“Si falta libertad de expresión, ¿que más podrá faltar depués?”, reflexionaba un ejecutivo en una reunión informal, café mediante y más allá de los negocios. Otros comentarios acerca de la creciente preocupación de los últimos acontecimientos que sacuden a la sociedad son parte de una charla ineludible. Y una palabra en común que defender: libertad, en su sentido más amplio, el valor más preciado de la vida.
Tiempo para pensar y a la vez para persistir en la tarea cotidianana: se necesita mucha energía para concentrarse en el trabajo del día a día en las ventas y en la dedicación que requieren los proyectos en marcha.
Una cualidad de los profesionales del sector en el país es que tienen un intenso entrenamiento para encarar los momentos críticos. Esa continua inestabilidad (al menos por períodos) o incertidumbre ha acompañado tantos escenarios de manera sucesiva que nada parece frenar la acción destinada a impulsar a la actividad, aun conviviendo con los problemas más acuciantes.
¿Qué sucede estos días con las variables? Algunos consideran que la oferta está reducida, fundamentalmente en las unidades chicas y bien ubicadas, condiciones básicas, muy requeridas hoy y que, por lo tanto, se comercializan a toda velocidad. Quienes están en condiciones de pagar más pueden optar por los nuevos, que además ofrecen algunos amenities y que en general prefieren los más jóvenes.
No abundan los lanzamientos, aunque algunos están en carrera y ya han presentado proyectos en gran escala. De todos modos, siempre queda en claro que el que mueve el mercado local es el segmento de alta gama, en condiciones de responder a esa demanda que también frente a las inestabilidades se refugia en los ladrillos.
Es interesante cómo algunos developers habituados a ubicar las localizaciones premium en la ciudad han salido en busca de nuevas alternativas, como en el caso de Dypsa, que ha realizado importantes obras en Puerto Madero, ha encontrado también un espacio de muy buen nivel en el sur del Gran Buenos Aires para generar una propuesta mixta de calidad y con variantes.
Buenos negocios existen en todas partes, sólo que es necesario ampliar la mirada y contar con protagonistas que conozcan al dedillo cada localización para acercar en cada caso lo que la demanda requiere y en un contexto limitado (y por largo tiempo) en materia de financiación.
Por Adriana B. Anzillotti,02 de abril de 2011
Publicado por La Nación