Distintas entidades promueven una herramienta para emplearse como garantía; un puente que conecta a la gente con los requisitos para poder ocupar una vivienda.
El acceso a la vivienda es un tema que preocupa a muchos. Con sólo un 67,7% de familias propietarias a nivel país, el resto no tiene otro camino que alquilar o vivir en unidades en préstamo o en casas precarias. Ante el déficit habitacional, que afecta a 3,5 millones de hogares, en los que se engloban las construcciones deficitarias y el hacinamiento crítico y semicrítico de quienes la habitan, se intenta encontrar soluciones a algunas de las causas.
“También están los hijos que forman familia y se quedan a vivir con los padres, que comparten la vivienda. Eran el 8% en la década del 90, bajó al 6% en el censo de 2001, y prácticamente se duplicó durante la última década, por la imposibilidad de adquirir la casa propia; hoy, una de cada tres familias está teniendo una necesidad de vivienda concreta entre lo que son inquilinos y familias que comparten el lugar”, detalló Marcelo Satulovsky, director de investigaciones de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
Siguiendo con los datos a nivel país, el 16,1% son inquilinos que representan casi dos millones de familias, de las cuales casi el 40% -unas 800.000 familias- alquila en el área metropolitana de Buenos Aires, siendo 400.000 las que lo hacen en la Capital, y las restantes en el cordón que la rodea. Al año se concretan 204.000 locaciones en la ciudad, con aumentos en los precios que llegan a casi al 30%, promediando las cifras en los 100 pesos por m2. Satulovsky, al respecto, explicó: “La coyuntura se dificulta para las familias unipersonales, más la construcción que viene en baja, la falta de crédito que nos permita poner una válvula a la olla de presión y salir del alquiler para ir rotando, y así que la gente pueda pasar a ser propietaria, son factores que contribuyeron para que aumenten las operaciones en alquiler. De 21,4% de familias porteñas como inquilinos que había a principios de los 90 al 29,9% en el censo 2010, hoy se proyectaría a 34%, por año se calculan que 12.800 familias se incorporan al mercado de alquileres”.
Solidez
La opción de alquiler se convierte en algo virtualmente imposible cuando el propietario exige una garantía propietaria no sólo de la Capital, sino también que pertenezca a un familiar directo. Por lo que lograr un mercado de alquiler dinámico, facilitando el ingreso de un público que hoy queda apartado por no llegar a cumplir todos los requisitos que le son solicitados, ayudaría a disminuir la problemática de la vivienda.
Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, sostuvo al respecto: “Los propietarios que pretenden una propiedad de la Capital no pueden ser de la provincia, no saben ni por qué lo dicen, y los inmobiliarios tenemos la obligación de asesorarlos en cuanto a lo que es una garantía y lo que es una fianza, y en el sentido que si alguien viene y pone su casa de Paraná, que cuesta unos cientos miles de dólares y que generalmente es de un familiar directo, la garantía es tan buena como una de la Capital”.
Varias son las opciones para el reemplazo de la garantía propietaria, siempre que el propietario se abra a otras soluciones que brindan bancos, financieras y aseguradoras, siendo en muchos casos más eficientes que la tradicional garantía propietaria. En este caso, el Instituto Asegurador Mercantil lanzó, por ejemplo, la propuesta de Alquiler Seguro, una herramienta eficiente y económica para facilitar el cierre de las operaciones de alquileres entre inquilinos y propietarios. Sobre el tema, Arévalo amplió “que es un opción que generó este instituto, una figura del seguro de caución que cubre el incumplimiento de cualquier inquilino de todas aquellas obligaciones que asumió y lo endosa a favor del propietario. Con esta herramienta estamos viendo que hay más dinámica”.
El instrumento ideado por el instituto le garantiza al propietario el cobro de los alquileres en tiempo y forma, y libera al inquilino del requisito de las garantías. A diferencia de otros seguros o garantías que hay actualmente, ésta cubre también los costos del departamento que llegasen a ser impagos por el inquilino.Esta nueva herramienta incluso soluciona el tema de la demostración de ingresos, al presentar la figura de cotomador o avalista, en caso de no llegar a demostrar el nivel de ingresos requerido, ya que muchos empleados en relación de dependencia perciben parte de su sueldo en negro, haciendo que su recibo de sueldo refleje un monto menor del que efectivamente perciben. También resuelve la problemática que se les presenta a los autónomos y monotributistas, que muchas veces son excluidos por la incertidumbre que generan sus ingresos en los propietarios. La relación de nivel de ingresos es de un 25% para los empleados en relación de dependencia y un 12,5% para los monotributistas para acceder al servicio.
“Atentos a las dificultades que se generaban en este segmento del mercado inmobiliario, concebimos esta herramienta que facilita mucho las operaciones para todas las partes a costos accesibles. Ha sido testeada en los meses previos con gran resultado. De hecho la han incorporado a su operatoria más de 40 inmobiliarias líderes. Aplica tanto para alquileres de viviendas familiares, oficinas profesionales como para comercios”, explicó María Luz Gómez, gerente comercial de esta entidad.
De bajo costo, ya que alcanza el equivalente a un mes y medio del alquiler al que se desea acceder, la cobertura contempla todos los costos incluidos en el contrato, pago de alquiler, demora en el pago de expensas y servicios, impuestos, eventuales costos por desalojos y cualquier otro gasto previsto en el contrato. Así, el propietario evita toda complicación económica que pueda sufrir por el incumplimiento, además del tiempo y las molestias en buscar servicios legales en caso de precisar desalojar al inquilino o hacer efectiva la garantía. A su vez se puede complementar con coberturas de daño a la propiedad y responsabilidad civil, entre otros beneficios.
“Para los propietarios, el mecanismo resulta más práctico que tener que llegar a la complicada instancia de la ejecución de una garantía; para el inquilino evita el trastorno de la garantía, y para la inmobiliaria facilita el resultado de su gestión”, concluyó Gómez.
OPCIONES QUE OTORGAN AVALES
Las garantías bancarias se presentan como otra opción para los inquilinos que no cuentan con una en la Capital. Alquilar se puede, lanzado por el Banco de la Ciudad junto al Instituto de la Vivienda, surgió este verano y cuenta con más de 15.000 personas que completaron el formulario de inscripción en la Web. Con el primer corte se otorgaron las primeras 1000 garantías y están por salir otras 1000, según datos de la entidad bancaria. A diferencia de otros programas, el otorgamiento es por scoring, con un sistema elaborado con la UBA que traduce las necesidades sociohabitacionales de los requirentes y no por sorteo de la lotería. Es posible acceder a un préstamo para los gastos de ingreso, y cuenta con un programa de ahorro previo en caso de que el solicitante no pueda justificar ingresos.
El Banco Superville, el primero en otorgar garantías para inquilinos desde su lanzamiento en 2008, colocó más de 4000 garantías y esperan este año terminarlo con alrededor de 700. Está orientado a personas de entre 18 a 85 años que puedan justificar ingresos y no tengan antecedentes negativos en el sistema financiero. “Lo ideal sería, que este tipo de garantías sean exigidas por ley, pero también hay que tener en cuenta que compite con la garantía propietaria que es gratuita. Las inmobiliarias deberían involucrase más y mostrarle a sus clientes (los propietarios), las bondades de este tipo de garantías versus las garantías propietarias”, afirmó Alejandro Quatrini, gerente de canales indirectos del Banco Supervielle.
Por Azalía Rivero Pomarino, Sábado 30 de mayo de 2015
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION