Surgen proyectos que aprovechan las energías renovables en los que las áreas verdes son una variable central en su diseño
Primero fueron las construcciones amigables, luego los edificios comerciales verdes que marcharon al ritmo de los nuevos tiempos y más tarde llegó el turno de los sustentables. Eso que en un momento pareció tratarse de una simple moda que con el tiempo irrumpió con fuerza en el mercado residencial sumándose cada vez más proyectos -la mayoría de ellos urbanizaciones privadas y un número menos significativo de obras en propiedad horizontal-. Aunque sin dudas la gran novedad es que cada vez son más los desarrolladores que proponen alternativas verdes para el mercado industrial y logístico.
“Los parques verdes, sustentables o eco-industriales son emprendimientos donde el respeto por el entorno y el mínimo impacto sobre el ecosistema en el cual se emplazan, son aspectos condicionantes desde su concepción. Para ello es necesario analizar rigurosamente el comportamiento natural del predio y su entorno, el diseño de la infraestructura más idónea con independencia económica sobre las opciones convencionales, la utilización de recursos naturales para la generación de energía, proyectar edificios autosustentables, respetar la flora autóctona y la reutilización de materiales reciclables, etc. El aporte esencial de estos desarrollos es la concientización que obra sobre las empresas que se radican en ellos, acorde con una tendencia de cara al futuro de la industria del mañana”, comenta Luis Oyuela, presidente del Grupo Bautec, empresa especializada en el diseño, fabricación y montaje de estructuras metálicas.
Pablo Fiorita -responsable de Parques Industriales de la firma comercializadora Adrián Mercado- explica que para la región este es un tema nuevo que está ganando cada vez más terreno. “En América Latina recién se está incorporando el concepto de desarrollo sustentable de la producción. Estamos en la etapa de toma de conciencia de que hay que cuidar los recursos energéticos, de productividad y seguridad. Este concepto se refiere básicamente a satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de futuro, en esta época de consumismo donde el ideal de vida es producir la mayor cantidad en el menor tiempo posible”, cuenta Fiorita. Y agrega: “En Europa el 64 por ciento de las empresas plantean que los temas ambientales son importantes en el marco de su estrategia, el 60 por ciento mide sus emisiones de gases y el 21 por ciento está recurriendo a reducir sus impactos ambientales negativos para favorecer su producción y obtener beneficios a mediano y largo plazo, no sólo productivos sino también económico con el fomento gubernamental”.
Los especialistas consultados coinciden en que estos modernos complejos deben tener una serie de aspectos a tener en cuenta los cuales son cada vez más buscados tanto por propietarios como por inquilinos. “Si bien son varios aspectos que, como parte de un conjunto están íntimamente ligados, dentro de los más importantes debemos destacar la utilización de las energías renovables, sin dejar de lado la disminución al mínimo posible de las emisiones de residuos, el aprovechamiento pluvial tanto para fines de riego como para la descarga de los depósitos de sanitarios y la disminución total o parcial de la contaminación visual”, sostiene Oyuela.
Alberto Giordanelli, socio de Constructora Americana Civil e Industrial (Camci) afirma que para ahorrar en iluminación, se debe incorporar aventanamientos apropiados, a los cuales se le suma una arquitectura interior de vistas libres. “Trabajando bien en el diseño hemos logrado en algunas fábricas que casi no prendan la luz durante su horario comercial, lo que se traduce en un gran ahorro no sólo para ellos sino para el consumo del recurso eléctrico general”, explica Giordanelli. “Se pueden agregar a las ya mencionadas el tratamiento de los efluentes cloacales, como así también la incorporación de materiales reciclados para elaborar el hormigón, tratamientos de aguas grises, energía solar para la iluminación y artefactos de iluminación LED, entre otros. Es decir, las plantas mejores concebidas son aquellas que fueron pensadas para encuadrar dentro del proceso de certificación LEED, y aquellos proyectos que demuestran ser sustentables en cuanto a métodos no sólo operativos sino también constructivos”, relata Pablo Vivot, director de la división Industria y Terrenos de la firma LJ. Ramos.
Luciano Roussy -ingeniero forestal, especializado en planeamiento paisajista y ambiente, y docente e investigador de la Universidad de La Plata que es colaborador activo de la RedParques Industriales Argentinos- aporta una visión diferente. “Seguramente no es ni será posible generar predios industriales con impacto ambiental cero; pero sí es necesario pensar la actividad productiva en una ecuación de sustentabilidad que minimice los impactos y máximice la producción. Los parques industriales son centros generadores de fuertes shocks medioambientales, principalmente por la concentración de actividades productivas y de logística. En este sentido, se constituyen en centros emisores de carbono principalmente y de agua, impermeabilizando grandes superficies. A esto se suma la generación, en muchos casos, de contaminantes del aire y del agua”, relata.
La incorporación planificada del verde en los parques industriales permite realizar un aporte positivo a la ecuación de sustentabilidad, mediante tres estrategias principales: la fijación de carbono, el aprovechamiento del agua y la fijación de contaminantes. “El verde en estos lugares debe ser concurrente y no competitivo con las actividades productivas. Para ello, es necesario incorporarlo como una variable central en el diseño general del proyecto -tamaño de lotes, ubicación y forma de áreas comunes, diseño de calles, ubicación de infraestructuras aéreas y subterráneas-, de manera tal de que el verde no sea lo que ocupe los lugares remanentes y comience a tomar mayor centralidad. En este sentido, el verde debe ser considerado como una infraestructura”, aclara Roussy.
En los principales países de la región no sólo los gobiernos sino también las grandes empresas buscan hacer realidad la industria verde ya que es esencial para solucionar los retos ambientales más apremiantes de la actualidad, incluyendo la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático, la gestión responsable de los productos químicos y los residuos, y la seguridad del suministro de agua, energía y otros recursos naturales. “La industria verde puede hacerse realidad al mismo tiempo que se generan ingresos y se crea empleo en países en desarrollo, garantizando contribuciones netas al alivio de la pobreza y al desarrollo industrial sostenible”, remite Fiorita.
Desde lo normativo los beneficios son varios, por ejemplo para las empresas radicarse en un parque industrial se les proporciona una exención impositiva sobre Ingresos Brutos, sellados y patentes, etc. “En un parque eco-Industrial como Los Libertadores, obtienen beneficios adicionales como servicios comunes que les permiten aprovechar energías renovables, instalaciones de calidad cuya durabilidad reduce el costo del mantenimiento, alternativas de desplazamiento interno económicas y seguras como bicisendas, servicio de red cloacal, cañeros para tendido eléctrico, etc. Como valor agregado, todos disfrutarán de un entorno natural íntegramente forestado con especies autóctonas de la zona”, cuenta Oyuela.
Los costos
Según los conocedores del tema, la infraestructura de este tipo de parques implican un sobre costo de construcción que supera en un 20 o 25 por ciento al de los predio convencionales, pero dado que la oferta es aún escasa y cuenta con una demanda alta, el precio tanto de venta como de alquiler sube y rápidamente se amortiza el incremento inicial y proporciona al inversor un medio seguro para el resguardo de su patrimonio. “Hoy en día una planta premium ronda entre los US$ 8 y US$ 11 el metro cuadrado para alquiler; mientras que se prevé que el aumento para compra y construcción de este tipo de naves puede rondar un 30 por ciento por encima de la oferta convencional, no obstante el retorno de la inversión se verá ampliamente superado en el corto plazo. Igualmente son suposiciones que se confirmarán cuando el aumento de la demanda sea más evidente y salgan a la luz los índices de la construcción”, concluye Fiori. Para Oyuela aunque este tipo de proyectos no tiene un pretendiente específico todas las firmas que las buscan comparten el perfil del emprendedor que aprecia el valor de apostar por cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, la eficiencia y la sinergia entre empresas. Aunque actualmente no hay un alto porcentaje de predios que estén en el proceso de certificar, nos encontramos ante una marcada tendencia según revela Vivot, el broker de LJ. Ramos: “Los proyectos de naves logísticas nuevas empiezan a incorporan los distintos materiales y tecnologías que hacen a una mejor utilización de las energías y características constructivas”.
Por Leandro Murciego, Lunes 29 de mayo de 2017
Publicado en el suplemento Inmuebles comerciales e industriales del diario LA NACION