Conflictos cotidianos

Sobre consorcios

A los incrementos de los salarios de los encargados y los temas de mantenimiento de los edificios se suma la aprobación de la ley que habilita a los miembros de un edificio a cambiar de administrador

Cuando se habla del estado de los edificios es común la humanización de los términos inteligentes, saludables, enfermos y demás. El consorcio y su órgano, la asamblea, son los responsables directos del latido de cada edificación. ¿Pero cuáles son las principales preocupaciones de los consorcistas para mantener la vitalidad del edificio?

“Sin duda, en primer lugar, el gasto de personal repartido en sueldo y cargas sociales -responde Osvaldo Loisi, de la Liga de Consorcistas-. Este gasto ocasiona un continuo aumento de expensas y provoca verdadera angustia, sobre todo en aquellos hogares de consorcistas que viven con salarios mínimos o de jubilados y pensionados.”

Estar al día con las obligaciones legales, como la ley de balcones, el mantenimiento de ascensores o las luces de emergencia, son otros ítems que los consorcistas buscan atender. También las cañerías obsoletas, que suelen provocar dolores de cabeza, ya que muchas veces la falta de una atención permanente provoca roturas y filtraciones. A eso se suman los riesgos de siempre, como incendios y robos.

Las relaciones de los consorcistas con los encargados y los administradores no son siempre las mejores y varían, lo mismo que el ir y venir en el mantenimiento del edificio. Una buena comunión entre las partes permite potenciar y mejorar las relaciones. Si ocurre todo lo contrario, se dificulta la solución de los problemas cotidianos.

El presidente de la Fundación Reunión de Administradores, Jorge Hernández, opina: “Uno de los principales problemas es el aumento de las expensas comunes por imposiciones burocráticas del Estado, que sólo tienen como fin satisfacer la voracidad fiscal de recaudar. La consecuencia es el grave deterioro del parque edilicio, en razón de la imposibilidad de los copropietarios de invertir recursos en la conservación y el mantenimiento preventivo. Por eso, cada vez es mayor la incidencia en las expensas comunes de esos gastos burocráticos”.

Y agrega: “La inseguridad y la falta de protección de la vida y bienes de los copropietarios convierten en imprescindible la contratación directa de vigilancia y seguridad privada, lo que resulta sumamente oneroso”.

Si tenemos en cuenta que aproximadamente el 70 por ciento de los residentes en la zona metropolitana habitan en edificios de departamentos, la preocupación por el destino de los recursos económicos es un tema central en la agenda. Principalmente por el contenido de las quejas: el continuo aumento de las cargas en las expensas.

Aumentos en los sueldos de los encargados y contrataciones sobrevaluadas en bienes y servicios son los argumentos más comunes utilizados por los consorcistas a la hora de explicar los incrementos.

Loisi comenta: “Los ajustes salariales se realizan por convenios colectivos de trabajo, que son contratos celebrados entre el gremio de los encargados y tres asociaciones de administradores, que dicen que representan todos los consorcios del país. Lo verdaderamente grave de esta situación es que los consorcios carecen de representación en esas mesas negociadoras, debiendo afrontar los aumentos que allí se pactan. Desde 2004, por esos convenios, los encargados tienen un aumento anual que supera ampliamente los índices oficiales del Indec”.

Por el lado de los administradores, Hernández coincide en que “existe falta de transparencia y representatividad en las negociaciones paritarias del sector, que determina los aumentos de sueldos del personal de portería dependiente de los consorcios de propietarios”.

Esta coincidencia argumental entre los representantes de los consorcistas y de los administradores no se mantiene en otros temas. De hecho, la relación entre ambos sectores fue tema principal en la agenda legislativa porteña. En noviembre, los diputados porteños aprobaron la ley 3254 (de consorcios); el autor del proyecto fue el diputado de la Coalición Cívica Sergio Abrevaya. El legislador asegura: “La actividad de administrar consorcios no ha tenido regulación, excepto la creación de un registro. Desde hace 60 años que esta actividad viene creciendo en responsabilidades, a la par que creció la vida en consorcios. Antes un consorcio tenía no más de tres pisos, la gente a las 17 estaba en su casa y trabajaba por el barrio. La vida en un consorcio hoy es mucho más intensa; los edificios tienen más de siete pisos, y agregaron más servicios centrales, a la vez que la ciudad puso más controles de seguridad, en ascensores, balcones y demás. El administrador ya no es un mero representante legal, sino alguien que debe tomar decisiones permanentemente en consorcios donde la gente tiene cada vez menos tiempo para participar. Todo eso trajo como consecuencia buenos y malos administradores, como en cualquier otra actividad, pero al no haber regulación, estos últimos no han tenido límites ni sanciones”.

La nueva ley, aún no reglamentada, modifica algunos artículos de la antigua ley 941. En ellos se obliga a los administradores a inscribirse en el Registro Público de Administradores de Consorcios de Propiedad Horizontal y validarse anualmente para presentarse ante la asamblea de consorcistas. Además, habilita al órgano asambleario a renovar o cesar la labor del administrador, con la mayoría estipulada en el reglamento o, en su defecto, por los dos tercios de los propietarios presentes, con mínimo quórum. Los honorarios del administrador son acordados entre él y la asamblea de propietarios, sin ninguna otra entidad o cámara que los regule, y sólo podrán ser modificados con la aprobación de la asamblea ordinaria, o en su caso, la extraordinaria convocada al efecto y por la mayoría dispuesta en el reglamento de copropiedad. A falta de disposición, se requerirá mayoría absoluta. La legislación establece la creación de un registro de firmas de los propietarios, así como la obligatoriedad de dejar asentados en los registros los horarios de inicio y finalización de cada asamblea. “Creo que lo menos que se puede decir es que es demagógica, porque se pretende con ella hacerles creer a los consorcistas que servirá para controlar mejor a los administradores que no cumplan con sus responsabilidades, cuando en realidad es una ley que beneficia de algún modo a los propios legisladores.”

Osvaldo Loisi, representante de los consorcistas, es más optimista y expresa: “La reforma viene a satisfacer un anhelo generalizado de todos los consorcistas que se ven imposibilitados de prescindir de sus servicios a un mal administrador por no poder reunir las mayorías reglamentarias para desplazarlo. Además, el administrador estará obligado, siempre que la asamblea no disponga lo contrario, a abrir una cuenta bancaria a nombre de cada consorcio que administra, a fin de evitar los abusos de ciertas administraciones que, unificando los dineros de las expensas de varios edificios en una sola cuenta, actúan en la práctica como bancos, creando ficticiamente créditos a su favor”.

“La ley contiene un punto objetable. Lamentablemente se ha pretendido allí reformar el Código Civil limitando el derecho de retención otorgado por ese cuerpo legal a los administradores, lo cual es absolutamente inviable, porque, aun siendo loable la intención del legislador, la ciudad carece de jurisdicción para reformar dicho Código, que es una ley nacional”, según Loisi.

La aplicación de la ley recae sobre la Dirección General de Defensa del Consumidor, que tiene a su cargo el Registro de Administradores, además de la recepción de denuncias y la potestad de sancionar a los administradores que incumplen las normas. Tanto estos últimos como los consorcistas están a la espera de la reglamentación de la ley, vital para avanzar en la aplicación, por ejemplo, de sanciones.

Abrevaya concluye: “Con la ley se estandariza la liquidación de expensas; se regula la manera de contratar proveedores; se propone la opción de bancarizarse. Respecto del administrador, éste tiene que tener una declaración jurada de bienes o un seguro, donde el reglamento no dice nada. El mandato del administrador es de un año, renovable, y se requieren dos tercios de los votos de los presentes en la asamblea”.

Juan Pablo Martinelli, 29 de mayo de 2010.
Publicado por La Nación

El Oeste sigue creciendo

Más proyectos

En algunos parques se advierte mayor movimiento; variaciones según cada complejo

Si bien los ejes norte y sur ofrecen mayor cantidad de parques industriales, en los últimos tiempos un sector geográfico ha tomado fuerte impulso: el Oeste.

No sólo se consolidan los que fueron lanzados en los últimos dos años, sino que existe la posibilidad de generar nuevos proyectos.

Acerca del mercado de este tipo de inmuebles, Carmelo Mastrogiovanni, titular de Impacto Operaciones Inmobiliarias, comenta: “Hoy estamos en un nivel óptimo, el mercado tiene un comportamiento dinámico con consultas permanentes y una demanda sostenida para los que comercializamos (Parque Industrial Cañuelas y Parque Industrial La Matanza). En ambos se concretaron numerosas operaciones en 2010 y realmente no se detuvo la actividad desde que se inició el año”.

Coincide Guillermo González, de la firma Santiago González & Asociados, “La necesidad de expansión de las empresas se ve reflejada en la demanda firme de espacios; las consultas crecieron con respecto al primer trimestre del año”.

Actualmente, esta inmobiliaria trabaja en el Parque Industrial Morón (en ejecución, ubicado en Intendente Goria, entre R. Balbín y V. Gómez, a 200 metros del Acceso Oeste, bajada puente Derqui) y el Parque Industrial del Buen Ayre (en proyecto, Camino del Buen Ayre y Acceso Oeste, Paso del Rey, partido de Moreno).

“El Parque de Morón está trazado sobre un predio de 125.000 m2 dividido inicialmente en 75 unidades de 500, 600 y 950 m2. Y el del Buen Ayre, en 30,4 hectáreas, divididos en 47 lotes desde los 2000 m2”, describe González.

Está conformado por 24 empresas de diversos rubros, como textil, metalúrgico, laboratorio, logística y plástico. Las fracciones industriales varían entre los 80 y 250 dólares el m2 para venta, y los alquileres, desde 2,5 a 6 dólares el m2, dependiendo de la ubicación, los servicios que ofrezca la nave y la superficie.

Para ambos casos han comprado o consultado en los últimos tiempos empresas de equipamientos hospitalarios, textiles, logística, autopartes y manufactura de cuero. En cuanto a la infraestructura, ambos ofrecen seguridad, red de energía eléctrica, gas, agua potable, desagües cloacales y pluviales, red de telefonía e Internet a mano de buenos accesos.

A buen puerto

Acerca de cómo está la comercialización de los Parques de Cañuelas (ruta 6 y próximo al cruce con la 3) y La Matanza (km 42,5 de la ruta 3), se refiere Mastrogiovanni: “El movimiento fue similar, de hecho, hay empresas que optaron por adquirir más de una parcela”.

En el de Cañuelas ya compraron 26 compañías, y en el de La Matanza, 29. Incluso los dos tienen el 60 por ciento de sus lotes de la primera etapa comercializadas.

En el primero, sobre 100 hectáreas, hay fracciones de 3000 y 10.000 m2. Los precios del m2 de los terrenos son de 50 dólares.

En cuanto a las empresas que confiaron en estos complejos, que son bastante nuevos, en el de Cañuelas, ya está en prueba de funcionamiento, Alimentos Extrusados SA (planta modelo para extracción de aceite) y, Würth Argentina, que próximamente inaugurará su centro de distribución. En el predio hay cuatro empresas que edifican sus naves. Son de los siguientes rubros: fundición de metales no ferrosos, reciclado de tambores, depósito de mercadería y una nave para logística.

Este complejo tiene áreas comunes (algunas ya finalizadas y otras en construcción), como oficinas de recepción y administración, balanza pública, servicios financieros, servicios de gastronomía, helipuerto, estacionamiento, vigilancia y banda forestal, entre otros.

En Parque de La Matanza, sobre 255 hectáreas, hay lotes de 3000 y 7000 m2, que se cotizan a 40 dólares el m2.

Ya funciona la empresa Tornado (de logística). También hay cuatro que actualmente construyen sus plantas, y de los siguientes rubros: logística, resinas plásticas, amoníaco y estructuras metálicas.

También tendrá áreas comunes como balanza pública, ART en el predio, servicios financieros, restaurante y comedor, banda forestal, oficinas de administración, sala de conferencias y showroom para exposición y cerco perimetral.

“Ambos terminaron la primera etapa de desarrollo. Cuentan con pavimento para tránsito pesado, iluminación en sus calles, red de gas natural industrial, red de desagües pluviales e industriales”, detalla Mastrogiovanni.

Acerca de la demanda para este tipo de inmuebles, amplía: “Desde mediados del año último hay una fuerte recuperación de la demanda y eso se ha mantenido constante más allá de las situaciones políticas y económicas de los últimos meses. Lo que nosotros percibimos es que las empresas no han modificado sus planes de inversión y siguen proyectando tanto la apertura de nuevas plantas como su relocalización para expandirse”.

También la zona posee algunos pedidos para generar nuevos complejos para el futuro. Al respecto, González comenta: “Por ese motivo estamos en proceso de desarrollo de tres proyectos con perfiles diferentes según su ubicación e intentando resolver la problemática de las industrias y empresas de logísticas que demandan situaciones diversas”.

Valores

También se consiguen tierras para desarrollos industriales. “Hay superficies desde los 13 a los 50 dólares el m2, dependiendo de la ubicación y los servicios. Por ejemplo, hay 27 hectáreas sobre la ruta 24 ideales para este segmento”, dice Roberto Mateo, de Mateo Propiedades.

Destaca que en la zona oeste quedan pocos galpones industriales para locación. “Algo muy interesante es que en el partido de Moreno se acaba de convalidar una ordenanza que amplía la zona industrial y sube la categoría a muchas zonas ya existentes. Esto fomentará la radicación de nuevas fábricas”.

Acerca del precio de la tierra en los parques o de las fracciones para generarlos, como se valorizan permanentemente por las condiciones actuales, las reglamentaciones jurídicas y las exenciones impositivas, “seguramente tomarán más valor cuando las empresas que se radicaron produzcan a grandes volúmenes. Sí entendemos que la suba no será muy alta, pero seguramente se modificará de manera leve”, concluye Mateo.

José Luis Cieri,10 de mayo de 2010.
Publicado por La Nación.

Oficinas premium en Saavedra

Ubicación clave

Intecons, una torre inteligente, está cerca de finalizar su obra. Con una inversión de 35 millones de dólares, busca convertirse en un ícono, a metros de la Panamericana.

La descentralización de las oficinas es parte de una tendencia que continúa incluso en barrios donde antes era impensada la construcción de edificios de este tipo con unidades de primer nivel. Así, se han sumado en forma progresiva desarrollos en diferentes zonas porteñas. Ahora es el turno de Saavedra.

En los últimos tiempos, este tradicional barrio porteño ganó más importancia, en gran medida por la instalación de un centro comercial, el DOT. Una referencia por cierto ineludible que ha tenido en cuenta la firma desarrolladora Intecons a la hora de pensar en un proyecto de oficinas de 23 pisos. La firma es a su vez fiduciaria del fideicomiso y gerenciadora de la obra. Ezequiel Camps, director comercial de Intecons, aporta datos: “La torre clase A, ubicada a 100 metros del shopping, cuenta con un volumen de obra de 33.000 metros cuadrados totales, aunque son 16.500 m2 de oficinas, con 280 cocheras divididas en dos subsuelos. En total son 22 plantas de oficinas, de las cuales 11 cuentan con 900 metros cuadrados y las restantes, con 600 metros cuadrados; además tiene 16 cocheras de cortesía.

Entre las empresas que ya se han instalado figuran Mercado Libre y Assist Card”. Hay empresas que eligieron adquirir sus oficinas en esta torre alejada del Centro, que pertenecen a diferentes rubros.

Una característica de este edificio, que se advierte como un faro en esa área en expansión, es tal vez la de crear un fuerte polo comercial.

El punto a favor del emplazamiento de esta torre es que las empresas prefieren instalarse en la ciudad porque de este modo evitan la carga impositiva (que es mayor del lado de la provincia) y a la vez disfrutan de la cercanía al acceso a la Panamericana para los que viven fuera de Buenos Aires.

Camps comenta que la inversión de la torre es de 35 millones de dólares. El edificio se ha encarado como un fideicomiso de construcción al costo.

Respecto de la ubicación, Facundo Achával y Alejandro Reyser, de las firmas Toribio Achával y Cushman & Wakefield, que comercializan el edificio sólo para el alquiler de las oficinas, opinan: “Una de las virtudes más sobresalientes es la ubicación, que es clave para las empresas que instalan sus empresas en un parque industrial de Pilar o de Rosario, pero que tienen su sede comercial y legal en Buenos Aires. Además, es muy importante contar con la cercanía al shopping por todo lo que ofrece a la gente que trabaje en esas nuevas oficinas, ya que tiene patio de comidas y un lugar de compras, además de todos los servicios. Lo mismo que el estacionamiento.”

