no oculta el océano inconmensurable. Es otra costa sin los clásicos edifcios esteños ni las imponentes torres que trepan y compiten en altura y lujo con el confort de amenities sofisticados. Aquí se llega después de haber atravesado Manantiales y La Barra, y ese íntimo y privilegiado refugio que es José Ignacio, con su público fiel y exigente. Esa ruta lleva a Rocha y exige el inexorable paso a través del cruce en balsa que permite descubrir otro paisaje: campos que parecen infinitos y el mar siempre presente, como sus visitantes.
Transcurre una temporada que como bien define Artigas Barrios, el intendente de la localidad de Rocha, “hasta el momento no defrauda y más aún está por encima de las expectativas con turistas uruguayos y brasileños. Con respecto a la cantidad de argentinos que han viajado a nuestra tierra es similar a la del año último. Muchos llegan en febrero”. Pero la antigua balsa será reemplazada por un puente para cruzar a Rocha, que llevó tiempo de análisis y autorizaciones, define el intendente. “Tuvo resistencias y dificultades, pero finalmente se comenzará a construir, con el compromiso férreo de cuidar el ecosistema, según el acuerdo con las autoridades (dirección de Medio Ambiente y Territorial), con una baja ocupación en relación con la superficie. Se autorizó un puente circular, muy original, y que estará en obra durante la próxima temporada.” Artigas Barrios anticipa lo que vendrá: “Seguramente se espera un despegue de Laguna Garzón y de Rocha. Mucha gente va a preferir este lugar tranquilo de paisajes increíbles con poca ocupación y servicios. El puente brindará seguridad y posibilidades concretas de ir y venir, sin inconvenientes. Y anticipa que además de las siempre visitadas y magníficas playas de La Paloma, La Pedrera o Cabo Polonio, es Punta del Diablo la que se perfila en un futuro no muy lejano como la estrella, que eligen mucho los jóvenes estudiantes brasileños. Es un área con gran potencial de crecimiento”. La inversión para la realización del puente se calcula en alrededor de 10 millones de dólares.
Justamente en Rocha se desarrolló Las Garzas, con el respaldo del empresario Eduardo Costantini, un barrio privado que se extiende sobre la costa de Rocha a veinte minutos de José Ignacio. “Este proyecto busca respetar la identidad de su entorno, sus terrazas naturales hacia el mar y sus dos kilómetros de playa”, define Carlos Marasco, responsable de Las Garzas. “La zona creció en cantidad de visitantes y turistas que lleva a los balnerarios La Pedrera, La Paloma y Punta del Diablo y también en cuanto a la cantidad de desarrollos del nivel inmobiliario. Se construyó y hay hotelería de mejor calidad, cabañas; también oferta gastronómica. Otro polo de desarrollo en la zona es Agroland, con viñedos y olivos, de muy alta calidad,con más de 1000 ha que se más parece a la Toscana italiana.” Las Garzas está terminado y se venden lotes desde 55 dólares el m2 en lotes entre 2000/4000 m2. Es un lugar único, no sólo por su ubicación sobre la ruta 10 y sobre el mar, en una región todavía poco explorada de la costa uruguaya, sino también porque está rodeado de pura naturaleza. “Preservar el lugar es la clave para este proyecto donde más del 50% de su superficie (120 hectáreas) se destinó a espacios verdes y áreas comunes. Además, la construcción del puente es vital para esta zona. Ese acceso permitirá cruzar de un lugar a otro, sin perturbar el medio ambiente.”
Gustavo Machado, de la inmobiliaria Arena, que conoce al dedillo la zona, está seguro que crecerá. “Tiene fuerte atractivo en gran medida por la combinación de campo y mar. Si se piensa en invertir y disfrutar de la vida de campo cerca del oceáno otro proyecto en Laguna Garzón es Rincón de Arditeia. Un barrio de chacras ya consolidado con lotes que tienen superficies a partir de 5 ha y está a 15 km de José Ignacio. Un buen datos que carece de gastos de administración y está en condiciones de escriturar, con un valor aproximado de 10 dólares por m2.”
Eduardo Costantini (h.), presidente de Costa Partners, desarrolla en Rocha Las Cárcavas. Entusiamado comenta: “En estos primeros días de enero recibimos a interesados en nuestro proyecto que sigue impactando como el primer día. En general, la gente se queda con la sensación de estar viendo una propuesta distinta en Uruguay, ya sea por el bosque, las lagunas y las vistas al mar entre cárcavas, hasta la cancha de tenis de pasto, pasando por la exquisita arquitectura del reconocido arquitecto brasileño Isay Weinfeld. Nuestros clientes ya saben que el puente es una realidad, por lo cual el desarrollo para este lado es inevitable. Apuntamos a un público de diversa edad, valoramos los que eligen Uruguay como destino para vivir o pasar sus vacaciones, aquellos que eligen tranquilidad, su gente cálida y educada y sobretodo la experiencia de estar en Uruguay fuera de la temporada alta”. Agrega que “en este 2014 apuntamos a seguir construyendo la infraestructura. Construiremos unos bungalows diseñados por Isay para que la experiencia de Las Cárcavas no sea de un solo día; también un beach house de unos 200 m2 con vista al mar. Y comenzaremos con el paisajismo (plantado de varios árboles y plantas diversas) . Veremos si esposible que se inaugure alguna casa ya construida para el próximo verano. Los precios parten de los 35 dólares el m2 en chacras promedio de una hectárea, todas con vista al mar, debido a la altura y pendiente del predio. El mayor atractivo del proyecto es que uno siente el campo y el mar, en mi opinión dos paisajes únicos”. Y agrega finalmente: “Como fanático del tenis no puedo dejar de mencionar la única e impecable cancha de tenis de pasto que hemos construido, sin duda muy atractiva. Rocha es un paraíso, cada año descubro lugares nuevos, tanto en la costa como en su interior. Hay que cuidarlo sin hacer construcciones ni desarrollos que vayan en contra de la naturaleza”.
Por Adriana B. Anzillotti, Sábado 18 de enero de 2014
para el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION