Border, Comunidad de Arte, es el primer espacio cultural sustentable de la Argentina. Demandó una inversión aproximada de 1200 dólares el m2.
¿Quién no tuvo un sueño? ¿A quién esa ilusión no se le convirtió alguna vez en desvelo, de esos que queman por dentro? Pero no son muchos los que animaron a seguir a pié juntillas aquella ilusión hasta convertirla en algo cierto. Sin duda Marina Lamarca, Alejandro Germaná, Diego Mariani y Roberto Peloni están dentro del grupo y en breve después de tres años de duro trabajo verán convertido su deseo en realidad cuando en tan sólo unos días abra las puertas Border, Comunidad de Arte, el primer espacio cultural sustentable de la Argentina. El complejo que se levanta en pleno barrio de Palermo (Godoy Cruz al 1800) contará con dos salas teatrales (una principal y otra alternativa), salón de danza, espacio para propuestas musicales, bar (ubicado en la planta baja), escuela de formación artística y galería de arte.
Border, que estará distribuido en dos plantas y que contará con 695 m2, fue proyectado y construido desde cero bajo los conceptos de sustentabilidad y reciclaje fue soñado y pensado por cuatro actores y cuenta con una historia digna de ser contada. “Mi marido (Alejandro) y yo trabajábamos en una oficina y los fines de semana dábamos clase de actuación y estábamos en obras de teatro independiente y esa doble vida se nos hacía muy difícil de sostener. Además ya la vida de oficina comenzaba a ahogarnos, sentíamos que ya no pertenecíamos allí, que si seguíamos con esa vida estábamos perdiendo el tiempo. Por aquel entonces, nosotros teníamos tres departamentos y en un momento pensamos lo mejor es venderlos e invertirlo en algo que nos interese. Primero se nos ocurrió una librería con un escenario, luego un bar con un escenario. Todo lo que soñábamos era con tablado en medio. Fue así que un día nos animamos y dijimos por qué no ir por lo que en verdad queremos: hagamos el primer teatro sustentable de la Argentina. Así que vendimos los departamentos, compramos un terreno en Palermo y comenzamos a dar forma al proyecto. En medio del camino unos amigos nos presentaron a Diego (Marini) y Roberto Peloni que tenían el mismo sueño y nos juntamos, generamos una sinergia y así llegamos hasta aquí”, contó Lamarca, una de las directoras creativas.
Las instalaciones
La sala principal contará con 115 cómodas butacas (algo inusual para el teatro alternativo, como remarca una y otra ver a lo largo de la visita al lugar Lamarca) y espacios reservados para discapacitados, acceso tanto por ascensor como por escaleras, climatización central, un escenario de 8,36 x 6 metros y amplios camarines con tres toilettes, ducha y un camarín exclusivo con baño incorporado. “Lo hicimos como siempre lo soñamos nosotros para que el lugar sea un disfrute no sólo para los espectadores sino también para los actores”, comentó Mariani, otra de las caras visibles del proyecto. El complejo cuenta con una segunda sala llamada La Invertida (con capacidad para 50 personas), el espacio reservado al pulmón de manzana que se encuentra al aire libre y que propone un lugar íntimo y selecto ideal para recitales acústicos, stand up y lecturas, entre otras manifestaciones artísticas.
El complejo -que lleva el sello arquitectónico del Estudio Cuello & Asoc. Arquitectos y que demandará una inversión aproximada de 1200 dólares el m2- contará también con un espacio dedicado a la formación de nuevos artistas (allí se ofrecerá un plan de estudios de 4 años). El espacio reservado para la formación o capacitación contará con un sector cerrado para clases teóricas, apto tanto para dar clases de coro como de stand up; además tendrá un amplio salón concebido para brindar desde clases de danzas como así también de teatro.
Pero el proceso de construcción no fue sencillo ni breve pero los cuatro socios jamás se alejaron de su idea rectora hacer el primer teatro sustentable del país. “Eso sin duda hizo más largo el proceso pero buscamos parte por parte, desde el recubrimiento del baño que está hecho con tapitas de gaseosas recicladas hasta las pilas recolectamos durante mucho tiempo y que hoy forman parte del esqueleto del edificio (se encuentran mezcladas con el hormigón). El recubrimiento de las paredes de las áreas comunes está hecho con restos de las maderas del piso del inmueble que existía aquí previamente a la construcción de este complejo artístico”, afirmó Lamarca.
Detalles
Y agregó Mariani: “Aquí todo fue pensado para que este complejo genere el menor impacto ambiental posible, es por eso que el edificio cuenta con un estudio de asoleamiento para generar una correcta iluminación y ventilación natural, que nos brinda no sólo un ahorro de recursos (reduciendo el uso de las luces artificiales y del aire acondicionado) sino que otorga una adecuada calidad ambiental interior.”
El camino para llegar a cumplir el sueño no fue sencillo, los nervios, las ansiedades y la lucha contra los tiempos fueron los principales enemigos, pero eso ya hoy es una anécdota y en unos días Border, Comunidad de Arte, el primer espacio cultural sustentable de la Argentina abrirá sus puertas. “Por suerte el lugar contará con una terraza verde transitable donde por las tardes se darán clases de yoga, las cuales nos vendrán bien para relajar después de tanto, pero tanto, nervio previo a esta soñada apertura”, concluyó entre risas Lamarca.
Por Leandro Murciego, Lunes 21 de marzo de 2016
Publicado en el suplemento Inmuebles Comerciales del diario LA NACION