Construcciones sustentables: El compromiso con las buenas prácticas

Este sistema requiere diseño y construcción eficientes con uso racional en cada etapa del proyecto.

La industria de la construcción es la principal responsable de la utilización de recursos que afectan el medio ambiente y generan el calentamiento global.

Al contrario de lo que suele pensarse, construir verde no es una ciencia que sólo puede ser conocida por pocos. Sólo requiere aplicar buenas prácticas, tan buenas como las que implementaban los pueblos originarios de América latina para desarrollar su vida cotidiana.

No es necesario que todos los proyectos sean calificados por el United States Green Building Council (Usgbc) como verdes, a través del sistema LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Lo fundamental es que se diseñen, construyan y operen las construcciones en forma eficiente, a través del uso de la racionalidad en cada una de las etapas de ese proyecto.

Algunos podrán ser calificados formalmente por alcanzar las puntuaciones que los acreditan como LEED. Otros sólo podrán buscar satisfacer algunos de esos requerimientos. Pero los profesionales del mundo de la construcción debemos buscar que lo que hagamos afecte lo menos posible al medio ambiente.

¿Qué objetivos se deberían contemplar en la implementación de proyectos que estén comprometidos con una cultura sustentable? ¿En qué rubros deberíamos enfocar la gestión? Los requerimientos del Usgbc para calificar un proyecto como verde a través de las normas LEED constituyen una excelente guía. A continuación, sugerencias que satisfacen esos requerimientos y que pueden alcanzarse sin demasiadas complicaciones.

Minimizar el impacto en el medio ambiente con una adecuada selección del sitio

• Seleccionando terrenos en zonas urbanas o desarrolladas.

• Controlando la generación de polvo y barro durante la construcción.

• Protegiendo cursos de agua cercanos.

• Protegiendo la naturaleza existente (flora y fauna).

• Minimizando la huella de los edificios.

• Maximizando las superficies permeables.

• Remediando los terrenos contaminados.

• Instalando cubiertas verdes que controlan el agua de lluvia y reducen la temperatura.

Utilizar eficientemente el agua

• Reduciendo el consumo de agua potable.

• Tratando las aguas negras (inodoros y mingitorios) y grises (lavatorios, duchas, piletas) para su reutilización.

• Seleccionando artefactos sanitarios eficientes (inodoros de doble descarga, griferías press matic, aireadores).

• Recuperando el agua de lluvia.

• Utilizando agua no potable para limpieza y riego.

Reducir el consumo de energía

• Utilizando sistemas de alto rendimiento con controles inteligentes.

• Minimizando el consumo de combustibles fósiles.

• Recuperando la energía ya consumida para reutilización.

• Reduciendo el consumo de energía a través de estrategias de diseño: parasoles, cubiertas verdes, orientación, ventanas operables.

• Considerando energías renovables y alternativas: geotérmica, solar, eólica, biomasa, hidroeléctrica de bajo impacto.

• Asegurando una adecuada operación y mantenimiento del producto inmobiliario.

• Diseñando con racionalidad aprovechando orientaciones y soluciones técnico-constructivas que no generen un aumento adicional de costos, pero que disminuyan los requerimientos de energía del edificio.

Utilizar responsablemente los recursos y materiales

• Reduciendo, reciclando y reutilizando.

• Separando los residuos (plástico, papel, vidrio, escombros, orgánicos).

• Reutilizando materiales en el sitio.

• Seleccionando materiales con contenido reciclado y con materia prima rápidamente renovable: bambú, algodón, lino.

• Utilizando materiales regionales con el fin de reducir la necesidad de transporte.

• Utilizando madera de bosques implantados (Certificada FSC).

Mejorar la calidad del aire interior de las construcciones

• Aumentando la ventilación natural y mecánica.

• Proporcionando luz natural y vistas al exterior.

• Seleccionando materiales de baja emisión.

• Sellando los conductos de aire hasta el momento de usarlos.

• Cambiando los filtros de las manejadoras antes de ocupar el edificio.

• Colocando alfombras sin pegamento.

• Utilizando pinturas de baja emisión y secado rápido.

• En oficinas, evitando los despachos cerrados y disponiendo los sectores abiertos contra el perímetro de las plantas.

Innovar en el diseño o superar los umbrales exigidos por el LEED en algunos créditos

• Generando un programa de educación ambiental para los usuarios y visitantes.

• Colocando el 100% de las cocheras bajo tierra.

• Incorporando una cubierta verde que cubra el 100% de la cubierta del edificio.

• Ubicando el edificio en un sitio con dos estaciones de tren en las cercanías.

• Logrando una visual plena hacia el exterior en el 100% de los espacios.

• Utilizar amoblamientos de baja emisión.

En la Argentina se ha tendido a no proteger ni al medio ambiente ni a los obreros que ejecutan los proyectos; a entregar productos energéticamente deficientes, que poseen una calidad de aire interior pobre, y que consumen energía y agua en cantidades mucho mayores que las necesarias.

La falta de políticas públicas concretas, sumadas a los bajos costos de la energía y el agua potable, atenta contra el desarrollo de construcciones sustentables, evitando no sólo una potencial baja en el consumo de energía y el uso racional del agua, sino también la creación de ambientes de trabajo más saludables.

Está en la sociedad toda, pero primordialmente en los profesionales que formamos parte del sector de la construcción, comprometernos con la implementación de esas buenas prácticas para liderar el cambio hacia una cultura de la sustentabilidad.

Eduardo Spósito,6 de diciembre de 2010.

Publicado por La Nación.

El autor es ingeniero, titular de la cátedra de Gestión de Proyectos (FADU-UBA) secretario del Green Building Council de Argentina (AGBC)