Bicicletas frente al local

Varios comercios incorporaron este servicio para que los clientes lleguen pedaleando y las estacionen mientras toman un café o van de compras.

En una ciudad donde más de 150 mil personas viajan a diario en bicicleta, que un local sea bike friendly dejó de ser sólo un valor agregado. Con una inversión mínima, muchos comercios se están adaptando para recibir a los clientes amantes de las dos ruedas.

“Si el local es biciamigo suma más puntos -dijo Rudi, que vive en Palermo-. Uso la bici todos los días para ir a trabajar y los fines de semana para pasear.” Mientras, Julieta dice que se trajo la bicicleta plegable cuando volvió de un viaje a Londres y no se despegó más de ella: “Es mucho más que un medio de transporte. Cuando te acostumbrás se vuelve casi como una extensión de tu cuerpo”, afirmó.

Si bien Buenos Aires aún está lejos de los rankings de las ciudades más bike friendly del mundo como Amsterdam, donde el 40% de los viajes urbanos se realiza en bicicleta, el GCBA apuesta a que cada vez más personas se sumen a esta modalidad tan saludable: “Dentro del programa Ecobici tenemos tres ejes: la construcción de una red de ciclovías (que hoy llega a los 100 km), el sistema de bicicletas públicas y la promoción del uso de la bici”, contó Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte del gobierno porteño. En este último eje se fomenta el uso de la bicicleta en los comercios. Los beneficios que éstos le brindan a sus clientes son otra forma de estimular su uso: descuentos y hasta ofrecen un bicicletero propio donde dejarla de forma segura.

“Desde la subsecretaría contactamos a los comercios y les proponemos firmar un acta de acuerdo a través del cual ellos brindan beneficios a sus clientes que llegan al local en bici. A cambio, nosotros los sumamos al mapa que tenemos en la Web con todos los Locales Amigos de la Bici. Ellos, además, se comprometen a darle visibilidad al descuento y comunicarlo a través de sus medios”, sostiene Dietrich.

Actualmente, desde la subsecretaría también se están colocando bicicleteros en distintos puntos de la ciudad y la ubicación de los comercios que sean amigos de la bici es tenida en cuenta en el momento de instalarlos.

Una tendencia que se afirma a nivel internacional y que Buenos Aires la adopta

Para todos los gustos

Son muchos los rubros que ofrecen beneficios a los clientes que llegan pedaleando, pero el que más se destaca es el gastronómico con descuentos en la carta. Pero no es el único: gimnasios, lugares de espectáculos y tiendas de indumentaria y accesorios también son protagonistas de esta iniciativa.

Desde 1998 el local de ropa femenina Juana de Arco es bici frendly: ese año Mariana Cortés encontró el local andando y desde su apertura puso en la puerta un bicicletero. “A las clientas les encanta; es parte de la experiencia especial de venir a Palermo y parte del concepto de nuestra marca: hacer vida sana y feliz”, comentó Valeria Di Salvo, de Juana de Arco, donde tienen un 10% de descuento para quienes llegan con este medio de locomoción.

Andrés Cano es uno de los dueños de Almacén Purista, un comercio gastronómico que decidió poner un bicicletero en la puerta y hoy recibe un promedio de 15 ciclistas por semana: “Nos gustó, porque tanto a mí como a mis socios nos encanta andar en bici. Nos sumamos al mapa de lavidaenbici.com y decidimos regalarles un premio a los que vienen de este modo: un café especial con leche condensada. En el verano está la opción de una granita de té helado también. Es con una consumición mínima de 30 pesos”, dijo Cano.

Los locales también se relacionan entre ellos para promover el uso de la bici. Este es el caso del restaurante La Apasionada: “Hicimos una asociación con una bicicletería del barrio donde ellos también ofrecen descuentos”, contó Florencia Aprile.

Por otra parte, la noche porteña también se incorporó a esta tendencia, y muchos bares y boliches instalaron bicicleteros en la entrada e incluso adentro del lugar, como Soria, Crobar, Il Ballo del Mattone, Muchachobar y Niceto.

Aunque hay barrios de la ciudad donde se afianza esta tendencia, por ser una zona comercial muy visitada por jóvenes y turistas, la mayor concentración de locales bici friendly está en Palermo.

Para los dueños de los comercios, la inversión es mínima: un bicicletero cuesta desde 500 pesos, según el modelo. “Apenas lo estrenamos empezaron a usarlo a full. Generó una muy buena aceptación y gracias a eso logramos llegar a más gente”, cuenta Cano.

En este contexto, la demanda de bicicleteros está aumentando: “Cada vez más comercios ponen bicicleteros; no sólo tiendas de barrio, sino también marcas reconocidas, desde una ferretería hasta un local de ropa”, cuenta Juan Ignacio Cava, de Gráfica Don Torcuato, donde realizan este tipo de productos. Por su parte, Cristian Acosta, de MF Metalúrgica, asegura: “En el último tiempo hemos vendido muchos bicicleteros en pequeños restaurantes al paso sobre las bicisendas de Palermo”.

Marcelo Trinidad, de la herrería homónima, asegura que además de brindar un servicio a los clientes, el bicicletero es parte de la imagen del comercio: “Es una extensión del local”.

En cuanto a los bicicleteros de hierro hay variedad de tipos de caño y se pueden hacer a medida. Uno de los formatos más vendidos es el que se puede emplear para cuatro bicicletas. En este último tiempo está siendo desplazado por los ganchos para estacionamiento vertical.

Por Guadalupe Fernández Fronza, Lunes 07 de octubre de 2013
para el suplemento Inmuebles Comerciales e Industriales del diario LA NACION