Antes de tomar la decisión conviene consultar a especialistas para que colaboren en una tarea considerada de altísimo estrés. Experiencias y datos para evaluar.
Lisandro Carcavallo tiene 26 años, es productor musical. Azul Ricci tiene 22, es chef. Viven juntos desde hace 4 años. Alquilaban un tres ambientes en Belgrano, en pleno Barrio Chino, y acaban de mudarse a una casa propia en Coghlan. A pesar de su juventud ya saben que la mudanza, aun motivada por las razones más felices, si no se cuenta con ayuda de personas idóneas y una buena planificación puede ser motivo de grandes dolores de cabeza.
“Antes de mudarnos juntos vivía con mi abuela Cuca”, cuenta Lisandro. Y sigue: “Cuando me fui, ella aconsejó contratar una empresa de mudanzas. Decía que como yo tengo muchos aparatos delicados de música y soy muy obsesivo con su cuidado, moverlos con ayuda profesionalizada me ahorraría problemas. Además no quería que se lastimara un par de muebles de estilo que me regalaba. Ella consiguió distintos presupuestos y me contó entusiasmada que recordaba cuando, en las primeras décadas del siglo pasado, una de las firmas a las que ahora le había pedido cotización ubicaba -frente a la feria de Belgrano- carros cubiertos tirados por caballos a la espera de clientes que necesitaran trasladar muebles y objetos. Yo me tomaba todas sus historias y sugerencias en broma. Le hacía chistes bobos, le aseguraba que no pensaba pagar para que me mudaran en un carro. Con Azul, esa primera mudanza la hicimos pagando un flete y abusando de la ayuda de familiares y buenos amigos. A pesar de que no teníamos demasiadas cosas fue un caos. Perdimos tiempo y más dinero del que nos hubiese cobrado una firma especializada en el tema. Azul estuvo una semana llorando porque el traqueteo terminó con la vida de una superbatidora que le habían regalado al empezar su carrera; a mí se me arruinaron, entre otras cosas, una placa de audio externa y una guitarra que amaba, una electroacústica Ibanez”.
Azul, que va y viene entre el living y la cocina -está preparando cupcakes que le encargaron para un cumpleaños-, agrega: “Así aprendimos y para esta mudanza le hicimos caso a la abuela. Contratamos una empresa y todo salió diez puntos. Nos mudamos hace menos de una semana y ya está todo en su sitio. La familia en lugar de venir a subir y bajar cosas, nos ayudó un poco económicamente y pudimos contratar personal, que nos ofreció la misma mudadora, para embalar y desembalar, para desconectar y conectar todos los aparatos eléctricos. Cuando hicimos las cuentas llegamos a la conclusión de que esta mudanza terminó costando menos que la anterior. Hay distintas posibilidades de precios y servicios”, concluye Azul.
La firma -que alrededor de 1920 tenía sus carros con la leyenda A Ud. estaba esperando- es Castro y Regini. Su director actual, Cristian Castro, confirma lo contado por Cuca sobre los comienzos de la empresa y asegura: “La vasta experiencia acumulada a través de tres generaciones ha permitido generar una política global de procedimientos administrativos y operativos que los ubica en el más alto nivel dentro del ramo” . Una trayectoria con casi 120 años y cuatro generaciones en el mercado de las mudanzas tiene Verga Hnos., cuyos gerente y tasador -Jorgelina García y Diego García Aguirre- también fueron consultados acerca de las claves para una buena mudanza, aquello que es imprescindible tener en cuenta si no se quiere sucumbir ante una tarea que, dicen los estudios, ocupa el tercer lugar entre los factores que motivan gran estrés.
Según Jorgelina, “lo fundamental de una mudanza es su preparación. Evaluar con tiempo qué tipo de servicio se necesita para el traslado de las pertenencias. Existen empresas que intentan captar sectores específicos -casas particulares, oficinas, obras de arte-. En Verga Hnos. realizamos servicios diferenciados. Cuando se trata de un particular se pone énfasis en que todo aquello que implica cambiar de casa -sentimientos, recuerdos, apegos, nuevos proyectos- se viva de manera positiva. Para eso brindamos un trato más personalizado, que otorga al cliente la seguridad de que sus pertenencias serán trasladadas con todo el cuidado necesario para su preservación. Hay que calcular con anticipación -tanto en el punto de partida como en el de llegada- qué podrá moverse por ascensor y qué por escalera, si algo demandará sogas o embalajes especiales. Es vital que el día de la mudanza esté todo previsto, por eso recomendamos tomar la decisión con 45 días de anticipación”.
Así, todos los adelantos que hoy facilitan una mudanza estarán a disposición del cliente. “Siempre hay novedades, tanto en lo que hace a los materiales como en lo relacionado con la maquinaria”, explica Cristian. Y continúa: “Históricamente se usaron los canastos de mimbre, en los que se transportaban enseres y ropa. Hoy, los maestros mimbreros casi han desaparecido y de a poco se va hacia el material descartable, las cajas con papel doble triple que tienen una resistencia similar a la de los canastos. La ropa se traslada en prácticos roperos portátiles de material fenólico; para su máxima protección, los artículos electrónicos se embalan con papel burbuja y film strech; los equipos informáticos en cajones diseñados especialmente, de madera liviana, revestidos en gomaespuma. Las sogas, por ejemplo, son de material sintético que reduce el peso para manipularlas, y a su vez aumenta la resistencia para el izado de muebles pesados. ¡Y qué decir de los camiones!, son de ultima generación y con pala hidráulica para minimizar el riesgo de subir o bajar un mueble”.
En pesos
Todo esto tiene costos que varían según la mayor o menor complejidad de las operaciones por realizar y los materiales demandados. Las empresas suelen ofrecer un servicio estándar y uno premium; prestaciones básicas y adicionales. Jorgelina García informa que “dentro del básico la empresa incluye el traslado, desarme y armado de muebles, y los materiales necesarios para realizar la mudanza -cajas, cintas, rótulos, carteles de frágil, pluribol, papel de diario, etcétera-. En lo que respecta a adicionales ofrecemos el servicio de embalaje para objetos frágiles, cuadros y esculturas, y en el servicio premium nos encargamos del embalaje de ropa y libros, y también del desembalaje y acomodado de todo lo trasladado”. Por su parte, el tasador de Verga Hnos., aunque aclarando que los precios son un estimado, facilita algunas cifras. “El costo promedio de la mudanza de un monoambiente sería de $ 3500 con el camión y 3 personas. En el caso de un 3 ambientes se cobraría, aproximadamente, $ 9000 por el traslado y 6 asistentes. Si se trata de una casa grande, el precio rondaría los $ 20.000 con dos camiones y 10 personas.” ¿Cuánto puede costar bajar por escaleras un piano de un 5° piso en Belgrano y dejarlo en otro 5° piso en Palermo? El representante de Castro y Regini estima que “serían alrededor de 3800 pesos”. ¿Y si hubiera que dejar, por algún tiempo, ciertos objetos en el guardamuebles de la empresa? “Tenemos un edificio de 6000 m² de superficie cubierta, 500 bauleras, modernos montacargas y vigilancia las 24 horas con monitoreo por cámaras IP vía Internet. Las bauleras de diferentes tamaños son privadas con entrega de llave en mano y acceso libre. El valor se cotiza por m3 y es de $ 85 + IVA mensual.” Verga Hnos. cuenta con un edificio guardamuebles con capacidad de guardado de 10.000 m3 y realiza venta de muebles por medio de remates. Las empresas suelen ofrecer pago con tarjetas de crédito y cuotas. Lisandro y Azul lo agradecen, “aunque por seis meses tengamos el cupo de nuestros modestos límites casi cubierto”, dicen mientras disfrutan de su nueva casa..
Por Paula Gómez, Sábado 14 de junio de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION