Con precios bajos y una renta anual del 11% que se incrementa desde 2010, el país ibérico atrae el interés de quienes están líquidos.
Hasta hace muy poco sólo parecía estar viviendo un resurgir Madrid y Barcelona, dos ciudades que por su peso propio sólo necesitan de un pequeño empujón para comenzar a hacer girar la rueda del mercado inmobiliario. Ahora el lento pero persistente crecimiento económico de aquel país parece ser el principal responsable para que ya no sólo se presenten como alternativa de negocios esas dos grandes urbes, sino también Sevilla y Mallorca.
“España está viviendo el momento del ciclo inmobiliario que todo inversor busca para entrar en el mercado de real estate con precios históricamente bajos y consolidación del crecimiento económico: 3,2 por ciento en 2015, el doble de la zona euro. Un dato que garantiza importantes retornos a corto y medio plazo.
La coyuntura político-económica ayuda a que los argentinos reparen en el mercado español aún más que otro tipo de inversores. Uno de los factores fundamentales para que esto suceda es el efecto producido por el efecto blanqueo, dado que si se destinan los fondos a la adquisición de inmuebles registrables en el exterior se podrá extraer el importe necesario sin necesidad de dejar bloqueado el dinero los seis meses que establece la normativa. En línea con esto, Silvina Capuya, partner de Spain Time concluyó: “Conocemos el mercado y sabemos que busca el inversor argentino. En general los particulares suelen enfocarse principalmente en departamentos, mientras que el pool se orienta más a locales comerciales en rentabilidad o pequeños edificios a refaccionar y explotar. En el caso de los desarrolladores, ante el escenario previsto para 2017 donde se espera un fuerte incremento de la obra nueva, buscan lotes o edificios a remodelar en zonas claves para usos residenciales, hoteleros o de oficinas”.
RADIOGRAFÍA DE UN MERCADO EN ALZA
Sábado 5 de noviembre de 2016
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION