Los alquileres altos generan la rotación de las marcas; el rubro de la indumentaria lidera la demanda.
Si bien la plaza comercial de Palermo SoHo está en etapa de recambio y acomodamiento, los negocios no comercializan como hasta hace dos años, influidos por los cambios económicos que no fueron satisfactorios para las ventas de los artículos que se ofrecen en este barrio porteño. Esta situación hizo que varias marcas piensen mucho a la hora de renovar sus contratos, sumado a las altas pretensiones de los propietarios cuando deben renegociar un acuerdo por el alquiler.
Dentro de esta realidad la zona es muy buscada, pero presenta un índice alto de vacancia. “Este foco comercial con eje en las calles Gurruchaga y Aguirre transita por el momento de mayor vacancia de locales de los últimos años. Actualmente llega a un 10% en ambos casos”, explicó Juan Cruz Beccar Varela, gerente de la división de locales de L. J. Ramos Brokers.
De los rubros que buscan este punto porteño, el predominante es la indumentaria, al que se suman algunos pedidos vinculados con lo gastronómico.
En relación a los metrajes que se solicitan, Federico Salem, agente inmobiliario en Remax/Más, explicó: “Los pedidos son para los comercios de venta minorista, en locales de 100 a 130 m2. En cambio, en el rubro gastronómico los metrajes que se solicitan promedian entre los 145 y 150 m2”.
Otra cuestión que se negocia mucho por esta época son los contratos de locación. “En este aspecto hay una lucha diaria entre el potencial inquilino y el propietario, ya que el primero quiere hacer el contrato lo más extenso posible, y así asegurarse de algún modo el recupero en mayor cantidad de tiempo. Mientras que por el otro lado, los propietarios quieren acceder al máximo hasta los tres años que marca la ley para este tipo de contratos, y aprovechar esa renovación para ajustar el contrato después con otra realidad a la que se firmó inicialmente”, dijo Salem.
Estas situaciones y las bajas en las ventas han hecho que se generen rotaciones constantes de las marcas, pero con el mismo perfil comercial. “Por lo general, en un local usado para gastronomía, con las conexiones realizadas y con un público que tiene mentalizado el espacio con un lugar gastronómico, es más fácil llevar a un cliente del mismo rubro que de otro (aunque hay excepciones). Algo similar ocurre con la indumentaria y con el resto del sector”, agregó. La ventaja comercial clave es la sinergia que se genera al estar rodeado de marcas de la competencia. “En este caso, la indumentaria genera que ambos focos sean elegidos por la gente que sabe que en un lugar tiene todas las marcas a disposición. Le permite comparar, buscar precios y hasta conocer las firmas nuevas que, en su mayoría, se instalan en la zona como punto de partida para posicionarse en un mercado muy competitivo”, dijo Beccar Varela. Seguí leyendo “Locales – Sube la vacancia en Palermo SoHo”