Las inversiones en sanatorios reconvierten las zonas en las que se instalan y generan un efecto derrame que produce oportunidades.
CÓRDOBA. En los últimos tiempos las inversiones de clínicas e instituciones dedicadas a la salud en nuevos complejos o la apertura de centros ambulatorios vienen acompañadas del desarrollo de áreas de servicios generadas por otros grupos, multiplicación de departamentos para alquilar e, incluso, algunos proyectos de hoteles.
“Sin dudas, ese tipo de proyectos, generan polos de servicios complementarios producto del movimiento que provocan -explica el especialista en temas inmobiliarios Sergio Villella-. Lo más complicado es el estacionamiento por la falta de terrenos y porque las mismas instituciones incluyen playas. Donde desembarcan, reconvierten las zonas”.
Uno de los pioneros en esta tendencia es el Hospital Privado. Cuando comenzó, en 1957, su construcción en barrio Parque Vélez Sársfield -a unos 15 minutos del centro de Córdoba- sólo había algunas casas. “No hubo nada guiado; el camino para nosotros fue siempre pensar en la salud y, después, ir llegando a los lugares donde está la población”, señala Gerardo Amuchástegui, Ceo del grupo que hoy cuenta con su sede central y cinco centros en distintos puntos de la ciudad con entre diez y 25 consultorios por donde pasan unas 5000 personas por día. Además, tiene una cadena de farmacias.
En barrio Parque Vélez Sársfield -donde el Privado ampliará su estructura de alta complejidad este año- son varias las casas que se reconvirtieron es hospedajes, restaurantes e incluso instituciones de prestaciones médicas complementarias. “Explotamos lo que es inherente a nuestro negocio, como la playa y el restaurante, pero es obvio que alrededor hay un movimiento que se puede aprovechar. Las actividades médicas ambulatorias son las más dinámicas y aportan a esos polos”, sigue Amuchástegui. El Privado fue la primera institución de la salud en la ciudad en desembarcar con consultorios en centros comerciales: “En vez de estar en una sala de espera, la persona pueden hacer otras actividades más productivas”. Para Villella las construcciones alrededor de donde se instala un centro sanitario importante “toman un cariz inmobiliario; se presentan oportunidades comerciales y sus valores no escapan de esa dinámica. Una vez que absorbió la primera demanda, empieza la disputa hacia arriba”.
Aunque es un plan que esperan desarrollar entre 2020 y 2030, Sanatorio Allende ya empezó el proceso de trazado de un master plan en las 7,5 hectáreas que adquirió junto al barrio cerrado Manantiales en la zona sur de esta ciudad; así completará su oferta que nació en Nueva Córdoba y se expandió luego al área Norte, sedes que también siguieron creciendo hasta tener una oferta de unas 420 camas con inversiones en los últimos años por US$18 millones.
“En la zona Norte empezamos con un periférico porque detectamos que no había una guardia consistente en un área donde viven unas 500.000 personas por eso la ampliación en un punto estratégico -agrega-. Los estudios revelan que deben existir centros con capacidad de resolución de problemas de salud a 15 minutos de donde vive la gente, hacia eso apuntan las inversiones”.
El Allende construyó 21.000 metros cuadrados -a unos US$2000 el metro- y cocheras en la zona Norte, donde inauguró hace ocho años; ahora avanza en el plan para el Sur de la ciudad, que arrancará con unas 150 camas para llegar a 400 y con diferentes áreas de complejidad y especialidades.
“La medicina requiere cada vez más espacio; hace 30 años con 20.000 metros cuadrados en el mundo un hospital era un gigante, hoy son de 100.000 metros; esa es la tendencia”, apunta Lozada e insiste en que los proyectos de Allende están definidos “por el espacio para la salud; que haya hotel cerca, que se sumen comercios y servicios es excelente pero no nos involucramos directamente. El objetivo nuestro es sólo salud, discutimos eso y no si el hotel es rentable”.
Más polos
Instituto Oulton, un centro de diagnóstico por imagen, avanza en su operación para ejecutar un complejo que incluirá una clínica polivalente, residencias para la tercera edad y un petit hotel con una inversión global de alrededor de US$20 millones. El terreno ya está comprado y se están terminando los detalles del master plan, confirmó Carlos Oulton, titular de la empresa.
Su análisis también incluye que la demanda social es a conseguir atención integral en un solo espacio y que, por lo tanto, hacia esa respuesta deben orientarse las inversiones en salud. En el caso de Oulton la iniciativa podría incluir asociaciones ya sea para la clínica o para el cohousing destinado a personas mayores.
El modelo sigue los lineamientos de los que ya funcionan en Europa, especialmente en los países nórdicos, y Oulton confía en que en la Argentina existe la demanda para sostenerlos. Para el hotel -que sería mediano- la intención es tercerizar la gestión.
Otros casos
En el centro de la ciudad el Instituto Conci Carpinella -nació como centro de diagnóstico por imágenes y hoy es polivalente- avanzó en sus ampliaciones hasta ocupar 3.645 metros cuadrados. Desde la entidad aseguran que, desde hace poco tiempo, las entidades de salud tienen acceso al crédito lo que facilita las inversiones.
En este caso -por su ubicación- las inversiones inmobiliarias que se gestaron se orientaron a playas de estacionamiento. A metros del instituto hay dos clínicas más, que tampoco contaban con espacio para los autos. “La veta del negocio a explotar era clara y hacia allí avanzaron los empresarios”, graficó Villella.
En barrio General Paz, el Sanatorio del Salvador sumó 350 metros cuadrados a partir de reconvertir casas cercanas y, en Arguello -localidad dormitorio de Córdoba- el Alive se extendió a 3000 metros cuadrados. “Para crecer, por falta de tierras, deben apelar a transformar otras unidades y eso, por supuesto, revaloriza toda la zona”, finaliza el experto inmobiliario.
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Por Gabriela Origlia, Lunes 14 de mayo de 2018
Publicado en el suplemento Inmuebles comerciales e industriales del diario LA NACION