Con nuevos desarrollos para diferentes públicos e inversores, en la ciudad y los alrededores las operaciones siguen con buen ritmo.
ROSARIO.- El mercado inmobiliario es reflejo de cómo se posiciona cada sociedad respecto de la situación económica que transita. Así, en Rosario, durante los primeros meses de este año se armó de tal manera que hoy se perfila un muy buen cierre de año, apuntalado por el acomodamiento de las operaciones en pesos.
“Hay una muy buena demanda por proyectos pesificados en la banda media y media baja, destinados a resguardo de valor y a la renta de locación. También hay buena demanda en algunas propuestas de alta gama pesificados a precio de construcción (desde el pozo o recientemente terminados) por la ventaja que presentan contra el dólar billete. La diferencia de Rosario es que, aun siendo un mercado inmobiliario acotado, ofrece todos los proyectos como lote residencial en loteos de bajo valor por m2, unidades de alta gama residencial o comercial, parques industriales y propuestas híbridas en un entorno con importantes excedentes económicos”, contó el titular de la Federación de Inmobiliarias de la Argentina (FIRA), Javier Grandinetti.
En esta ciudad, a los inversores locales se les sumaron desde hace unos años los de la provincia de Buenos Aires. Respecto de la construcción hay una gran movilidad en Puerto Norte (por sus accesos y cercanía al río Paraná), en el área central y en el primer anillo (de PH principalmente), y en barrios tradicionales como Fisherton, Arroyito y Alberdi. También se construyen unifamiliares en barrios residenciales en localidades próximas a Rosario junto con infraestructura en nuevas urbanizaciones, guarderías, galerías comerciales y otros inmuebles.
“Por su posición geográfica, en Rosario hay un gran porcentaje de inversores del sector rural y empresarial. Buscamos siempre nuevos esquemas de negocio y ampliamos este rango tradicional de inversores tal como sucede con nuestra guardería náutica Tifón, un modelo que apunta a grandes inversores y pequeños ahorristas, que ofrece un resguardo muy atractivo para sus pesos y otras ventajas como un bajo ticket de entrada, la alta rentabilidad o la financiación en cuotas fijas en pesos”, afirmó el responsable de Comunicación de Desarrollo MOR, Juan Balaguer.
En tanto, los compradores de usados buscan unidades monoambientes y de un dormitorio, por su precio, fácil opción de reventa y buena renta de alquiler respecto de las de mayor tamaño, pero hay pocas y se venden muy rápido.
Y se mantiene el loteo en la periferia en barrios abiertos como una opción para grupos familiares. Esta propuesta es una de las de mayor rendimiento de los últimos dos años.
Con relación a Rosario si bien este mercado sufrió un amesetamiento con la modificación en la política cambiaria, hoy la matriz del negocio requiere que para cerrar cada operación el corredor ofrezca una opción de confianza para colocar su dinero en un nuevo proyecto.
Respecto del financiamiento, se observa con mayor influencia en las obras en las que el comprador financia la adquisición del bien mientras se construye, y no se aplican intereses, sino actualizaciones de saldo según el Índice de Precios de la Construcción. “Los usos más frecuentes para cerrar operaciones permite a quienes se quedaron con pesos o que tienen sobrante en pesos y puedan invertir en fideicomisos financiados o los departamentos a estrenar en pesos. Quien ahorró en dólares especula con lo que pase en estos meses. El financiamiento se consigue en entregas del 25% y 40 cuotas como máximo. Si hubiera mayor financiación, el mercado se activaría más, ya que la clase media no tiene manera de acceder a viviendas”, aportó el director de departamentos Rosario de Altimus Franquicias Inmobiliarias, Martín Bonis.
Ahora con la nueva opción de comercialización, los Cedin, “el vendedor que quiere recibir dólares billete, los recibe de aquellos que exterioricen y los vendedores que deseaban, mientras definían que adquirir, no quedarse en pesos mantener el valor posicionándose en Cedin o canjeándolos por dólares, según qué le ofrezca mayor seguridad de resguardo. La exteriorización de capitales traerá aparejada una mayor demanda sobre el mercado inmobiliario y cuyo real impacto podremos mensurar en la primer quincena de julio”, agregó.
Según precisa, su reglamentación lo dotará de fluidez con el canje simultáneo por dólares billete a la firma de la escritura o el boleto de compraventa de un inmueble, y por la promoción de un mercado secundario de comercialización de los Cedin en pesos, para que la operatoria alcance las unidades en ejecución o a los mercados pesificados hoy. Los Cedin generan una nueva demanda de propuestas en la zona, reactivarán los usados, dolarizados y en construcción como alternativa de comercialización.
Los expertos señalan que, principalmente, el mercado debe retomar la confianza para que este u otra propuesta funcione, y no es de inmediato. Así, el segundo semestre se basará en la actividad económica; de qué manera impacte el proceso preelecciones y poselecciones; la incertidumbre de los pequeños inversores que invertirían en inmuebles para preservar sus ahorros y tener rentabilidad, y la conclusión que arroje la operatoria del Cedin.
“Tenemos buenas expectativas. Se mantendrá a un ritmo medio, con algunos picos de mayor venta a fin de año. Rosario creció mucho y puede hacerlo de manera más organizada, con muchos espacios verdes, culturales y sobre todo bordeando el río Paraná. Cada vez está más linda”, destacó Bonis.
“Para quienes buscan invertir, Rosario se proyecta y se esfuerza en planificar su crecimiento inteligente. La imaginamos diversa, descentralizada, transformada respecto de la Rosario del siglo XX, que tenía un centro con toda la actividad y barrios alejados y desconectados. En cambio, la del siglo XXI será una ciudad con varios centros interconectados y que incluirá al Gran Rosario como parte activa de la población de la ciudad”, finalizó Juan Balaguer.
Por Patricia Osuna Gutiérrez, Sábado 06 de julio de 2013 para el suplemento Especial Propiedades del diario LA NACION.