La Calabria – Otro San Isidro con sello inconfundible

Al costado del Barrio de las Carreras y a pocas cuadras de importantes avenidas, esta zona con fuerte perfil joven es la que más creció en los últimos diez años

ualquiera de sus calles tiene un clima inconfundible y larga historia. No importa cuáles son, pero al recorrerlas se advierte enseguida en cada esquina el sello de San Isidro, donde su identidad permanece intacta y es parte de lo que la vuelve tan atractiva a través del tiempo. Sus residentes son fieles y están atentos a los cambios, a las pequeñas áreas que crecen dando lugar a los nuevos propietarios que buscan allí su vivienda, su refugio, su espacio para vivir.

Hay que salir del circuito tradicional, del casco histórico y sus adyacencias, del hipódromo, del Barrio Parque Aguirre y el Bajo, entre otras, para ir en busca de cuadras pintorescas, con clima sereno y bien típicas de barrio, donde todos se conocen. Vecinos que frecuentan el café de la esquina y que se reconocen en sus arterias, en el devenir cotidiano que parece apacible, siempre rodeadas de verde, no muy lejos de avenidas clave para circular fácilmente. Gabriela Ferrante, del área de desarrollo y ventas de Soluciones Inmobiliarias, define este sector como La Calabria. “Es muy visitado por turistas. Está en el Alto, entre las avenidas Centenario y Rolón, y las calles Alsina y Liniers. Originalmente era un barrio de inmigrantes italianos, con mucha historia de familias que encontraron allí su refugio. Venían a hacer la América…, ¡y lo lograron! Hoy algunos de sus herederos viven en una muy buena ubicación, donde sus propiedades se capitalizaron con múltiples oportunidades al alcance de la mano.”

En la soleada tarde de primavera, el recorrido por las calles arboledas por esta zona es sumamente placentero. Martín Mieres, director de Mieres SA, no duda cuando dice que “en los últimos 10 años, la zona que mayor impulso y renovación tuvo fue la La Calabria o San Isidro Nuevo o SoHo. En verdad, los nombres sólo tratan de identificar un mismo barrio, que creció a un ritmo interesante y con propuestas accesibles para este sector del norte del Gran Buenos Aires”.

El empresario conoce el barrio y fue testigo de su evolución. “Está al costado del Barrio de las Carreras, y sus linderos son las calles Laprida, Rolón, Tomkinson y Centenario. A partir de 2004/2005 comenzaron a construirse nuevos y modernos edificios bajos, con bajas expensas, casi sin amenities, que dieron lugar y posibilidad a que muchos hijos de propietarios de San Isidro de toda la vida no tuvieran que emigrar a otros barrios más lejanos buscando valores más accesibles. Considero que la zona refleja lo bueno del viejo barrio como las casas y los edificios bajos, todos los servicios básicos, las plazas renovadas, los centros de salud. Todo a mano, porque desde cualquier ubicación y a no más de cinco cuadras la gente se encuentre con el tren Mitre y accede a las líneas de colectivos que circulan sobre la avenida Centenario. Seguí leyendo “La Calabria – Otro San Isidro con sello inconfundible”

Bulevares, bien verdes y cotizados

Son escasos en la ciudad, pero su presencia es un plus valorado para la demanda que elige esas calles rodeadas de vegetación, transformadas en paseos encantadores, en medio del cemento. Vivir frente a esos espacios es más caro.

Olleros, con abundante forestación y clima sereno. FOTO: ANIBAL GRECO

Con melodía propia, los bulevares revitalizan la música cotidiana de los barrios. Algunos inesperados, por encontrarse en zonas de avenidas y alto tránsito, como el bulevar Charcas, que nace en su intersección con Coronel Díaz, y otros que se funden con el paisaje del barrio, rodeado de verde y tranquilidad, como el Los Incas. Bulevar viene de la palabra francesa boulevard, que a su vez deviene del neerlandés bolwerk, que significa bastión o baluarte. “Los bulevares en la ciudad de Buenos Aires son muy buscados por el mercado debido a su carácter distintivo que le aporta personalidad y encanto al trazado urbano. Desde el punto de vista arquitectónico, ese espacio aporta un distanciamiento con la línea municipal de construcción opuesta, permitiendo mejores vistas desde las unidades y su mayor luminosidad”, comentó Facundo Soldati, gerente de la sucursal Botánico de Soldati.

Respecto de esto, Juan Ignacio Mel, gerente de ventas de Mel Propiedades, destacó: “Son ubicaciones privilegiadas que aumentan la categoría de las unidades que están en su entorno”. Con sus tres cuadras de extensión, el bulevar Olleros limita con la Avenida del Libertador, por un lado, y Luis M. Campos, por el otro. Cuenta una bóveda verde de gran altura que recorre su extensión, calles adoquinadas y plazoletas para el disfrute de los vecinos, que la convierten en un tramo muy valorizado. Aquí predominan construcciones de unidades más grandes que el promedio construido en el mercado, en general de cuatro ambientes y algunos de tres. “Los nuevos proyectos sobre bulevares ofrecen unidades, destinando a los contrafrentes, de menor valor por m2, a unidades más chicas”, explicó Mel. Esta valorización se observa en la diferencia de precios por m2 que presenta el bulevar con respecto a otra calle de las inmediaciones. Mel detalló: “Sobre el bulevar Olleros el precio del m2 es de 3250 dólares, en cambio sobre Soldado de la Independencia o Gorostiaga el precio del m2 ronda entre 2900 y 3000 dólares “.

A poca distancia, en la zona del Botánico está el bulevar de la avenida Cerviño, recientemente puesto en valor por el GCBA. Las obras que lo revitalizaron concluyeron en junio, encaradas por la Secretaría de Gestión Comunal y Atención Ciudadana. Se expandió el bulevar al quedar las sendas peatonales contenidas allí. El área verde se rediseñó para aportar una mayor superficie absorbente a la ciudad y se crearon nuevos sectores de estar y espacios con equipamiento urbano con cestos, bancos, mesas, bicicleteros y bebederos.

“La ciudad prioriza cada vez más la construcción de bulevares para ampliar la superficie verde del barrio, recuperar parte de las sendas peatonales y evitar accidentes. Creemos además que es fundamental para la ciudad poder recuperar espacios que le den prioridad al paso de los peatones y que nazcan nuevos puntos de recreación para toda la familia”, expresó Eduardo Macchiavelli, titular del área de Gestión Comunal y Atención Ciudadana de la ciudad. Seguí leyendo “Bulevares, bien verdes y cotizados”

En el corazón de Villa Luro, un corredor verde

Ramón Falcón, en el tramo que se convierte en avenida, es uno de los sectores preferidos de los desarrolladores.

La ciudad de Buenos Aires cuenta con un puñado de coquetos bulevares que parecen mantenerse al margen de la vorágine cotidiana a la que se encuentra sometida la gran ciudad. Uno de los que en los últimos tiempos captó la atención no sólo del público, sino también de los desarrolladores es el tramo en que Ramón Falcón se convierte de calle en avenida, desde el 5400 al 5800. Este sector se transformó en uno de los pequeños polos inmobiliarios del corredor oeste de la Capital Federal.

En esa traza de tan sólo 500 metros, donde los palos borrachos se convierten en uno de los principales atractivos, se multiplican los inmuebles residenciales. Actualmente allí conviven cerca de una decena de edificios (tres de los cuales con superficies que superan los 5000 m2 cada uno) que se encuentran en distintas etapas de construcción. “Este rincón porteño creció aceleradamente en los desde 2007, con edificios de gran nivel y unidades exclusivas, que convirtieron al bulevar en uno de los lugares más pintorescos de la Capital”, explicó Jorge Reale , gerente de la firma homónima, con más de 25 años de trayectoria en la zona. Y agregó: “Tan sólo en los últimos años se levantaron aquí una media docena de edificios”.

La zona que se caracterizaba por ser un área residencial y tranquila de casas bajas, hoy experimenta una notoria mutación fisonómica que en muy poco tiempo le sirvió al barrio no sólo para ganar en altura, sino también para sumar nuevos vecinos provenientes de sectores próximos de la ciudad de Buenos Aires y de algunas localidades de la zona oeste del GBA.

“Actualmente el público está muy segmentado; los que quieren vivir en propiedades bajas buscan viviendas a un par de cuadras de Ramón Falcón, que allí suelen ser más amplias y las que no cuentan con jardín tienen terrazas. En cambio, los que son adeptos a las construcciones en altura encuentran una gran oferta en las calles que flanquean el bulevar. Allí existen alternativas costosas con todo el confort y el diseño, y propuestas más accesibles sin servicios ni amenities, pero casi todas con muy buen nivel constructivo”, comentó Oscar Labastié, socio gerente de la sucursal Tizado, de Villa Luro.

Para Juan Augusto Ciocale, socio del estudio Ciocale-Ciocale (tercera generación de arquitectos-desarrolladores), este cordón de edificios es un nexo entre la dinámica y el ruido de la avenida Rivadavia, y la tranquilidad del barrio. Los brokers consultados coinciden en que este sector podría compararse -desde el punto de vista inmobiliario- con la avenida Pedro Goyena (Caballito) a pesar de que esa arteria no cuenta con bulevar. Seguí leyendo “En el corazón de Villa Luro, un corredor verde”

Rincones porteños – Barrio Parque Saavedra, con el encanto de otros tiempos

El sector residencial rodeado de verde surge como un oasis en medio de la ciudad donde reina el clima sereno y amigable.

Existen sectores de la ciudad que parecen escapar del ruido y la vorágine cotidiana en que se encuentra inmersa Buenos Aires; son esos pequeños rincones porteños que parecen burlar el paso del tiempo. Sin duda uno de los mejores ejemplos es el denominado Barrio Parque Saavedra, también conocido como Barrio Residencial Cornelio Saavedra, que se encuentra delimitado por la calle Andonaegui (lindante con el parque Sarmiento) y las avenidas Crisólogo Larralde y General Paz.

Esta área de forma triangular se encuentra rodeada de grandes espacios verdes. Se trata de un pequeño barrio obrero, que fue proyectado en la década del 40, y que se caracteriza por sus calles curvas y diagonales, que le otorgan al barrio no sólo seguridad, sino también una estética similar a la de las viejas villas balnearias. “Este espacio, colindante con Villa Pueyrredón, es una muy linda y tranquila zona de chalecitos que originalmente fue concebida para la clase obrera y hoy, luego de varias refacciones, se convirtió en una zona destinada a la clase media alta”, comentó Mario Javier, responsable de Mato Ferrando Estudio Inmobiliario.

El barrio, que se caracteriza por su cuidada estética, cuenta con tan sólo 14 pintorescas y tranquilas calles. “La zonificación que abarca allí no sólo impide la construcción de edificios, sino que además, a la hora de realizar reformas, preserva la estética de los frentes lo que le asigna una identidad particular a la zona”, dijo Sebastián González, integrante de la firma González Neira, una de las referentes en esa parte de la ciudad.

Y agregó: “Allí las viviendas que originalmente contaban con dos dormitorios y un pequeño patio o jardín, hoy se transformaron en viviendas de 3 o 4 dormitorios”.

La homogeneidad arquitectónica es uno de los pilares estéticos de este espacio de la ciudad, que en los últimos años parece haberse puesto de moda como un punto de encuentro para aquellos que buscan -los fines de semana- cultivar la actividad física y la vida sana. “Esta es una zona particular; si bien hay propiedades en venta (incluso nosotros tenemos), no es mucha la oferta que hay ya que son valores altos y en dólares, y la presente situación del mercado impide que se concreten las ventas. En relación con proyectos multifamiliares no son tantos dado que no se puede construir edificios altos, tal vez algunos proyectos en PH”, comentó Gerardo Hugo González, otro de los responsables de González Neira. Seguí leyendo “Rincones porteños – Barrio Parque Saavedra, con el encanto de otros tiempos”

Tiempos de cambios – El desafío de una ciudad que busca reinventarse

Con el diseño de los grandes referentes de la arquitectura internacional, Miami acelera un proceso para integrar a su lifestyle el patrimonio cultural

Asociar sólo hoy Miami con su lifestyle, las doradas e inmensas playas o el ineludible circuito de los shoppings es como ignorar la nueva cara de esta ciudad que sorprende por su fuerte crecimiento. Quienes la frecuentan (para muchos es la capital de América) o los mismos empresarios testigos del cambio, Miami se ha distanciado de ese cliché con el que todos la reconocen y busca un nivel de posicionamiento en el ámbito financiero así como constructivo que parece ubicarla en una escala ascendente y con rasgos de sofisticación como nunca.

Economía e inversiones

Alejandro Schuff, gerente de Mercado Internacional de Soldati Propiedades, aporta datos interesantes sobre la ciudad: Miami es el cuarto estado más poblado de Estados Unidos con un ritmo de crecimiento que duplica el promedio nacional. La población de Miami hoy es de 2.500.000 habitantes y es sumamente cosmopolita (el 50% nació en el extranjero). Y según cálculos -comentó Schuff-, en 2015 será el estado más popular de USA después de California y Texas, superando a Nueva York. Observa el directivo un dato llamativo: la llegada de arquitectos y diseñadores de prestigio internacional como Zaha Hadid, Rem Koolbaas, Philippe Starck, Herzog & De Meuron y César Pelli, entre otros. Pelli incluso con diseño de Armani, para la torre en Sunny Isles, que llevará su nombre. Por otra parte, la ciudad se ha convertido en la capital financiera y comercial para América latina con un PBI de 115 billones de dólares. “Más de 1000 compañías estadounidenses -incluyendo algunas de las 500 de Forbes- pusieron su centro de operaciones para América latina en Miami. Las compañías europeas que quieren expandirse en América y las latinoamericanas que quieren expandirse en Estados Unidos eligen Miami como su centro de operaciones”, comenta Schuff. Actualmente hay 80 emprendimientos aprobados y en obra en Miami, el mayor mercado de Estados Unidos.

¿A qué se debe ese apetito por las inversiones inmobiliarias? Dice Schuff que esas inversiones se alimentan por dos factores técnicos: en un período de bajas histórico de tasas de interés (escaso rendimiento del dinero financiero) y la depreciación del dólar en comparación con otras monedas importantes de la región (en términos relativos es barato comprar en dólares). Seguí leyendo “Tiempos de cambios – El desafío de una ciudad que busca reinventarse”