En el Oeste, con su misma identidad

Esta localidad del partido de La Matanza crece con una oferta variada que atrae tanto a las familias con chicos como a los más jóvenes; hay obras en marcha.

Una de las zonas más solicitadas en el corredor oeste del conurbano bonaerense es la de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza. Muy demandada por las familias con chicos y por los jóvenes que buscan un ámbito tranquilo, pero que a la vez juega en armonía con el buen ritmo residencial y comercial de esa zona, muy asociada durante décadas a la movida nocturna con la presencia de los locales bailables y bares que convocan multitudes.

Al respecto del momento que atraviesa este rincón muy próximo con la Capital se refirió Adelina Reportella, de Adelina Inmobiliaria: “Es un sector que muestra crecimiento, pero en la actualidad por el contexto de las restricciones cambiarias y el marco económico no está alejado de esta realidad, y algunas ventas se han postergado en los últimos tiempos”.

Lililana Nieto, de la inmobiliaria homónima, destacó algunas ventajas de Ramos Mejía: “Es un buen lugar para vivir en familia, con los chicos, aunque en los tiempos que vivimos ningún sitio es seguro. Hay que tener presente que en la zona hay muchos colegios y entretenimientos para los más chicos, pero también para los adolescentes. Y si la gente opta por no salir demasiado del límite de la localidad hay de todo: buena gastronomía, cafeterías, heladerías, casas de indumentaria, entre otros rubros”.

Por su parte, Fernando Calderón, de la inmobiliaria Gilges, reflexionó: “Es una zona donde se realizan operaciones en forma constante. Y aunque no se vende como sucedía entre 2003 y 2011 hay buen ritmo. De hecho, en Ramos Mejía no cerraron tantas inmobiliarias por el efecto de las restricciones cambiarias. Por el contrario se mantienen con alquileres tanto de viviendas como de locales”.

Por su parte, Francisco Lauría, de Lauría Propiedades, indicó: “La ciudad cuenta con sectores de alta y media densidad con preeminencia de características residenciales, a excepción de las zonas comerciales. Si nos preguntamos las razones por las cuales es elegida, podemos señalar que cuenta con un interesante poder económico. En cuanto a la edificación, muestra estilos muy variados y de distintos períodos. Abundan las construcciones tipo chalet, los dúplex y los edificios modernos”.

La parte sur de Ramos Mejía fue una de las que más se expandió en los últimos tiempos, sobre todo por la Avenida de Mayo, después de Belgrano hasta Medrano. “Son siete cuadras hacia el lado de Haedo, así como hasta unas 6 o 7 cuadras de Rivadavia (en calles como Alsina, Rosales, Chacabuco, entre otras). También conocido como Barrio Pileta, porque antiguamente en esa zona había muchas casaquintas con pileta y se construyeron muy buenas viviendas”, dijo Reportella.

En este rincón del oeste del Gran Buenos Aires conviven los edificios y los locales, aunque en los últimos tiempos se levantaron varios dúplex y quedaron relegadas las amplias casas que fueron reemplazadas por torres de edificios.

Otras áreas con movimiento son la denominada Villa Sarmiento desde 3 de Febrero que incluye la avenida Gaona, Lambaré en cercanías con la plaza Alsina, así como la zona Ward, cerca del colegio que lleva el nombre homónimo en el lado norte. Tampoco pierde su público Rivadavia y todo lo cercano al centro de la localidad.

Vista de la Avenida de Mayo, un eje clásico, donde convive lo residencial y lo comercial. Foto: Santiago Greene

Opciones

Lauría Propiedades comercializa dos proyectos que están en obra. Uno es Vilanova Ramos Mejía, condominio con jardín central, pileta, microcine, cocheras subterráneas, entre otros servicios. Se distribuye con amplios lofts y departamentos de 1 a 5 ambientes con terrazas. El promedio del valor de las unidades es de 17.160 pesos por m2. “El otro desarrollo se denomina Torres Florencia, ya que se trata de dos edificios con 19 niveles de 2 a 4 ambientes; en el piso 20 se ubica un sector de lectura y descanso. Dos subsuelos en donde se ubican las cocheras”, dijo Lauría. Las últimas unidades de la Torre B con entrega programada para agosto de 2014 se ofrece desde los 17.850 pesos el m2.

En cuanto a las viviendas, “una casa con 4 ambientes, quincho y pileta supera por lo general los 250.000 dólares. Y un departamento de 3 ambientes de 63 m2 se consigue en 138.000 dólares”, dijo Calderón. Acerca del perfil de los compradores, Nieto indicó: “La zona es elegida por los pequeños inversores que manejan valores entre 50.000 (monoambientes) y 80.000 dólares, que provienen de la clase media con capacidad de ahorro. También lo buscan los que quieren ampliarse con alto poder adquisitivo que eligen las modernas casas que ofrece la zona”.

Por José Luis Cieri, Sábado 16 de noviembre de 2013
para el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION