El mercado está cerrando otro año de crisis. La cantidad de operaciones mensuales no repunta y está lejos de las cifras de un mercado estable. Esta situación ubica, al 2021, en camino a ser el segundo peor año de la historia.
A días de finalizar el año, resulta imposible no comenzar a realizar un balance de todo lo vivido a lo largo de estos doce meses. Un 2021 que comenzó queriendo superar la profunda crisis en la que se sumergió el mercado, empeorado por la pandemia.
Obstáculos del 2021: restricciones, economía, incertidumbre.
El año anterior, fuimos testigos del peor año por todos conocidos; a la crisis que venía sacudiendo al sector, se sumó una pandemia que sepultó al mercado, dejándolo inactivo.
Durante este año, nos tocó batallar con las restricciones que limitan nuestras vidas, después del primer semestre.
Luego la fragilidad económica de nuestro país, junto con la imposibilidad de adquirir la moneda extranjera necesaria para llevar adelante una operación inmobiliaria, llevaron a que se realizarán, mensualmente, un mínimo de escrituras.
Estas cifras, si bien reflejan un crecimiento respecto del 2020 (comparación poco feliz), al mismo tiempo son el resultado de un mercado inseguro.
La inestabilidad económica, y más aún la falta de confianza y certeza de los actores del mercado, dieron como resultado que se posterguen las decisiones de compra.
Sumado al malestar que ocasionó la ley de alquileres, fueron la receta ideal para terminar de colapsar el mercado.
Una oferta histórica de inmuebles a la venta en un mercado inactivo. Como consecuencia, se vio una baja de precios que no movió la aguja, y lejos de disparar las ventas, ocasionó que mes a mes aumentará el stock.
Así llegamos a fin de año, con un mercado cansado, y un 2021 que ya se ubica como el segundo peor año de la historia del sector inmobiliario.
Expectativas: créditos, flexibilización del cepo y ley de alquileres.
El 2022 puede ser un año de reconstrucción, de mucho esfuerzo y trabajo, para lograr poner en marcha el mercado.
Los pilares de esta reconstrucción van a estar fundados en la seguridad y la credibilidad. Para esto se necesita una economía clara, sin impedimentos ni sobresaltos cambiarios; flexibilizar el cepo es necesario para lograrlo. Las operaciones necesitan de la moneda extranjera; con los impedimentos para adquirirla se frustran las compraventas.
Para poder motivar nuevamente la intención de compra, se deben generar créditos, y así aprovechar el sinceramiento de precios y la amplia oferta que ofrece el mercado actual.
En nuestro país, el sueño de la casa propia mediante los ahorros es un sueño cada vez más lejano, por no decir imposible. Se necesitarán más de 30 años guardando cada sueldo entero, situación muy difícil de llevar a cabo. Es por esto que es imprescindible poder contar con créditos hipotecarios y que sean accesibles para quienes lo necesitan.
Y un tercer punto importante para comenzar esta reconstrucción es la modificación de la Ley de alquileres. Un tema recurrente este último año, pero esencial.
Encontrar el equilibrio en este tema es fundamental para revertir la profunda crisis que pone en jaque la oferta y la demanda. De esto dependerá, en gran medida, que el inversor gane nuevamente confianza, y así se intente paliar la grave situación habitacional de un amplio sector de la población.
Por Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar
Martes 7 de Diciembre de 2021
Publicado en Real Estate Data