Con propiedades que promedian los US$ 3,5 millones, este oasis dentro de la ciudad es el preferido por un público refinado que busca sofisticación y tranquilidad; la oferta no abunda, pero el mercado se mueve.
Sofisticado, señorial, exclusivo. Palermo Chico es, sin duda, un oasis dentro de la ciudad. Es que este sector de la Capital, que se desarrolla entre la Avenida del Libertador, Juez Tedín, Tagle, Salguero y Cavia, concentra, a su vez, dos pequeños barrios, cada uno con un encanto especial: el Barrio Parque y Grand Bourg.
Desarrollado a partir de 1912, Barrio Parque está delimitado por la avenida Figueroa Alcorta, entre Tagle y San Martín de Tours, y fue diseñado por Carlos Thays. Durante el siglo XIX fue conocido como Barrio de las Ranas, por la gran cantidad de batracios que había en la zona. Con calles curvas, diagonales y construcciones de estilos clásico y moderno, su arquitectura es única.
Residencial, tranquilo para quienes así lo deseen está a minutos de las zonas donde se desarrollan las principales actividades bancarias y corporativas de Buenos Aires, lo que le otorga un plus inmejorable.
Si bien es un área que en general no presenta grandes movimientos, hoy hay una importante oferta de casas que, según los expertos en este mercado, supera el 5 por ciento del total. Hay más de una decena de propiedades en venta sobre las 200 que se levantan en este refinado reducto urbano.
“Se trata de uno de los lugares más cotizados y elegidos de Buenos Aires, y por eso los valores no sufren los vaivenes económicos del resto del país. Claro que las ventas no son rápidas: una casa en promedio no se vende antes de los seis meses o un año. En cuanto a los precios, van de 1,5 a 5,5 millones de dólares; por lo tanto, los compradores son de altísimo poder adquisitivo, diferentes de los que existían hace 20 o 30 años”, explica Federico Montoreano, presidente de la inmobiliaria FAM y vecino del lugar desde hace más de 30.