Es uno de los objetivos de los que se van a vivir solos o en pareja; la decisión no es sencilla, pero si se accede a un crédito, la meta se alcanza.
Mucho se discute -incluso se filma- acerca de la prolongación de la adolescencia, de cierto supuesto desinterés de los más jóvenes por independizarse. Más allá de las explicaciones psicosociales que pueden elaborar al respecto los especialistas en el tema, al menos en la Argentina, no parece estar tomándose mucho riesgo si se afirma que son arduas las dificultades prácticas que deben afrontar los menores de 30 cuando pretenden consolidar la salida de la casa paterna, por ejemplo adquiriendo la propia.
En ese sentido, el Banco de la Ciudad de Buenos Aires propone una línea de créditos hipotecarios -Ciudad Social, Ciudad Vivienda, Ciudad Vivienda/Distrito Tecnológico y zona sur, Ciudad Vivienda por tramos y Primera Casa BA, que trabaja en forma conjunta con el IVC- que pueden ayudar dando un empujoncito hacia la autosuficiencia. Según datos facilitados por Jorge Velázquez, de la entidad en los primeros ocho meses del año, en el Banco de la Ciudad se evaluaron aproximadamente 800 solicitudes de jóvenes menores de 30 años que presentaron la documentación para acceder a un crédito hipotecario, lo que representa más de un 30% de las solicitudes totales. Dentro de estos solicitantes hubo un 43,5% de mujeres y un 56,5% de hombres; un 66,9 de solteros, 14,3% de jóvenes casados, 18,3% que viven juntos, 0,2% divorciados y 0,2 en unión civil.
¿Cuántas de estas solicitudes fueron otorgadas? Entre enero y agosto de 2013 “llevamos otorgados, a personas de hasta 30 años, 360 préstamos”. De éstos, un 88% fue aplicado a la compra de departamentos usados, y un 72,3 % a unidades de entre 30 y 70 m2″.
Color de rosa
Como de costumbre, tras la precisa frialdad de los números suelen esconderse historias de vida que -por suerte- algunas veces tienen final feliz. “Desde que visite el banco para averiguar acerca de los créditos y el momento en que pisé mi primera casa propia pasaron alrededor de 4 meses”, cuenta Emilio Cela, de 28 años, editor de TV. Y continúa: “Tuve la suerte de poder vivir con mis padres hasta los 27, no necesité salir antes a alquilar, lo que en mi caso hubiera resultado un derroche, una pérdida de esfuerzos y dinero. Cuando sentí que había llegado la hora de independizarme y armar mi propio proyecto familiar busqué la forma de comprar un departamento”.
Fue entonces cuando con Daiana, su novia, empleada administrativa en un local de ropa, se acercaron al Banco Ciudad y analizaron las líneas de créditos. Finalmente optaron por el Plan Ciudad Vivienda Sur. “El trámite fue sencillo, afortunadamente cumplía con todos los requisitos y no hubo problemas. La atención estuvo muy bien, bastante personalizada, y las cuotas fijas en pesos resultaban accesibles para nuestra situación económica, así que nos pusimos a buscar propiedades. Vimos muchas hasta que finalmente, en una página de Internet encontramos la que resultaría ideal: un departamento en Parque Patricios, frente a la misma plaza, de 3 ambientes amplios, luminoso, cálido y seguro, donde vivimos hace un año. Lo pagamos 80.000 dólares, en 20 años a tasa fija. La vida nos cambió completamente. Además de ser dueño de mi casa, ahora lo soy también de mi tiempo. Vivo cerca del trabajo y puedo estar en casa temprano. Llegar al propio hogar te brinda un bienestar increíble.”
El relato de Emilio, casi ideal, es similar al de Mercedes y Diego. Ellos estuvieron años “alquilando y planificando la compra”, que concretaron también con un crédito del Banco Ciudad, tramitado en un mes. “La complicación surgió con las inmobiliarias hace un año, cuando buscábamos; muchas no te aceptaban si tenías crédito, querían sólo dólares. Finalmente dimos con una más realista y adquirimos 160 metros cuadrados, a 650.000 pesos, de los cuales alrededor de la mitad se pagó en dólares. Hoy sentimos una gran tranquilidad, estamos pagando nuestra propia casa y proyectando nuestra familia.” Emilio vuelve a escena y se suma al reclamo. “Para nosotros el tema inmobiliario también fue problemático. La atención dejó mucho que desear, desaparecieron en cuanto cobraron una elevada comisión”, se queja.
Para evitar problemas
Consultada respecto del comportamiento de las inmobiliarias, Gabriela Goldszer, vicepresidenta 2° del Colegio Profesional Inmobiliario (Cucicba) y, además, titular de Ocampo Propiedades, explicó que una manera de evitar estas dificultades es “operar con empresas que se encuentren matriculadas. Esto garantiza seriedad, buena atención y, también, un espacio de queja si algo no anduviera bien”. Cucicba es un organismo colegiado que controla a las inmobiliarias matriculadas, “que tiene la función de capacitar, jerarquizar y profesionalizar al sector”. Por eso Goldszer estimó interesante la posibilidad de tomar contacto con el Banco Ciudad e interiorizarse en cuanto a los créditos para evitar problemas que, algunas veces, pueden deberse a la desinformación.
Por su parte, Diego Migliorisi, titular de Migliorisi Inmobiliaria, expresó: “En principio todas las propiedades -ya sea usadas o nuevas (terminadas) con posibilidad de escriturar y títulos perfectos- son aptas para la venta con crédito bancario. El Banco Ciudad ha mejorado mucho en cuanto a los productos financieros que ofrece, y más aún en el otorgamiento y la aprobación del crédito. Se estima entre 30 y 40 días para concretar una operación. Los requisitos y la agilidad bancaria en la firma de la escritura de hipoteca son determinantes en el mercado actual. Para esto, además de los requisitos de ingresos del tomador del crédito deberá estar disponible copia de escritura, reglamento de copropiedad, plano de subdivisión del inmueble y una reserva del inmueble. En los últimos años hemos incrementado la cantidad de operaciones con créditos especialmente con ese banco, cerca de un 10% con respecto al año último”.
Una situación que no sólo los jóvenes con ánimos de independencia esperan se generalice.
Por Paula Gómez , Sábado 23 de noviembre de 2013
para el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION