En este corredor las unidades a estrenar se cotizan desde los 2800 dólares el m2; mientras en los edificios premium, los valores exceden los 4000 dólares el m2, y los usados en 2000 dólares el m2.
Acompañado por un crecimiento en la oferta gastronómica, el Bajo Belgrano se consolida como una zona próspera para el sector. La demanda se concentra en unidades de dos y tres dormitorios para familias que buscan edificios nuevos con amenities y jóvenes profesionales.
Delimitada por la Avenida Del Libertador, Figueroa Alcorta, Monroe y La Pampa, esta zona fue la que más creció en el rubro inmobiliario de Belgrano en el último tiempo, “tanto en casas para reciclar como en terrenos para la construcción de edificios y emprendimientos”, comentó Fabián Bergier de Tizado. Entre otras condiciones que hacen de este barrio una zona demandada, Nicolás Biderman de Re/Max destacó: “El Bajo Belgrano es una zona de excelente ubicación, con rápidas vías de accesibilidad vehicular, ubicación estratégica que facilita el acceso tanto a la zona norte como al centro y a su inigualable entorno”.
Las calles donde más se puede ver el crecimiento son La Pampa, Sucre y Echeverría, por el surgimiento de nuevos desarrollos terminados. David Cipolla, director de la inmobiliaria homónima, comentó que el mercado inmobiliario se mostró activo y aseguró que esto se debe al crecimiento del corredor de la Avenida Del Libertador hacia la zona norte y por los servicios que brinda. “También activo en lo que respecta a desarrolladores en busca de tierra, inversores en busca de proyectos y consumidores en busca de unidades terminadas”, dijo Cipolla. Respecto al público inversor, Biderman agregó: “El corredor norte de la ciudad de Buenos Aires siempre está activo, más allá de las idas y vueltas del mercado, es seguro ya que tiene un gran valor de reventa”.
Si bien las unidades de dos y tres ambientes son la elección más habitual para el inversor, las cocheras también se destacan y se las puede pagar más de 30.000 dólares. “Los compradores pertenecen a un buen poder adquisitivo, que prioriza los espacios de reunión de generosas dimensiones, con mucho verde, seguridad y construcciones de alta calidad y funcionalidad”, explicó Biderman. Un escenario similar planteó Bergier: “La mayor demanda es de dos y tres dormitorios para familias que buscan edificios nuevos con amenities y fáciles accesos vehiculares”.
También hay un perfil joven y profesional que elige el Bajo Belgrano. “Buscan unidades de uno, dos y tres ambientes. Y los departamentos de cuatro y cinco ambientes, son más demandados por un público de alto poder adquisitivo y familia de dos y tres hijos, que busca las ventajas de la zona y el perfil de los edificios premium”, expresó Cipolla.
En tanto, Bergier aseveró que hay unidades a estrenar en edificios con amenities desde los 3400 dólares el m2 como por ejemplo en la torre Park del grupo Upgrade en Monroe. Para Cipolla, “los departamentos de dos y tres ambientes a estrenar tienen un valor que oscila entre los 2900 y 3800 dólares el m2 dependiendo si son edificios entre medianeras o en torre. Exceptuando grandes desarrollos y edificios premium donde los precios exceden los 4000 dólares el m2″.
En alquiler, un departamento de tres ambientes amplios con menos de cinco o seis años, con cochera y amenities se cotiza en 15.000 pesos mensuales (+/- 20%) dependiendo de los servicios que ofrezcan, según Re/Max. En Tizado aseguraron, que de acuerdo al edificio, antigüedad y metraje de la unidad, los valores pueden oscilar entre 6000 y 10.000 pesos para un dos ambientes y 12.000 pesos y 16.000 para uno de tres”. Cipolla expresó: “Las unidades de dos ambientes oscilan entre 5000 y 7000 pesos y las de tres oscilan entre 8000 y 10.000 pesos. En ambos casos, son a estrenar y hasta los diez años con y sin amenities”.
Buen comer
El epicentro comercial está en la emblemática Avenida Del Libertador debido a muchos metros cuadrados a estrenar en locales comerciales surgidos de los nuevos desarrollos. Éstos son de gastronomía, concesionarias de autos y motos, y casas de decoración de lujo. Los brokers coincidieron que se fue generando una oferta gastronómica con foco principal en Sucre o La Pampa entre Figueroa Alcorta y Castañeda.
“El tejido comercial comenzó a desarrollarse a través de las nuevas construcciones en la zona. El principal factor de crecimiento en el polo comercial estuvo ligado a la gastronomía”, dijo Cipolla. “La oferta comercial se acomoda a la demanda. Las casonas antiguas con grandes lotes se alquilan o venden con el fin de reformular su uso de lo habitacional a lo comercial”, detalló Cipolla.
“Es una zona con variada e interesante oferta gastronómica, áreas verdes de esparcimiento como los bosques de Palermo, colegios y clubes”, amplió Cipolla.
Ante este panorama, Biderman concluyó: “La construcción permanece activa y todo indica que la evolución de este sector continuará en la misma dirección, ya que la ubicación aporta una gran oportunidad para generar resguardo de valor en un contexto donde el precio del metros cuadrado tiende a reacomodarse”.
Por Guadalupe Fernández Fronza, Sábado 21 de mayo de 2016
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION