La Defensa, patrimonio e innovación en el Casco Histórico

El 1º de octubre abrió sus puertas la 26º edición de Casa FOA, que este año se realizará en La Defensa, un edificio centenario en el Casco Histórico de Buenos Aires, que ha sido recuperado conservando su valor patrimonial para transformarse en un complejo de Lofts y Suites, oficinas y restaurant.

El lunes 27 de septiembre ya en el tramo final de preparativos para lo que será la inauguración formal de Casa Foa, los realizadores del complejo de la Defensa describieron en detalle cómo se gestó el emprendimiento que hoy ya es una realidad. El Ing. Gustavo Ortolá Martínez –titular de GO Real Estate, desarrollista- explicó que llevar adelante un emprendimiento inmobiliario en este sector urbano representó un doble desafío: un absoluto respeto por lo patrimonial y lograr, a la vez, un diferencial de innovación en el que conviven lo tradicional con lo contemporáneo, en una ubicación estratégica que concentra la historia de la ciudad.

El proyecto recupera la fachada de una antigua casa de 1914, catalogada como APH1 frente al eje de la cúpula de la Iglesia San Francisco, y el patio central en el primer cuerpo original. El Arq. Daniel Silberfaden -a cargo del proyecto y la dirección de obra- explica que la tipología primigenia de este edificio consistía en tres patios rodeados de claustros, dos de ellos demolidos hace algunas décadas. “El resultado es un conjunto que tiene la fusión de la arquitectura tradicional de Buenos Aires -con su recuperación y puesta en valor- y el confort de las últimas tecnologías para habitar y trabajar”, puntualiza.

Entre los dos edificios se diseñó un patio interior cuyo ancho repite la medida exacta de la calle Defensa. Asimismo, las ventanas del nuevo contrafrente tienen la misma relación de llenos y vacíos de la fachada hacia la calle Defensa, pero con una expresión y tecnología contemporánea. Además, en el edificio hay un patio interior cubierto que fue totalmente rodeado por una especie de gran biombo conformado por listones verticales metálicos. En el coronamiento, frente a la cúpula de la Iglesia de San Francisco, se diseñó una terraza a modo de mirador, un jardín elevado que tendrá una piscina.

Es el primer programa mixto en el casco histórico, donde conviven tres usos: la panadería de Pablo Massey, el edificio antiguo al que se le agregó un piso más donde se desarrollarán 18 unidades denominadas Lofty Suites, y en el contrafrente un nuevo edificio para oficinas, ya comercializado. Además cuenta con dos subsuelos, el primero para cocheras, y el segundo albergará un espacio de negocios y exposiciones.

El lanzamiento comercial de los Lofty Suite se realizará durante Casa Foa. “Cada una de las unidades, con superficies de 50 a 110 m2, serán diferentes, se podrán destinar para oficinas, para presentar productos, otras para show room, es decir que contemplan distintas situaciones con un denominador común que es el diseño y la convivencia con lo antiguo. Por caso, en una de las unidades se desarrolló una cocina para dar clases. En suma, un lugar para trabajar y vivir al mismo tiempo”, apuntó Ortolá. Y señaló que la panadería de Pablo es una de los amenities del proyecto, para Casa Foa se ha hecho una versión express, pero luego se integrará a toda la planta baja y se abrirá al público.

A su vez, el Arq. Luis Grossman -director general del Casco Histórico- destacó: “Estamos frente a un ejemplo de lo que debe promoverse en áreas de protección histórica. La concreción de la Defensa coincide con una tendencia mundial de revitalización de los centros históricos de las ciudades que sin perder su carácter asocian la historia con el hoy, que en Buenos Aires recién comienza a florecer.

El hecho de estar cercanos al Museo de la Ciudad, a la esquina de Loriaga- que en escaso tiempo más será un lugar sumamente atractivo y vital- lo mismo que pasará con el ex Padelai, donde estará el Centro Cultural de España en Buenos Aires, que será el más importante de América latina; al igual que el Museo de Arte Moderno que, en octubre, comenzará a funcionar, demuestran que el centro histórico de Buenos Aires será un lugar vital y atractivo. No sólo para los turistas, en realidad a lo que aspiramos es que venga la gente de la ciudad y que los habitantes de los barrios de Monserrat y San Telmo sigan viviendo en el lugar, pero que estén al día con mejores propuestas edilicias.

Publicado en Revista Areas Globales, 30 de septiembre de 2010.