Opciones

Si bien el edificio cuenta con cocheras de cortesía, es cierto que el shopping es una opción interesante donde dejar el auto para quien tenga que ir al edificio.

Camps explica que “se calcula que la torre Intecons estará terminado a mediados de este año; tal vez la entrega de las plantas será para agosto”. Otra particularidad del edificio es que sólo queda para alquilar el 30%. El resto está vendido a empresas de diferentes rubros.

Achával, opina: “Es un edificio inteligente de oficinas clase A, único en la zona. Por eso pensamos que puede ser un ícono en el barrio de Saavedra, con el beneficio de acceder a la provincia en instantes”. A lo que Reyser agrega: “Obviamente que la llegada de este edificio colaborará, como el shopping, a transformar paulatinamente la zona”.

Muchos de los que compraron pensaron que era una buena oportunidad que ofrecía el fideicomiso al costo, y esa inversión les permitió adquirir así su propia oficina. Los brokers detallan algunos aspectos de interés para los que buscan mudarse allí. “Las plantas se pueden utilizar desde los 300 metros cuadrados hasta los 3000. Son flexibles, divisibles, y se adaptan a las necesidades de cada empresa.”

Entre algunas de las características que ofrece están la identificación con un sistema digital de huellas, la aplicación del VRV en materia de aire acondicionado y desde luego ascensores de última generación. También se destinarán espacios para servicios a quienes ocupen el edificio, así como está prevista una gran sala para auditorio.

Reyser y Achával coinciden en que este emprendimiento premium responde a las necesidades de la nueva demanda, con un edificio cuyo diseño en torre se diferencia de los que están instalados en la zona norte, además de su propuesta eficiente y de calidad. En materia de precios, calcula entre 23 y 28 dólares el metro cuadrado para el alquiler de las plantas.

Y, desde luego, los que se instalen ahí cuentan con algunos beneficios impositivos, como el de evitar algunos de los impuestos que sí están vigentes del lado de la provincia.

Adriana B. Anzillotti ,26 de abril de 2010.
publicado en  La Nación.

Temidas expensas

Gastos que suben

Mientras crece el descontento entre las asociaciones de copropietarios, las estimaciones de distintas cámaras y sectores indican que los aumentos salariales que se les otorgarán a los encargados de edificios implicarán un aumento en las tarifas que rondará entre 17 y 22 por ciento. La inflación real, otro tema que influye

El tema parece recurrente, pero cada vez que cobra fuerza genera repercusiones debido a su incidencia directa en los bolsillos de propietarios e inquilinos. Es que los ajustes salariales de los encargados de edificio no son menores.

De hecho, se espera que en los próximos días, cuando el sindicato que los agrupa (el Suterh) concrete la reunión suspendida el 14 del actual para negociar reajustes salariales, haya novedades. Se habla de un incremento de entre 17 y 22% en los sueldos de estos trabajadores, lo que repercutiría en las expensas y, directamente, en los montos a pagar.

Mientras las distintas asociaciones de copropietarios instrumentan diferentes maneras de dar a conocer su descontento con esta posibilidad, los responsables de las federaciones y gremios que congregan a los trabajadores de edificios de renta y propiedad horizontal (Fateryh, Suterh y Osperyh) coinciden en señalar que “desde diciembre pasado, cuando se acordaron dos sumas fijas no remunerativas en enero y febrero, no ha habido incremento salarial alguno y, sin embargo, las expensas ya aumentaron. No queremos ser siempre los malos de la película. Si las expensas aumentan hay que buscar la razón en otra variable que no sea el sueldo de los encargados, porque no siempre obedece a esta causa”, dicen.

Daniel Tocco, presidente de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal y Actividades Inmobiliarias, entidad que “desde siempre es parte de esta negociación paritaria por la parte patronal”, explica que “la incidencia del costo salarial en las expensas es del 50 por ciento. En consecuencia, de hacerse realidad el anunciado incremento, las expensas se verían modificadas en alrededor de un 10 por ciento”. Aclara, también, que el convenio colectivo de trabajo vigente vence el 30 del actual y que las conversaciones para uno nuevo comenzarían el mes próximo: “Seguramente, el acuerdo recién se habrá firmado en junio. Lo mismo sucedió en 2009, cuando el aumento se decidió sobre la mitad del año y se aplicó con retroactividad a mayo”, comenta.

Por su parte, Enrique Abatti e Ival Rocca (h.), abogados especializados en derecho inmobiliario y presidente de la Cámara de Propietarios de la República Argentina y vicepresidente del Centro Argentino de Derecho Inmobiliario y Propiedad Horizontal, respectivamente, entienden que cuando se habla de expensas no puede dejar de aludirse a la inflación: “Las expensas son un fiel reflejo de la realidad económica, porque fatalmente deben acompañar el costo de vida, desmintiendo los números del Indec. Todos los días, los consorcios gastan en comprar los artículos de limpieza y otros insumos de uso cotidiano o necesitan hacer reparaciones, reemplazar elementos deteriorados. Todo tienen que pagarlo con los aumentos de la inflación real, negada irracionalmente por la autoridad económica. Resulta entonces imposible que, más allá de que los salarios y aportes para el personal del consorcio se incrementen, las expensas dejen de encarecerse”.

¿Soluciones?
Abatti asegura que “una buena administración con eficaz seguimiento y colaboración del consejo de propietarios siempre ayudará a mantener un presupuesto sustentable para bolsillos de copropietarios e inquilinos”.

Además, coincide con Rocca y Loisi en la falta de representación real de los consorcios en la negociación paritaria. “Los administradores cobran honorarios a los consorcios, entonces resulta absurdo que sean las asociaciones que los reúnen las que se sienten a negociar con los trabajadores. El meollo de todo este asunto es la ley 14.250 de convenios colectivos, que no ha reglamentado la participación de los consorcios y admite que los administradores vayan a las paritarias a pactar cargos sobre las espaldas de sus mandantes, los consorcios. Estos pagan los salarios de los encargados y también los honorarios de los administradores. Eso no es una negociación; es daca y daca y daca…”, expresa Loisi.

Por su parte, Daniel Tocco afirma: “La decisión respecto de quiénes se sientan a la mesa de negociación no es nuestra. Los responsables de la Cámara de la Propiedad Horizontal y Actividades Inmobiliarias entendemos que éste es un tema que define el Ministerio de Trabajo y dejamos clara nuestra posición en cuanto a que a la paritaria se sumen nuevos actores de la parte patronal, no es ni por sí ni por no”.

El debate está planteado; la posibilidad de que las expensas se incrementen en los próximos meses, también.

Paula Gómez. 24 de abril de 2010
Publicado en La Nación

Franquicias, en expansión

Café Martínez, en Cerrito al 1200, una de las últimas aperturas . Foto:Ricardo Pristupluk

Todo parece indicar que las franquicias no tienen un techo para su crecimiento y a la vez confirman su fuerte potencial con la ocupación de más locales. No sólo se expanden en la Capital: el interior ganó un amplio reposicionamiento y la mayoría de las marcas también orientan su búsqueda para estar presente en otros rincones del mundo.

Según Marclo Salas Martínez, uno de los propietarios de Café Martínez, dice que “este tipo de negocios están muy desarrollados, en especial en el área gastronómica y de indumentaria, pero por la demanda debería ir extendiéndose a todos los rubros. En nuestro caso nos vamos consolidando en el interior donde ya contamos con dos sucursales en Mendoza y una en Córdoba, Tucumán y Neuquén. Acordamos además una franquicia para Bahía Blanca que estamos seguros que nos abrirá las puertas a la Patagonia. “Para instalar un Café Martínez se necesita una superficie de 100 a 120 m2. “Buscamos que tengan una buena circulación de gente por su vereda. Es determinante el valor del alquiler, ya que esto definirá la posibilidad de alquilar el local”, detalla Salas Martínez.

Para obtener una franquicia se requieren 120.000 dólares más IVA, aproximadamente. Esta cifra suma el fee de ingreso, obra, capacitación, el local instalado y con mercadería listo para operar, entre otros. “En la actualidad la firma cuenta con 4 sucursales propias y 56 franquicias”, explica Martínez.

Esta marca, que ya está instalada en Murcia (España), estudió su desembarco en Chile, Perú y Uruguay. “En otros países buscamos otro modelo de negocio por medio de una asociación con operadores locales”, sostiene Martínez.

Otra marca en crecimiento es Colorshop, especializada en pinturas. A la hora de elegir locaciones esta firma opta por amplias esquinas, aunque no se limitan a esa única tipología. “Buscamos locales que permitan desarrollar una cómoda área de ventas de unos 100 a 120 m2, más un depósito de 40 m2”, explica Ezequiel Reilly, responsable de retail de la firma que en 2009 generó 15 aperturas (Tandil, Temperley, Canning, Pinamar, Las Grutas, Neuquén, San Rafael, San Luis y San Juan, entre otros).

Colorshop sugiere amplias esquinas

Para este año está próximo a inaugurar en Talar de Pacheco, Pehuajó, Puerto Iguazú, Caballito, Oberá, San Pedro (Jujuy) y Jardín América. “Para instalar un Colorshop, además de los productos para vender, hay que pagar un fee de ingreso de 60.000 pesos más impuestos, que incluye marquesinas, mobiliario, uniformes, cursos de capacitación, sistema de gestión, entre otros detalles”, dice Reilly.

Acerca de la expansión a otras partes del mundo, la marca ya está presente en Bolivia y Uruguay.

Otra de las cadenas que sumaron gran cantidad de metros cuadrados en los últimos tiempos fue Día%, una empresa de origen español. “Somos una empresa de distribución a partir de una propuesta de precios bajos y un importante surtido de marca propia, que cuenta con más de 750 productos. Nuestra empresa, que es un especialista del hard discount, en la actualidad, suma más de 400 puntos de ventas”, sostiene Alejandro Grande, director de franquicias de Día, empresa que cuenta con más de 2000 locales que tienen la concesión para hacer uso de la marca.

Y agrega: “Según nuestro know how, los interesados en tener una licencia Día% deben contar con una inversión base de 100.000 pesos y locales de 250 m2 promedios ubicados, preferentemente, en centros comerciales consolidados, con llegada a todos los niveles socioeconómicos. En muchas ocasiones nosotros somos los que ayudamos a los franquiciados facilitándole los contactos con los bancos para que exploren líneas de financiación. En la Argentina contamos con los ratios de permanencia más altos de todo el mercado”.

En los últimos tiempos abrieron dos tiendas en la ciudad de Buenos Aires y se prevén tres lanzamientos más para el próximo trimestre. Otras tres inauguraciones se preparan en Entre Ríos.

Carlos Olivera, gerente general de Mega Inmobliliaria, que ofrece su licencia para trabajar la marca desde hace 15 años, se declara como pionero en el rubro. “Nuestra franquicia se basa en un modelo de cercanía, a través del cual pretendemos que cualquier potencial cliente, residente de cualquier barrio de nuestra ciudad, pueda contar con los servicios profesionales de Grupo Mega. No centramos nuestra atención sólo en los focos comerciales sino que también aconsejamos a nuestros franquiciados ubicaciones cercanas a ellos, las cuales permite conseguir locales más grandes y cómodos, a valores razonables”, explica Olivera.

Y agrega: “Uno de los ejes que más crecieron en los últimos tiempos es el eje Sur de la ciudad, gracias al impulso de Boedo, San Telmo, Barracas, Parque Patricios y San Cristóbal”.

Para poder hacer uso de la licencia de Grupo Mega en la ciudad de Buenos Aires una cifra que parte desde los 8000 dólares, a esto hay que sumarle el costo de obra según las dimensiones del local y los requerimientos del franquiciante.

La firma comercializa su licencia desde hace 15 años

Pero la expansión de esta cadena inmobiliaria no sólo se centra en el país, sino que también busca cruzar sus fronteras. “Estamos trabajando muy fuerte en nuestro continente, especialmente en Uruguay, Brasil y Chile, donde ya logramos registrar nuestra marca. También estamos desarrollando un completo sistema de gestión que, estará finalizado a fin de año y nos permitirá replicar nuestro modelo en algunos de estos países”, comenta Olivera.

Los expertos en el tema coinciden en que el mercado de las franquicias es un segmento que está creciendo.

“En nuestro país está en pleno desarrollo y tiene un potencial enorme, como forma de generar autoempleo o simplemente como otra alternativa de inversión”, concluye.

José Luis Cieri,19 de abril del 2010.
Publicado por La Nación.