Es uno de los barrios del sector norte de la Capital que más obras han sumado en los últimos años.
De aquellas colinas en las afueras de la ciudad en la época de la Colonia ya nada queda. De las primitivas chacras sólo se encuentran vestigios en las casonas de amplios terrenos. Trasmutaciones de un sector del norte porteño porque un vecino, Francisco Seeber, presidente de Muelle de Las Catalinas, en 1886, determinó que con tierras de aquel lugar se rellenaran las inmediaciones de su empresa en lo que es hoy avenida Alem y Paraguay, un sector bajo cercano al puerto de Buenos Aires. Referencias de los orígenes del barrio de Villa Urquiza, que perdió altura en los terrenos, pero la ganó en los grandes desarrollos inmobiliarios.
Su tradicional fisonomía de calles anchas y arboladas se modernizó con los altos edificios que se desarrollan en arterias como Álvarez Thomas, Monroe, Triunvirato, Burela, Blanco Encalada, Olazábal, Roosevelt y Juramento.
“En Villa Urquiza las unidades de uno y dos ambientes son las estrellas del mercado”, comenta Carlos J. Puente, titular de Puente Inmobiliaria, que agrega: “Las más requeridas son las que se destacan por ubicación y calidad”.
También dice: “El impacto de la construcción fue y es importantísimo, siendo este barrio, en los últimos 10 años, el tercero de la ciudad en cantidad de permisos de obra nueva”. Los usuarios más interesados son los “de 30 a 60 años, casados, con hijos, de clase media alta”, consigna Diego Marcelo Vega, cotitular de Vega Organización Inmobiliaria, sin olvidar a las parejas jóvenes que invierten en su primera vivienda. Para Juan Ignacio Mel, de Mel Propiedades, “el mercado inmobiliario de este sector se encuentra con más movimiento, con más ventas que en Belgrano, Núñez y Palermo”. Según el especialista, “esto sucede porque los que buscan unidades más amplias, con un presupuesto limitado, deben emigrar de estos barrios y se trasladan a Villa Urquiza, con valores más accesibles”.
Mel se refiere a valores según los proyectos -por ejemplo de fideicomisos en pesos- y cotiza unidades de dos a cuatro ambientes más amenities y cochera, desde 1870 dólares el m2 en un edificio de pocos pisos, mientras que en otro de 15 pisos los precios de las unidades de uno a tres ambientes y amenities de categoría, apto profesional, se calcula desde 1980 dólares el m2. Valores que se traducen a pesos al cambio oficial. Por su parte, Vega calcula en unidades de uno a tres ambientes, en un edificio de pocos pisos con amenities y cocheras, lo mismo que otro de uno a dos ambientes, en 2200 dólares el m2, promedio.
“La pelea m2 vs. dólar refleja que cuando las unidades son de muy buena construcción y ubicación, con antigüedad no mayor a 10 años, los precios se mantienen estables, cepo mediante”, sostiene Puente, que entiende que “al escuchar ofertas, las operaciones se cierran entre 2400 a 2600 dólares el m2″. Así cotiza, por ejemplo, un dos ambientes más escritorio, de 60 m2, a 137.000 dólares”, y otro de dos ambientes, “de 50 m2 más cochera, a 109.000 dólares”, refiere el broker. Si las unidades son de mayor antigüedad, los precios están en un rango de 1600 a 1800 dólares el m2.
De otra época
Aquellas casas bajas y amplias, con jardines, albergaron a recordados vecinos, como Carmencita Molinari, pareja de baile del Cachafaz y primera mujer con nombre y apellido entre las bailarinas del tango. Otros destacados, la poetisa Norah Lange; los pintores Ramón Subirats y Fermín Coos; el cantor Jorge Casal y el poeta Celedonio Flores, autor de célebres tangos como 96, dedicado al tranvía que circuló por la villa.
Entre los designados vecinos ilustres figuran el violinista Emilio Balcarce y el cura párroco Boris Gabriel Turel. Se recuerdan las caminatas que Jorge Luis Borges hacia por el lugar para visitar a su hermana Norah y las presentaciones de Carlos Gardel a sala llena en el viejo cine-teatro 25 de Mayo.
Hoy, el comprador de casas cuenta con un amplio sector delimitado por las calles Roosevelt, Cullen, Burela y Larralde, próximos al Parque Sarmiento y al Barrio Parque Perón, donde entran el sol y la luz, y donde no se permiten edificios de altura. “El valor de una casa modelo de dos plantas con 150 a 200 m2 cubiertos, con garaje, tres a cuatro dormitorios y parque con parrilla, ronda de 350.000 a 400.000 dólares”, informa Carlos Puente.
El stock de oferta se incrementó en las unidades nuevas y disminuyó el de usados, creciendo muchísimo el mercado de alquileres. Lo que surge de igual manera con las casas, que por sus altos valores es más difícil venderlas, por lo que se opta por alquilarlas.
Se espera que “el Cedin tenga un impacto positivo en la demanda, lo que genera expectativas”, confía Juan Ignacio Mel, que reconoce: “En Urquiza se está reacomodando el mercado luego de los cambios realizados por el Gobierno en el sistema cambiario”.
De 8 a 2
No es el resultado de un partido de fútbol. Es una proporción que explica Diego Vega: “En promedio, de que cada diez operaciones realizadas, ocho son de departamentos y dos de casas”. Lo que más se pone a la venta son viviendas desocupadas.
Más habitantes
Son 5000 los nuevos residentes -como mínimo- que llegaron al barrio en la última década a causa de los numerosos desarrollos de viviendas.
Datos para evaluar
Precios estimados según los proyectos en la zona:
- Impacto: el crecimiento en Villa Urquiza ha sido contundente. En los últimos diez años se ubica tercero en la ciudad por la cantidad de permisos de obra nueva
- Preferidas: son las unidades de uno y dos ambientes, y más aún aquellas en las mejores ubicaciones y de calidad
- Para todas las edades: aunque el perfil ubica un rango de entre 30 y 60 años, casados, con hijos a la mayor cantidad de compradores que se instalan en este barrio porteño, la oferta también está dirigida a los jóvenes que dan los primeros pasos
Pinceladas del pasado
Relatos de memoriosos cuentan que la región conformada por chacras, distribuidas por Juan de Garay tras la segunda fundación de Buenos Aires, hacia fines del siglo XIX se caracterizó por los hornos para fabricar ladrillos. Tras el loteo y las ventas de los terrenos comenzó la urbanización de Villa Catalinas, denominación originaria de la actual Villa Urquiza, cuya primera calle adoquinada fue Guanacache, hoy Roosevelt. Las amplias y frondosas plazas pintan de verde su escenografía, con vecinos que dicen ser villurqueros.
Por Juan Manuel Raimundo, Sábado 22 de junio de 2013 para LA NACION