Los tiempos cambian y las formas de habitar los espacios también: se integran los ambientes y los espacios son más flexibles; además los muebles inteligentes y multifuncionales ganan protagonismo.
Las casas del futuro serán, sin duda, muy diferentes a los clásicos hogares estáticos que todos conocimos. Los nuevos modos de vivir, los cambios en las costumbres y las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías abren el panorama. ¿Cuáles son las principales tendencias que marcan el rumbo?
Por otra parte, habla de la ergonomía y las nuevas dinámicas de las personas en relación con los objetos que las rodean: “meterse en el armario versus armarios que van hacia uno”, parece ser la ecuación que resume diferentes propuestas a la hora de habitar, y también de diseñar. Además, sostiene que a nivel mundial, los dispositivos eléctricos son un aliado muy importante. “La domótica, combinada con una híper conectividad, sirve para potenciar el confort. En el rubro oficinas, por ejemplo, existen escritorios que se elevan para que cambies de posición, y vienen con una app que te dice cuándo es conveniente hacerlo”, cuenta, en base a su experiencia en ferias de diseño del mundo. “Saludable, vivencial y sustentable” son los tres conceptos que, según Smith, marcan el camino a nivel global.
Optimizar los metros
El diseñador de interiores César Stivaletta cuenta con una gran experiencia en el rubro. Sostiene que en los últimos diez años lo más disruptivo en los modos de habitar es que se dejó de vivir compartimentado: “Hoy los espacios tienen que ser flexibles. Para esto es importante contar con muebles tipo “transformers”, que brinden diversas posibilidades y que puedan, por ejemplo, estar a la vista o escondidos. Los electrodomésticos ahora suelen ser panelables, con una puerta, y no es habitual que estén a la vista. En otras épocas eran signo de estatus y se los ubicaba en lugares más expuestos. Recibir amigos y familia en casa es parte de nuestra idiosincrasia. Por eso es importante que el hogar pueda abrir posibilidades y que se pueda optimizar y transformar el espacio”, dice. Menciona también cambios en el uso de los ambientes: la cocina y los vestidores, por ejemplo, están entre los nuevos protagonistas. Teniendo en cuenta que son espacios de mucho uso se vuelve fundamental trabajar el diseño de manera que las cosas sean accesibles a diario, y al mismo tiempo, estéticas. El espacio exterior también gana importancia, y los jardines verticales hechos con decks de PVC comienzan a ser un must, en una generación que valora la posibilidad de contar con espacios verdes para descansar .
Otra modificación que se da es la reducción del espacio destinado a los dormitorios. Hoy, dice el diseñador, en muchos casos se prioriza su funcionalidad para descansar y los usuarios prefieren sacrificar un poco de espacio en ese ambiente para ganar en otras áreas como salas de baño más amplias y con una impronta hedonista: espacios con jacuzzi separado de la ducha, y otros accesorios diseñados para el relax. En esta línea, destaca, por ejemplo, las griferías con luz que bañan el agua con distintos colores. “Cada vez se habla más de la psicología del color, porque está demostrado que el color incide en el estado de ánimo. Por eso, por ejemplo, en el dormitorio hay que usar colores neutros, no vibrantes, porque es un espacio de descanso”, aconseja el especialista.
El vértigo de la vida moderna lleva a priorizar la practicidad y los materiales de bajo mantenimiento: una gran variedad de porcelanatos, y pisos flotantes, por ejemplo, conviven con la nobleza de la madera. Las viviendas hechas con steel frame o modulares también van ganando terreno muy de a poco. A nivel global, la domótica y la inteligencia incorporada al hogar ya son un hecho según el diseñador. La posibilidad de crear diversas escenas generadas por tipos y colores de luz, temperatura y otras variables según la actividad que se esté realizando, desde cocinar hasta ver televisión, son protagonistas en las nuevas viviendas del mundo. Apertura eléctrica de cortinas, programación de artefactos o apps que permiten definir cómo queremos que nos reciba nuestra casa de acuerdo a cada momento del día o la semana son algunas de las posibilidades que ganan terreno. Aquí, dice, se trata de una tendencia más bien aspiracional que aún no se termina de incorporar y no muchos están dispuestos a pagar. Adrián Moyano, responsable de diseño y socio en Modulus -empresa dedicada al diseño de muebles contemporáneos y funcionales– sostiene que uno de los principales cambios en los modos de habitar es la tendencia a ambientes cada vez más pequeños. “Las nuevas generaciones dan más valor al confort personal y eso incluye el diseño del interior y la comodidad en el hogar”, afirma y enumera algunos de las principales claves: integrar ambientes para maximizar espacios, despejar la decoración excesiva, lograr armonía con uniformidad de colores y generar funciones ocultas dentro del mobiliario, como cocinas ocultas o camas rebatibles, que permitan crear espacios dinámicos y versátiles.
Grandes ideas que se materializan
Gabriela López es una voz con gran peso para hablar acerca de los nuevos modos de habitar. Es diseñadora de interiores con especialización en sociología del diseño y elabora un informe anual de tendencias del diseño. “Los nuevos hogares están reduciendo sus superficies, sobre todo en las grandes ciudades, donde el 18 por ciento de los jóvenes se van a vivir a casas de 30 a 50 metros cuadrados. Los adultos jóvenes están viviendo solos durante más tiempo, la gente está teniendo menos hijos, la esperanza de vida está en aumento y las tasas de divorcio también”, describe el panorama.
Hoy el mix entre espacios comunes y privados es fundamental, y la diseñadora sostiene que mientras que la apertura en el modo de pensar una planta es todavía una demanda, crece el deseo de espacios que también ofrezcan la posibilidad de tener momentos privados e individuales. Con respecto a los muebles señala que hoy la música, las películas y los libros viven casi exclusivamente almacenadas en la nube y afirma que la tendencia es que los muebles empiecen a incorporar dispositivos de recarga inalámbrica. De cara al futuro, vaticina que el mobiliario deberá ser multifuncional, para entregar más de un uso en superficies reducidas, y en formato RTA (ready to assamble), es decir listo para armar.”Hoy la gente busca espacios que se puedan ajustar a sus necesidades personales, en lugar de tener que ajustar sus necesidades a un espacio determinado”, afirma.
En base las conclusiones de sus investigaciones, desarrolló un prototipo de vivienda para millennials junto a Mónica Kucher: 1,2,3 Live &Work, en el que la esencia es la flexibilidad. Entre los puntos destacados que describe está, por ejemplo, una gran puerta corrediza que permite en instantes utilizar de dos formas distintas la vivienda para que se adapte fácilmente a lo que se necesite: toda la superficie de forma integrada, o el área social separada del área privada del dormitorio, generando una unidad de características adaptables según la ocasión. “Es muy conveniente en unidades chicas contar con la posibilidad de disponer de una planta integrada que sume todos los metros posibles a la hora de situaciones laborales compartidas, celebraciones, fiestas o reuniones. Al mismo tiempo, es necesario contar con un ámbito privado que se pueda aislar sin mayores esfuerzos cuando se busca tranquilidad, estudio o actividades intimas o solitarias”, sostiene.
Otro punto en el que los nuevos hábitos provocan grandes cambios son las cocinas. Los millennials, cuenta López, prefieren las cocinas integradas. Las experiencias culinarias son mucho más informales y de mesas compartidas con los huéspedes invitados. Así, dice, la vista abierta de cocinas crea un sentido de comunidad y de apertura que es valorado. “Cocinar en casa se convirtió en algo social e interactivo y ya no está sucediendo a puertas cerradas. Los huéspedes son invitados a participar y los códigos formales desaparecen.”
Las nuevas generaciones viven con dos pantallas a la vez, una es su celular y la otra es el Ipad o la notebook. “No cambian de plataforma sino que cambian de asiento según la acción que quieren realizar y si es en el mismo espacio, mucho mejor: sentados en la mesa trabajan, tirados en el sofá se dedican al tiempo libre y al ocio. Así, ese traspaso debe ser limpio, instantáneo, sin obstáculos que atravesar, y eficaz”, dice López. Para esto, 1,2,3 Live & Work cuenta con un gran mueble de ocho metros de longitud que entrega, a lo largo de su recorrido completo, todas las funciones necesarias: la primera puerta es para guardado de artículos de limpieza y escobero; la segunda es para despensa de alimentos, sigue con el área de la cocina con mesada, bacha conformada y anafe con extractor ultrachato que elimina los olores; y se continua con una biblioteca central de área comedor para rematar en la tercera área, de TV y audio. Una misma línea continua que se va transformando. Este formato, dice, permitió entregar la utilidad y a la vez acompañar el sentido longitudinal de la planta, enfatizándolo y sin barreras a la vista. Ningún detalle queda librado al azar en una generación que demanda cada vez mejores diseños.