El funcionario asegura que el Gobierno generó las condiciones para que los desarrolladores lancen nueva oferta; “que metan el gol”, reclama
Desde hace un año y medio, Ivan Kerr es el hombre de confianza del presidente Mauricio Macri para combatir un déficit habitacional de 3,5 millones de unidades. Con el tiempo justo, accedió a un mano a mano con la nacion en el que respondió sobre todos los temas.
– ¿Qué temas ocupan la agenda?
– Trabajamos en la evolución de un Estado netamente “constructor” a uno “facilitador”. Es decir que no sea el que genere las soluciones habitacionales sino que co-invierta con el sector privado. Con $ 25.000 millones en el presupuesto y considerando una inversión de $ 1 millón por casa, solo podríamos construir 25.000 viviendas, un número que no tiene impacto en un déficit habitacional. Hay 12 millones de argentinos que tienen problemas con su vivienda. Faltan 1,3 millones de casas y otras 2,7 millones tienen que ser refaccionadas o no cuentan con la infraestructura básica. Por eso, entre otras iniciativas, implementamos junto al Banco Nación, el lanzamiento de dos líneas intermedias para los desarrolladores con tasas del 17 por ciento anual. Una de ellas financia el 100 por ciento y la otra el 70 -en este último caso, el Estado subsidia el 30 por ciento- de los emprendimientos. En ambos casos, los empresarios tienen dos años de gracia que es el período promedio que dura la construcción de un proyecto para comenzar a devolver el dinero. Luego con las unidades subdivididas, los compradores finales con el boleto o el fideicomiso acceden al crédito. Tenemos 120 proyectos nuevos para financiar. De esta forma resolvimos lo que era un reclamo del sector que sostenía que no les rendía la TIR porque tenían que esperar dos años desde que terminaban un proyecto para colocar las últimas unidades.
– Los desarrolladores fueron castigados, hoy son atendidos. Nos piden que generemos condiciones de crédito y que les aseguremos la demanda pero esa no es nuestra función. Sólo podemos acercarla. Hace un par de días hablábamos con el ministro Frigerio que lo que estamos haciendo es ponerle la pelota delante del arco, el gol lo tienen que meter ellos. Por otra parte , en la Capital Federal, en la Provincia de Buenos Aires y en Córdoba eliminamos el impuesto de ingresos brutos al crédito para la vivienda que impacta en un 15 por ciento en el valor de la cuota, y estamos próximo a hacerlo en Mendoza y en Salta. Ahora tienen que animarse a lanzar los proyectos.
– ¿Hasta qué monto puede prestarles el Banco Nación a los desarrolladores?
– El Central por normas de Basilea establece que no se puede prestar más de tres veces del patrimonio de la empresa, pero estamos trabajando en flexibilizarlo. También trabajamos con las entidades para que bajen un punto las tasas de los créditos en los lugares en donde se los eximió de ingresos brutos. El modelo de negocio centrado en la demanda de inversores se agotó. Hay una demanda del sector medio que puede acceder al crédito. Los desarrolladores tienen que reorientar la oferta. Se diversifican o mueren. En lo que va del año tenemos a 90.000 seleccionados del Procrear que están tramitando su crédito en uno de los 15 bancos que ofrece el producto y que tendrán un millón de pesos para comprar su primera vivienda. Además el martes que viene reabrimos la línea de crédito para la construcción para quienes tienen terreno propio. Se otorgan hasta $ 1,1 millones con un subsidio de hasta $ 400.000. Los plazos son entre 20 y 30 años con una tasa promedio de 5 por ciento, En estos casos, los bancos están bien aforados porque el terreno que equivale al 30 por ciento del proyecto es garantía, y el subsidio del Estado no reembolsable se entrega en el arranque.
– ¿Se puede dejar de hablar del valor de las las unidades en dólares?
– Si por supuesto. En Chile se implementó la UF hace 30 años y hoy ese país tiene un déficit habitacional del 8 por ciento de la población mientras que en la Argentina es el 25 por ciento. Además el crédito hipotecario equivale a 20 puntos del producto bruto mientras que en el país representa solo el uno por ciento. La clave será generar confianza en la UVA.
– ¿Hay riesgo de una burbuja ante un escenario de mayor demanda y poca oferta?
– Puede pasar pero lo venimos monitoreando. Además el Procrear aportará oferta con proyectos que articulan lo público con lo privado. Es decir tomamos la tierra y la canjeamos por metros cuadrados con el desarrollador.
-¿ Por qué se construirán casas chinas?
– No son chinas, ni prefabricadas. El Procrear construye 25,000 viviendas que se fondean con presupuesto del Estado. Queremos mantener esa oferta pero no podemos hacerlo porque afecta al déficit fiscal. Por eso, acudimos al financiamiento internacional. Pero además de las empresas chinas, están interesados fondos holandeses, y alemanes . Lo que sucede es que los chinos tienen una mayor capacidad de financiamiento. Será oferta genuina que además no generará deuda porque se financiará con los créditos. Vamos a lograr construir más de 14.000 viviendas para la clase media, en tres años. El monto de inversión es de US$ 1176 millones. El Estado Nacional aportará las tierras y se convocará a empresas extranjeras para llevar adelante las obras. Estas viviendas se otorgarán a través de la línea de compra del Procrear y se construirán en un plazo de 6 a 18 meses, mucho más veloz que la construcción tradicional, que demora entre 30 y 36 meses.
Por Carla Quiroga, Sábado 1 de julio de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION