Tanto San Carlos de Bariloche como San Martín de los Andes mantienen el interés de los inversores y de nuevos propietarios; se construyen complejos residenciales.
El encanto de la Patagonia no tiene comparación. Paisajes únicos, rodeados de montaña y lagos, auténticas postales que atraen a los turistas, pero también a quienes están decididos a establecerse en forma permanente, disfrutando cada día de las vistas magníficas según la estación del año. El impacto visual que crean las tonalidades otoñales y que se suceden en los paisajes nevados en pleno invierno o parte de la primavera -y hasta los verdes intensos en el verano- son escenas únicas, incomparables tanto en San Carlos de Bariloche como en San Martín de los Andes, dos de las principales ciudades de la Patagonia. En ambos destinos, las nuevas construcciones han sido y son en la actualidad protagonistas durante los últimos años para quienes han optado por mudarse definitivamente o instalarse en forma ocasional.
Con respecto a las áreas con más desarrollo, en el caso de Bariloche es el denominado valle del Challhuaco (allí crece la urbanización Dos Valles) donde se construyen viviendas. “En particular son muy buscadas por las familias locales, que se ven imposibilitadas de comprar un lote para construir en las zonas pobladas y emigran a un lugar algo alejado del casco urbano, pero que cuenta con todos los servicios a disposición”, comentó Guillermo Villa, gerente de Tizado Patagonia.
En San Martín de los Andes, el camino al lago Lolog se ha desarrollado sobre todo en lotes, tanto en barrios abiertos (loteos) como en los barrios cerrados. “Se han construido muchas casas, pero con un mix de familias locales y las que eligen San Martín como destino turístico. Por otra parte visita esta ciudad mucho turismo del valle (de Neuquén capital, sus alrededores y de Río Negro) por su cercanía”, amplió Villa.
En marcha
Laura Fenoglio, de Bullrich Patagonia, expresó: “En Bariloche, el movimiento del mercado residencial es lento. Cada venta es más trabajosa, pero no está paralizada como en otras plazas. De hecho siempre hay oportunidades para los desarrollos, ya que una ventaja es realizar los emprendimientos en época de crisis para estar bien ubicado en el momento de mayor despegue de las ventas”.
Con respecto al comportamiento de la demanda para Bariloche en la actualidad, Fenoglio puntualizó: “Tenemos distintos target de demanda: el mercado local que busca un refugio a su dinero y también un cambio de tipo vivienda, que generalmente es de casa a departamento, porque los hijos crecieron y prefieren un edificio. Por otro lado están los turistas que se enamoran de Bariloche y compran para obtener una renta y disfrutar así de las vacaciones o cada vez que el tiempo libre se los permite”.
Villa agregó: “Hay que aprovechar las ventajas que se presentan hoy en ambas zonas, donde surgen oportunidades. Los precios no subieron, se mantienen, pero hay vendedores más dispuestos a escuchar ofertas. Creo firmemente que la Patagonia en general se mantiene como un mercado de oportunidades”.
En la ciudad de Bariloche, la calle San Martín es la de mayor crecimiento y según auguran, también tiene buenas perspectivas. Entre otras opciones interesantes de la oferta residencial figuran Arelauquen Country Club, además de las construcciones sobre la avenida Bustillo, donde se edifican casas y condominios.
Allí, Bullrich comercializa San Martín Design, un complejo de departamentos de 1 y 2 ambientes; también Bustillo Uno, condominio premium con costa de lago, pileta climatizada, gimnasio y seguridad, con unidades de 3 y 4 ambientes. “Estamos próximos a comercializar un condominio en el hoyo uno de la cancha de Arelauquen Country Club”, dijo Fenoglio.
Los precios son similares en Bariloche y San Martín de los Andes. Las opciones de pozo parten desde los 17.000 pesos el m2 en lo que respecta a departamentos en el centro. Acerca del perfil de propietarios que busca San Martín de los Andes, Ignacio Terribile, que junto con Sabrina Casares son consultores en la empresa J. L. Dappello Inmobiliaria, indicó: “La mayor demanda la integran los inversores que buscan el resguardo de sus ahorros y las parejas jóvenes en busca de su primera propiedad juntamente con quienes hoy encuentran los valores deprimidos y pueden lograrlo”. Explicó además que “en general, la gente busca departamentos de un dormitorio o monoambientes; también terrenos de hasta 40.000 dólares y las cabañas ya construidas, todos con medidas y costos acotados”.
Por José Luis Cieri, Sábado 2 de Agosto de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION