Según los inmobiliarios el Real Estate de esa ciudad costera goza de muy buena salud; actualmente en la urbe se construyen modernos edificios de calidad de gran nivel que renuevan un centro para vivir como ir de vacaciones
MAR DEL PLATA. Este período previo a elecciones presidenciales, siempre empapado de incertidumbres y ávido de señales claras, justifica el respiro que se toma el mercado inmobiliario en la costa. Una excusa válida, por cierto, para un movimiento muy tranquilo que la actividad de compra y venta de propiedades mantuvo durante casi todo el año.
Aún así se puede asegurar que la industria del ladrillo está con vida, goza de buena salud y el ritmo de sus latidos va al compás de las construcciones en marcha que incluyen un combo de modernos edificios de departamentos, emprendimientos comerciales y un repunte en todo lo que hace a nuevas viviendas unifamiliares.
La principal propuesta, o al menos la más vistosa, está de cara al mar. Y la mayor atracción, como ocurre desde que se habilitó la obra, es Maral Explanada, el desarrollo que contempla tres torres de más de 20 pisos con el fenomenal valor agregado que implica el haber sido diseñadas por el arquitecto tucumano César Pelli. La primera unidad está lista en su estructura, en etapa de colocación de aberturas y próxima al avance de la instancia final, que atenderá sus interiores.
Diseños originales y todo el confort
Estas construcciones en altura tienen otras expresiones, varias de ellas también resaltadas por sus particulares diseños, a pocas cuadras de las playas o ya en zonas que se convirtieron en preferidas por la demanda, como son las cercanías al centro comercial Güemes. Es una de las zonas de mayor expansión durante los últimos tiempos y refugio incluso, así como ocurrió antes con las nuevas torres de Playa Grande, de familias que por cuestiones de seguridad empezaron a preferir departamentos con amenities a las grandes casas de barrios tradicionales como Los Troncos o Playa Grande.
Los valores casi no han tenido modificaciones, favorecidos también por un mercado tranquilo. Esos departamentos nuevos en los sectores citados promedian los 3500 dólares por metro cuadrado. Hay algo por debajo y también bastante por encima de esa cifra. Siempre depende de dónde y qué se busque.
Norberto Cánepa, presidente del Centro de Constructores y Anexos de Mar del Plata, aseguró a La Nación que el sector está activo aunque a la espera de una reacción posterior al 25 de octubre. “Es habitual que la cuestión política, con cambio de gobierno incluido, inmovilice un poco la toma de decisiones”, detalló.
Lo que sí destaca es que se mantiene un buen promedio de metros cuadrados de obra en marcha en todo el distrito, aunque por estos tiempos con una variedad en las propuestas. Así como hace algunos años el principal foco estaba en el desarrollo de torres, hoy parte de ese esfuerzo se trasladó a la expansión que tienen los barrios privados y las casas que se están haciendo a partir de líneas de crédito oficiales. “Será difícil reencontrarse con una dinámica como aquel boom que tuvimos en 2006 y 2007, pero los inversores siguen apostando a Mar del Plata”, explicó.
La propuesta de los countries el relativamente nueva para Mar del Plata. Su historia tiene no más de diez años y recién en los últimos cuatro o cinco se multiplicaron los loteos, acompañados pronto de la ola de vecinos que también buscan sentirse protegidos sin perder la posibilidad de estar rodeados de espacios verdes.
El otro gran aporte para el sector inmobiliario llega desde las inversiones comerciales. Hay, por cierto, una apuesta interesante en el ramo con zonas de la ciudad que se están reconvirtiendo. Uno de los ejemplos más notorios es la zona de calle Alem, en Playa Grande, que dejó atrás y para siempre el ruido de sus bares nocturnos para perfilarse hacia la gastronomía y los locales de primeras marcas. Escala previa a algunos proyectos para la zona con departamentos en torres de no más de cuatro pisos.
Pero sin dudas el más impactante de los esfuerzos en el rubro está en lo que durante casi un siglo fue la terminal de ómnibus, hoy convertido en un renovado edificio en el que convivirán un centro cultural y un shopping con unos 110 locales y seis cines. Si nada falla se inaugurará el próximo 28.
Desde que comenzó la obra, hace poco menos de dos años, en sus alrededores -con vinculación directa al centro comercial de calle Güemes- se revalorizaron los inmuebles, comenzaron desarrollos nuevos y hubo efecto contagio en edificios y locales que ingresaron en obras de mejoras para entrar en sintonía con la jerarquización de este nuevo punto fuerte de la ciudad.
Cariló y Pinamar
Las expectativas de un mercado inmobiliario más intenso durante 2016 están abiertas en Cariló y Pinamar, dos de los puntos de la costa más atractivos para los inversores que se encuentran en la búsqueda de nuevos desarrollos. El primero de los destinos palpita como principal expectativa en un nuevo loteo proyectado en el frente sur, hacia Villa Gesell. El cual abriría la chance para reavivar la construcción de complejos multifamiliares, que se quedaron prácticamente sin espacios en la traza original del balneario.
Por Pinar lo mas interesante pasa por la etapa final de algunas de las torres que estuvieron en construcción durante los últimos dos años. Algunos propietarios estarán de estreno este verano. Los que solo piensan en la inversión tienen chances abiertas. Cabe destacar que la mayoría de los emprendimientos mantiene financiación en pesos. El último y mas promocionado es B Twins, un lujoso complejo de los torres y 80 departamentos que se levantara donde antes funcionaban salas de cine.
Por Darío Palavecino, Sábado 10 de octubre de 2015
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION