Las unidades micro irrumpen en el mercado

Los altos costos alientan el desarrollo de espacios de 20 metros cuadrados, que se adaptan según su uso; la inversión en el mobiliario es clave.

Muebles divisores, mesas con ruedas y camas rebatibles son aliados en lugares con pocos metros. Foto: Patricio Pidal

El tiempo produce cambios sociales y culturales que se traducen en nuevos tipos de estilos constructivos que, sin duda, contemplan diferentes paradigmas inmobiliarios. En la Argentina, al igual que en el resto del mundo, en los últimos años se comenzaron a construir edificios conformados por minidepartamentos, con superficies que van de 20 a 34 metros cuadrados y que principalmente están destinados a los millennials, jóvenes profesionales e inversores.

Algunos desarrolladores llaman a estos proyectos transformers por su capacidad de adaptación a las distintas necesidades. “Cuando un monoambiente es diseñado con flexibilidad multiplica sus metros cuadrados y sus posibilidades. Este tipo de desarrollos -muy buscados por los freelos- intentan resolver en un mismo espacio dos necesidades: vivir y trabajar”, explica Néstor Curland, uno de los socios de Zentrum Developers.

Las unidades suelen tener diseños de interiores inteligentes donde la premisa es la flexibilidad. “Actualmente en Santos Dumont ofrecemos unidades amuebladas que permite adaptar el espacio según su uso: oficina de día y hogar de noche. Para ello apelamos, por ejemplo, a una pared con una cama que aparece sólo cuando se la requiere, y cuando no, amplía el ambiente y lo integra al resto. Los espacios de guardado también se fusionan con la estructura pasando totalmente desapercibidos. En síntesis, nuestro objetivo es la generación de más vida por metro cuadrado”, dice Curland. Y agrega: “El promedio de alquiler de un monoambiente de un edificio como Santos Dumont ronda los $ 8000, mientras que para la venta se ofrecen en US$ 100.000. La inversión en el mobiliario que maximiza los metros del departamento ronda los US$ 8000, aunque varía según los detalles de terminación que prefiera el propietario”.

Este tipo de propuestas de microunidades debe contar con buenos amenities que ofrezcan lo que estos departamentos no cuentan, como espacios para reuniones, laundry y sector de parrillas, entre otros.

Otro modelo similar es el que ofrece la empresa Predial. “Los microdepartamentos no son algo que inventamos acá. Surgieron en Japón y nosotros los patentamos y trajimos a la Argentina. En las principales ciudades del mundo el metro cuadrado es cada vez más prohibitivo. De ahí surgen estas unidades, que cambian de raíz el concepto tradicional”, cuenta Pablo Brodsky, director Comercial de la desarrolladora. Y amplía: “Se trata de espacios de 20 m2, totalmente equipados con muebles hechos a medida, dinámicos y pensados para cada tipo de vivienda. La cama, por ejemplo, no ocupa espacio, porque es rebatible, y la mesa viene con rueditas y puede utilizarse tanto como escritorio como para comer. Además, ofrecemos en los espacios comunes, sector de sillones, mesas para estudiar o trabajar, sala de cine, bicicletas comunitarias, jacuzzi o quincho, áreas que complementan estos espacios”.

En breve la compañía está por lanzar su primer edificio de microdepartamentos en Neuquén capital.

Los diseñadores de muebles también se sumaron a esta tendencia. Una de las más soprendentes novedades es la “Cama escritorio” -que fue presentada en Casa FOA 2016-, una pieza versátil, funcional y flexible. La versión original está realizada en una cama de una plaza y tiene un costo que ronda los $ 50.000. El diseño reservado para la cama puede ser personificado por el usuario y contar con un espacio de guardado de almohadas y mantas. Por su sistema de estabilidad, los objetos que se encuentran en el escritorio pueden quedar en la misma posición al transformarse en cama. “El producto propone una solución para espacios reducidos, una realidad cada vez más habitual en el mundo actual”, explica Marcela Rodríguez, directora del estudio PQR.

También pensados para dividir ambientes pequeños y funcionales son los muebles de Fiplasto, una marca que está realizando modulares o bibliotecas con el fin de generar espacios útiles y cálidos. “Buscamos crear ambientes armoniosos, adaptando el lugar, generando que visiblemente se vea más amplio y organizado. Los muebles pueden tener o no fondo dependiendo de la luminosidad del lugar”, comentan desde la compañía.

Desde las marcas de electrodomésticos también se generaron productos acordes para unidades pequeñas que suelen ser ocupadas por jóvenes. Por ejemplo, la firma BGH lanzó al mercado una serie de electrodomésticos pensados con mentalidad verde y con la idea de colaborar con el ahorro no sólo de energía sino también económico. Tal es el caso del anafe vitrocerámico, que propone una reducción de hasta el 50 por ciento del consumo . “Otro electrodoméstico para aquellos que empiezan a equipar su primera casa es el aire acondicionado Silent Air con tecnología inverter, que significa un ahorro de energía de más del 35 por ciento en comparación con otros splits tradicionales con compresores on-off. Además, cuenta con tecnología smart control 2.0, que permite controlar el equipo mediante una app, algo muy buscado por los millennials”, relata Sebastián Zimmerman, gerente del negocio aire acondicionado individual de la firma.

De esta forma, paso a paso, el mercado sigue atravesando su proceso de metamorfosis.

Por Leandro Murciego, Sábado 1 de abril de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION