La Avenida Caseros, el nuevo Palermo

Los proyectos que se construyen sobre el corredor aledaño al Parque Lezama defienden precios similares a los de Palermo; todo lo que hay que saber antes de comprar en esta tradicional zona.

La avenida Caseros tiene una magia especial que se esconde en los edificios antiguos, en sus tilos que perfuman las veredas en verano y en los restaurantes que convirtieron al boulevard en el nuevo centro gastronómico del área sur de la ciudad de Buenos Aires. Ni lentos ni perezosos los desarrolladores descubrieron su atractivo y están empezando a apostar fuerte y a convertir a esta zona aledaña al Parque Lezama en un nuevo polo de atracción. El precio del m2 en la avenida Caseros oscila entre los US$ 2500 y 3000, números similares a los que se venden las propiedades en barrios como Barrio Norte y Palermo.

“La zona vale cada vez más y ahora que comenzarán la construcción de Astor -el proyecto inmobiliario de la desarrolladora TGLT- no va a tener precio”, afirma Leticia Firpo, dueña de la inmobiliaria homónima y quien vivió 30 años en el primer piso del edificio que en la actualidad alberga el bodegón La Popular.” Compré ese departamento de 150 m2 en 1980 a un valor de US$ 26.000 y 30 años después lo vendí en unos US$ 200.000″. Una revalorización de casi 800 por ciento.

Hoy esta zona de la ciudad convalida una incidencia de la tierra que promedia los US$ 600/m2 y si se compara con las zonas más caras de la ciudad que rondan los US$ 2000/m2, se explica por qué se esta convirtiendo en un imán para los inversores.

A esta ventaja se suma su ubicación estratégica; el valor histórico de sus edificios, el desarrollo del polo gastronómico y el impulso que el área adquirió a partir de la relocalización de distintos ministerios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires en el Palacio Lezama y de la profunda renovación del parque.

Según Marcelo Di Mitrio, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre, el impacto de todo esto sumado a la evolución del mercado inmobiliario en la Capital Federal hizo que los valores del 2007 a la fecha se duplicaran en dólares. “A lo largo del último año los inmuebles ubicados en el boulevard de la avenida Caseros se revalorizaron entre 10 por ciento y 15 por ciento”, aclara el broker.
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Quienes apuestan

Hasta el momento, la desarrolladora más ambiciosa en el corredor fue TGLT. La empresa avanza en la construcción de una obra de $ 940 millones de inversión ubicado en terrenos en donde funcionaba la planta logística de OCASA. Se trata de Astor San Telmo de más de 6000 m2 .”Tuvimos la oportunidad de adquirir un terreno excepcional en un barrio con identidad, vibrante, dinámico y con muy buena ubicación, donde encontramos una demanda insatisfecha de productos de vivienda como los que ofrece la línea Astor”, afirma Alejandro Belio, director de Operaciones de TGLT. El valor por m2 promedia los $44.900 y al momento se encuentra vendido más de un 40 por ciento. Hasta ahora, la desarrolladora se había animado a emprendimientos bajo esa marca en zonas premium de la ciudad como Palermo y Núñez.

Los proyectos que se construyen sobre el corredor aledaño al Parque Lezama defienden precios similares a los de Palermo. Foto: LA NACION / Mauro Alfieri.

Ahora bien, ¿quiénes compran? “Es un mix entre inversores que ven el evidente ascenso del barrio y usuarios finales que siempre quisieron vivir sobre el boulevard y ahora encontraron un producto a su medida”, afirma el directivo.

En una escala menor, otro proyecto en danza previsto para la esquina de Avenida Caseros y Piedras es el del arquitecto Luis Balzola. Consiste en una inversión de US$ 4.,5 millones en un edificio de unidades de entre 45 y 65 m2 versátiles y de multiuso con espacios comunes de recreación-piscina y salón de fiestas- o para trabajar -salón de meeting y work spaces-. En la planta baja tendrá un único local bien amplio orientado al arte y a la gastronomía y un espacio de cocheras en el subsuelo. Balzola estima que el valor de venta estará en el entorno de los US$ 2500 a 2800 m2 financiado en pesos ajustado a los índices de aumento de la construcción. “La avenida Caseros entre la 9 de julio y el Parque Lezama se presenta como la continuidad y el punto final del recorrido turístico de la calle Defensa. El boulevard de por sí ya es un hecho urbano muy atractivo y terminar de poblarlo con algunos bares, locales culturales y con más unidades de vivienda es una oportunidad muy interesante. Formar parte del eje del centro histórico fortalece ese interés”, aclara el desarrollista.

ABS Developers Group inauguró en 2016 La Editorial sobre la calle Bolivar 1610 con una inversión de US$ 4 millones. Una propuesta novedosa por su estilo moderno aunque se respetaron a rajatabla las líneas racionalistas del inmueble que data de 1948 y que en el pasado alojó una imprenta de figuritas de brillantina y de ahí su nombre. El Estudio Lopatín Arquitectos se encargó de reciclar el edificio declarado como área de protección histórica (APH) que cuenta con 55 unidades de vivienda tipo loft de 45 a 140 m2, 21 cocheras, laundry, una amplia terraza con solárium, piscina, parrilla y un lobby de doble altura donde se reúnen los propietarios o inquilinos a conversar. El precio de venta del m2 va de US$ 2800 a US$ 3000 y los alquileres mensuales oscilan entre $ 8000 a $ 13.000 según el tamaño. No obstante, uno de los desarrolladores revela que la unidad más cara se alquiló en $ 18.000 y que quedan sólo dos departamentos a la venta. Y asegura que en el primer semestre del 2016 cuando la demanda era baja, La Editorial vendía bien. “El perfil es gente joven, solteros, parejas sin hijos y extranjeros”, describe Guido Ramer, uno de los corredores inmobiliarios de dicho emprendimiento.

Tras esa experiencia, ABS Developers Group decidió ir por más y acaba de adquirir una propiedad en la misma cuadra de 43 metros de frente por 70 de fondo con una inversión estimada de US$ 8 millones. Planea lanzar una propuesta residencial con el mismo concepto de La Editorial que se llamará La Galerie. “Es una cuadra única difícil de encontrar en Buenos Aires algo así. Lo hago porque me parece que es el producto que la gente busca ahí: un edificio antiguo con la nobleza de sus bovedillas, doble altura y con el confort de la vida moderna. Más del 50 por ciento de las unidades tendrá parrilla propia”, aclara el desarrollador. Un detalle que le suma valor agregado es la construcción de las 90 cocheras en dos subsuelos además de la piscina de 35 metros, gimnasio, laundry y SUM.

En la misma manzana pero sobre la calle Defensa 1657 la desarrolladora G&D invirtió aproximadamente US$ 3 millones y está construyendo un edificio residencial de 10 pisos que se va escalonando según las lineas urbanas de la cuadra con unidades de uno y tres ambientes de entre 40 y 70 m2. “El terreno se compró con una incidencia por m2 cercana a los US$ 550 y se generarán cerca de 1800 m2 vendibles. El precio de venta en pozo es de US$ 2500 y las unidades se venderán en pesos ajustados con índice CAC o eventualmente UVAs”, explica Daniel Mintzer, socio de G&D. La idea es lanzarlo a la venta en las próximas semanas.

Fiel al principio del que invierte en real estate, no por el valor actual sino por el valor futuro de los inmuebles, G&D ya tiene otra ficha puesta en la calle Piedras y la avenida Caseros que está en proceso de aprobación municipal. “Vamos a mantener la fachada y construir departamentos de uno a tres ambientes de 30, 50 y 70 m2 en un edificio de 1000 m2 vendibles”, dice Mintzer.

Un Boulevard emblemático que revivió en los últimos tiempos: Foto: Mauro Alfieri

Por otra parte, en frente al emblemático edificio de Los Ingleses , construido por el arquitecto suizo Christian Schindler en 1910 está en marcha un proyecto de la desarrolladora Sacay S.A. junto con los arquitectos Oscar Bonhome y María Ortiz. “Se trata de la remodelación de un edificio puesto en valor y de la ampliación de un 40 por ciento de la superficie original”, anticipa Oscar Bonhome. Serán 18 unidades funcionales de entre 40 y 70 metros cuadrados distribuidos en tres niveles alrededor de un patio central tanto para viviendas familiares como para uso profesional o comercial. La idea es conservar pisos, carpintería y demás materiales originales e incorporar un ascensor hidráulico para unir sus plantas. La inauguración está prevista para marzo de 2018 y aunque todavía no salió a la comercialización se estima que el precio del m2 será de US$ 3000. “Siempre supimos del potencial de la zona ya que realizamos más de una docena de obras en San Telmo”, cuenta el arquitecto. Y subraya que el atractivo está en el casco histórico, altamente degradado durante mucho tiempo pero que en los últimos años ha ido mejorando: “Antes era una zona con precios bajos dentro del barrio. Hoy se encuentra entre los valores más altos junto con la plaza Dorrego. Su valorización en los últimos tresaños fue de alrededor del 30 por ciento”.

Según Hilda Lew, quien tiene una cartera con 400 propiedades a la venta o en alquiler en San Telmo y su fuerte son los inmuebles especiales: “en este momento hay una burbuja en Avenida Caseros; un movimiento que hacía rato no había. Los alquileres vuelan y en el edificio de los Ingleses hay lista de espera. Creo que ayudaron mucho los créditos bancarios”.

Quienes también celebran el renacer de este rincón porteño son los dueños de los comercios y restaurantes ubicados en el corredor. Gabriel del Campo, propietario de un anticuario de 1800 m2 al que recientemente sumó la propuesta gastronómica Nápoles, asegura que la demanda es alta y que el público es muy variado en edad y nacionalidad. “Como tenemos entre 200 y 300 cubiertos por noche, me puse a buscar un departamento por el barrio porque a veces termino a las dos o tres de la mañana. Me pidieron US$ 390.000 por 140 metros. Hay mucha demanda y poca oferta”, explica el coleccionista. Y asegura que a pesar de que el crecimiento de la avenida va a desarrollarse hacia la 9 de Julio, considera que las calles laterales también van a ir transformándose: “En el futuro se va a convertir en el nuevo Palermo”. Las hermanas Sandra y Silvia Milasanaskas, dueñas de la bicicletería MILA que hace 60 años que está en la esquina de Defensa y Caseros, también se muestran entusiasmadas con la reconversión. “Fue siempre una cuadra muy tranquila, donde todos nos conocíamos y nos saludábamos pero creció y mutó para mejor. Se renovó con los restaurantes, los jóvenes que se sientan en las veredas a pasar un buen rato y con la llegada de gente de otros barrios que nos ayudan a vender más”, explica Sandra Milasanaskas.

Sin duda, el área sigue ofreciendo oportunidades que están en la mira de los inversores. Si bien el epicentro es la avenida Caseros y el Parque Lezama, se sigue extendiendo y localizaciones que hasta hace poco eran ignoradas para el desarrollo inmobiliario, hoy son consideradas y revalorizadas. Difícil se hace pronosticar el futuro aunque en el mercado sí tienen una certeza: “la evolución de los valores inmobiliarios del área estará por encima del promedio de la Capital. El potencial de crecimiento es alto”, sintetiza Marcelo Di Mitrio.

Por Dolores Pasman, Sábado 27 de mayo de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Bajo Porteño – Recorrida por la obra que promete oportunidades

El proyecto unirá el sur con el norte de la ciudad de Buenos Aires y sumará 60.000 metros cuadrados de espacios verdes, paseos y lugares de recreación.

La "autopista" tendrá 12 carriles, cuatro para tránsito pesado
El tramo donde se realizará la nueva autopista que conformará al Paseo del Bajo, la obra realizada por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad através de Autopistas Urbanas (AUSA) junto a laCorporación Puerto Madero forma parte de una de las zonas críticas de la dudad. Lindera al Puerto de Buenos Aires y a la terminal de ómnibus, cerca de 25.000 vehículos, camiones de carga y micros de gran envergadura convergen en esas avenidas, ocasionando un caos cotidiano. Tal es así que realizar este trayecto hoy puede demandar cuarenta minutos.

El objetivo es que el Paseo permita conectar mejor y más rápido el sur con el norte de la ciudad a través de un sistema vial de doce carriles, cuatro de ellos para tránsito pesado y ocho para tránsito liviano entre la autopista Buenos Aires-La Plata y Retiro, más la conexión con la avenida Gral. Paz vía la Autopista Illia. “De esta formase mejorará la seguridad vial reordenando el flujo del tránsito de autos, colectivos y camiones y recuperará al uso público una gran área creando 60.000 m2 de espacios con verde, paseos y lugares de recreación”, describe Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Desde hacía décadas, distintos proyectos intentaron abordar la problemática particular que planteaba la zona. El primero proyecto data de 1965, y hasta la fecha se hicieron 27.

La traza comenzará en el sur de la ciudad en el empalme de las autopistas 25 de mayo con la de La Plata. Parte del recorrido que se extenderá hasta la Illia a la altura del peaje Retiro será subterránea para que circule el tránsito de vehículos pesados, manteniendo los vehículos livianos a nivel. Se trata de un proyecto que brindará una amplia zonificación verde y recreativa para los vecinos del centro, que será de 3,5 kilómetros, algo así como un Parque Lezama y medio. A esta parte del proyecto se lo denomina Parque Lineal.

Buscan ideas para diseñar los parques

Los ejes principales serán la integración del microcentro con Catalinas Norte, el casco histórico y Puerto Madero; el aumento de la conectividad de los nuevos parques con la reserva ecológica y la costanera sur y el resto de la ciudad; desarrollar la forestación, iluminación y equipamiento de los parques y maximizar la posibilidad de uso recreativo, la accesibilidad peatonal, por bicicleta y por transporte público a los frentes costeros.

Para el diseño de éste entorno verde de la autopista, la Corporación desarrolló el concurso nacional de ideas. De esta propuesta urbanística “parque lineal-paseo del bajo y entorno” pueden participar arquitectos, urbanistas y paisajistas. El ganador se llevará $ 600.000 y la realización del proyecto. En la Corporación de Puerto Madero afirman que el fin es llegar a la integración y armonía con los parques ya existentes con la zona. El desarrollo también contempla el área oeste, donde se encuentra el corredor gastronómico y allí también deberá fusionarse el estilo existente con el nuevo. Será una zona a cinco minutos del microcentro y de la casa rosada, un dato que prueba la importancia estratégica de la zona.

De los US$ 650 millones de inversión que demandará el Paseo del Bajo -que estará listo en 2019-, US$ 400 millones los financiará un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina CAF -conseguido por el gobierno nacional-,mientras que los restantes U$S 250 millones los aportará la ciudad y la misma Corporación. Ésta última también se hará cargo del Parque Lineal con los fondos que adquirirá de la licitación del último terreno disponible en Puerto Madero. La legislatura porteña aprobó la ley que permite la venta de la tierra a cambio de que el dinero se use para la obra. Se trata de dos parcelas, que suman poco más de 17.000 m2. El terreno, de forma irregular queda a la altura de Juana Manso al 400, entre Emma de la Barra, Avenida de los Italianos y lo que sería la continuación de Trinidad Guevara, en el dique cuatro. Estiman que vale unos U$S 60 millones.

Por Lorena Guarino, Sábado 28 de enero de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Paseo del Bajo: qué zonas se revalorizarán

El proyecto demandará US$ 650 millones y cambiará el mercado inmobiliario de una parte de la ciudad; qué corredores se beneficiarán.

Más de cincuenta años pasaron desde que se comenzó a bosquejar la idea de unir a través de la autopista ribereña, el sur y el norte de la ciudad. Sin embargo recién en el último año se retomó la idea de mejorar la conexión entre La Boca y Retiro a través del Paseo del Bajo, un paso subterráneo que demandará US$ 650 millones de inversión que completará el anillo de circunvalación de la Capital Federal. Atravesará Puerto Madero a través de las avenidas Alicia Moreau de Justo, Huergo y Madero.

El Paseo del Bajo forma parte de un nuevo sistema vial que unirá las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata y mejorará la circulación de más de 25.000 vehículos por día. “Además generará una ciudad más integrada, conectada y segura y permitirá recuperar espacios”, relata Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

A modo de efecto colateral revitalizará las zonas aledañas. Un fenómeno que impactará en la revalorización de las tierras de los corredores vecinos, lo que impulsará el desarrollo de emprendimientos residenciales y corporativos. El efecto derrame alcanzará a San Telmo, Puerto Madero, la zona de Catalinas, el acceso a la terminal fluvial, las áreas relegadas de Retiro y el área ribereña. “El muro visual y sonoro que hoy imponen los camiones que circulan por la zona desaparecerá, por lo que la ciudad se integrará aún más al río, dejando de darle la espalda”, agrega el funcionario.

El Paseo del Bajo permitirá ganar alrededor de seis manzanas a un espacio en el cual ya no había tierras disponibles para edificar en plena zona de Retiro. Se venderán los terrenos de Catalinas Norte, delimitados por las avenidas Madero y Antártida Argentina, y las calles Cecilia Grierson y San Martín, y el dinero obtenido permitirá financiar parte de la obra. De esta manera, el municipio contará con unos 90.000 m2 de tierras, que permitirán desarrollar 200.000 m2 en emprendimientos mixtos.

La puesta a licitación de los terrenos se hará en dos etapas: en la primera, saldrán siete parcelas a la venta y en la segunda, la que hoy ocupa el ferrocarril.

A esto se sumará la puesta en valor de zonas relegadas del área que conecta Retiro con Puerto Madero, y con Costa Salguero. Es así que se proyectan obras de infraestructura como el Paseo de los Inmigrantes que será una continuidad verde del eje plaza San Martín, la jerarquización del acceso de turistas desde la terminal de cruceros y hasta la relocalización de la espera de camiones con una plataforma ideada cerca de la zona de Costa Salguero.

Entre las áreas que se potenciarán se encuentra la zona del antiguo Hospital Ferroviario. Allí se levantará Distrito Quartier Puerto Retiro, un proyecto mixto con más de 115.000 m2 de obra, emplazado en dos manzanas entre las avenidas Antártida Argentina y Ramón Castillo que se realizará en parte con el dinero que recogerá el fondo que conformó Argencons y Allaria aprobado esta semana por la Comisión Nacional de Valores. Un emprendimiento de US$ 215 millones de inversión que contará con tres edificios que incluirán desde un paseo comercial de 32.000 m2 hasta oficinas y 550 unidades flexibles lofts y studios que en preventa podrán adquirirse a un costc aproximado de US$ 2800/m2.

El corredor Azopardo-Huergo al sur de la ciudad será otras de las zonas beneficiadas. El submercado delimitado por Paseo Colón, Garay, Huergo y la avenida Belgrano fue beneficiado por proyectos que hicieron punta: el Quartier y la torre La Prensa, en los que el metro cuadrado promedia los US$ 3000.

En Garay al 600 se desarrolla Espai San Telmo un edificio de US$ 7 millones que se entregará en mediados de 2017. “Se está comercializando en US$ 2300/m2 pero cuando esté terminado se venderá a US$ 2800/m2. Es una zona que no estaba en el radar pero que tiene demanda activa”, afirma Alejandro Schuff, director Comercial de la inmobiliaria Soldati.

“Toda obra pública de acceso mejora sustancialmente la zona de influencia. Es un buen paso, es una obra importante para la conectividad entre la ciudad y la provincia y esperamos que se concrete de manera eficiente, prolija y que tenga la calidad de una obra del siglo XXI”, sentencia Leonardo Rodríguez Nader, CEO y fundador de CMNV Comunidad de Inversión quien ve con buenos ojos el Paseo del Bajo dado que la desarrolladora está apunto de comenzar con la obra del proyecto Astillero Catalinas Sur, un edificio de 15 pisos de US$ 20 millones a 50 metros de la conexión entre la autopista Buenos Aires-La Plata y la nueva autopista ribereña. “Esto en conjunto con el metrobus y algunas obras privadas como la del Banco Santander Rio en la esquina de Garay y Azopardo, el Paseo de las Artes en el bajo autopista de Pedro de Mendoza van a generar una nueva dinámica en una zona que parecía una isla en la ciudad”, explica el ejecutivo que hoy maneja un valor promedio de US$ 2700/m2 y que espera una revalorización de entre US$ 3500 y US$ 3700/m2 cuando esté terminada.

Sin embargo, algunos desarrolladores tradicionales de Puerto Madero como Rodrigo Fernández Prieto , director de Fernández Prieto y Asociados, aún son cautelosos con respecto a las nuevas obras. “El impacto final de las obras es positivo. El momento complicado es la transición desde el inicio a la finalización”, indica y agrega: “En lo que refiere a potenciar la zonas, depende de las medidas que se tomen. Por ejemplo peatonalizar una zona de oficinas quizás tiene un resultado más negativo que positivo, mientras que una obra como la del metrobus la potencia porque le permite a los que trabajan en dichos lugares llegar de una manera más rápida. Lo cierto es que para fortalecer un barrio, una zona o desarrollar un distrito, la clave está en el acceso y el transporte público de calidad. Sí se trabajan ambos aspectos, todo lo que vendrá será con éxito”, Fernández Prieto desarrolló ZenCityy avanza con Link Tower. Éste último un emprendimiento de dos torres de 33 pisos en las que se desembolsarán US$ 80 millones en donde el m2 parte desde los US$ 5000. Están ubicadas en el dique uno de Madero, la última zona en desarrollarse de ese barrio y que también podría beneficiarse con el Paseo del Bajo. Lo paradójico es que, al estar más cerca del sur de la ciudad, arrancó con un posicionamiento más bajo que el resto de los diques pero, con el tiempo, fue convirtiéndose en un área aspiracional. De hecho, ya se habla de la posibilidad del desembarco de una torre Porsche y de una Trump Tower en ese dique. Además GNV Group planea la Harbour Tower, donde el m2 cotiza desde US$ 10.000. Sus unidades más top se venderán a US$ 6 millones. Otro de los desarrolladores que apostaron a esa área es Jorge Pérez de The Related Group que realizará un proyecto de US$ 250 millones de inversión en donde el metro cuadrado cotiza por encima de los U$S 8000.

Por Lorena Guarino, Sábado 28 de enero de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Cómo será la nueva plaza Constitución

Se invirtieron $ 100 millones en el centro de transbordo por el que transitan un millón de peatones al día para acceder a los medios de transporte; los detalles del proyecto
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La Plaza de la Constitución, el nombre original de la plaza porteña conocida como plaza Constitución está viviendo una transformación que contará con uno de los centros de transbordo más importantes de la Ciudad y por el cual, cada día, 1.000.000 de usuarios transitarán peatonalmente para acceder a todos los medios de transporte públicos.

La obrase ubica en la plazoleta delimitada por las calles Brasil, Garay, Lima Oeste y Lima Este. Esta modernización se basa en el ordenamiento y la priorización del transporte público de pasajeros por sobre los demás, con lo cual, se han hecho mejoras en: accesibilidad, iluminación, seguridad, recuperación y puesta en valor de la zona y colocación de mobiliario y señalética adecuada.

“El Centro de Transbordo Constitución (CTC) es un gran hall, con dos amplios niveles. Se pensó en un diseño sustentable, prioriza la utilización de la luz natural, así, el techó es completamente vidriado que permite, más y mejor luz. Además, se tuvo en cuenta simplificar el acceso desde la plaza y, que el mismo, no afecte la estética de la Plaza Constitución, por eso, la forma suavizada del techo”, relata el ministro de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Macchiavelli.

En el conjunto, la cúpula se destaca, está formada por 16 arcos metálicos galvanizados y en cada espacio entre arcos se colocaron, mediante una grúa 30 paños de vidrio y dos hileras de paños voladizos hacia los extremos. Los mismos, se ensamblaron en el lugar y en total, son 510 paños de vidrio de seguridad laminados y serigrafiados, alcanzando una superficie de 2358 m2. Y, bajo esta cubierta, hay una plaza de 4,60 metros desde donde puede accederse al metrobus del sur. Todas las conexiones bajo nivel cero, se pensaron como amplios corredores con iluminación y ventilación.

En seguridad, el CTC incluye un sistema de climatización de extracción e inyección de aire que mantendrá la temperatura acorde a la época del año. También, hay hidrantes contra incendios, cuatro ascensores vidriados, dos escaleras mecánicas y cinco pedestres. Y, en la accesibilidad, hay baldosas podotáctiles y sistema braille para el desplazamiento de personas no videntes.

Respecto del área comercial, en el hall principal habrá dos espacios amplios, uno de ellos será utilizado como sucursal del Banco Ciudad y está prevista la futura conexión a la Red de Expresos Regionales (RER). “Esto, será utilizado por los peatones y usuarios del CTC. Acá, la estación Constitución de la Línea C, por su conexión con el Tren Roca, es la que más usuarios tiene de toda la red de subtes de la Ciudad”, aporta Macchiavelli.

La obra en la que trabajaron más de 500 personas entre empleados directos e indirectos, demandará una inversión de $100 millones. Se inició en 2014 y está muy cerca de ser final-zada. “Este centro de transbordo va a coordinar el uso de distintos medios de transporte que tiene la ciudad, el subte, el metrobus y el tren. Y, revalorizará la zona de Constitución, mejorará la accesibilidad del subte y reacondicionará la estación Constitución de la línea C, contribuirá a la seguridad peatonal y a mejorar el acceso a servicios y, brindará información sobre tránsito y transporte”, afirma el ministro Macchiavelli y concluye que “a partir de esta obra, los vecinos van a realizar las conexiones de transporte de una manera confortable, rápida y ordenada”.

Por Patricia Osuna Gutiérrez, Lunes 23 de enero de 2017
Publicado en el suplemento Inmuebles comerciales e industriales del diario LA NACION

Cuba – Comprar en la isla, una jugada riesgosa

Si bien crecen las consultas de los extranjeros, el estado de los inmuebles, la dificultad para remodelados y los precios que promedian los US$ 2400/m2 complican el cierre de operaciones

El problema para comprar un inmueble no sólo es la escasez de oferta. En general necesitan mucho trabajo de remodelación y no hay materiales. Hay casos de gente que ha invertido en un apartamento pequeño y las reformas que normalmente se hacen en dos o tres meses demoraron un año. Por ejemplo, la isla no produce vidrio. Cada ventana debe ser importada y la aduana limita hasta cuatro ventanas por persona, o dos puertas. Esto quiere decir que hace falta la ayuda de terceros incluso para proyectos a pequeña escala.

Realigro -cubarealigro.com- es una plataforma de real estate presente en todo el mundo, que une compradores y vendedores con 30.000 propiedades listadas. Con poner “Cuba” en el buscador, el sitio arroja 40 inmuebles. Según cuenta su Business Developer Anna Chiara Rizzo, en el último año, el interés por Cuba ha registrado un aumento por parte de usuarios internacionales. “Provienen principalmente de Estados Unidos y el norte de Europa. Creemos que es un mercado que crecerá en los próximos años”, vaticina.

A 20 minutos del centro de la ciudad, sobre una colina, un departamento para extranjeros de 50m2 se ofrece en US$130.000 a razón de US$ 2600/m2. Otro de 67 m2, en un condominio sobre una elevación conocida como Balcón de Santa María o Santa María Loma al Este de La Habana y pocos minutos del centro de la ciudad, cuesta US$ 220.000 lo que representa un promedio de US$ 3200/m2. Una casa de 120 m2 sobre la Quinta avenida en Miramar, Habana, se lista en US$ 300.000, por citar ejemplos.

Claro que las opciones para cubanos son más tentadoras. Otros sitios locales, donde los dueños listan sus inmuebles es revolico. com y cubisima.com. En la capital los precios van desde un departamento de dos pisos con dos dormitorios en US$ 38.000; aun departamento de cuatro dormitorios en Plaza Revolución, en US$ 82.000; o una casa en la vieja Habana con seis dormitorios en US$ 185.000. Esto es solo para cubanos o residentes permanentes. ¿Barato? Lejos de eso en un país donde el salario promedio mensual es de apenas U$S 20. Dada esta asimetría, hoy sólo acceden a una propiedad quienes reciben remesas del exterior.

“Los capitales a Cuba van a llegar, pero aun paso lento. Hay mucho interés, casi todas las compañías grandes que nosotros representamos han creado un business plan de Cuba”, sintetiza Javier Aviñó, socio del estudio de abogados Bilzin Sumberg.

No haylugar en el mundo que tengalos ojos más atentos a la situación y la oportunidad del potencial cubano como el sur de la Flo-rida, donde residen 1,2 millones de exiliados cubanos.

Marc Miller, jefe del equipo de investigación de JLL en la Florida, compañía de asesoramiento y planeamiento en Real Estate, ha visto sobre el terreno las potencialidades. “No parece haber grandes oportunidades por lo que hemos visto en el negocio de real estate. Si las hubiera, están más en el lado industrial, y en turismo.”, asume. No obstante, para que despegue el turismo, hay mucho por hacer en términos de infraestructura y desarrollo de hoteles. Cuestiones básicas para el viajero común como el servicio de wifi o aire acondicionado, en Cuba puede ser un lujo escaso.

Según Miller, en el caso de las empresas norteamericanas, al principio hubo un interés enorme tras el comienzo de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Washington. Pero la gran mayoría siguen a la espera de ver aun más cambios, como ser leyes genuinas de transparencia, infraestructura bancaria, y garantías. ‘Al no existir embargo con Argentina, estoy seguro de que los inversores argentinos ya han estado mirando esto por años. Es importante construir relaciones en Cuba, pero a la hora de invertir fijarse si estará protegido. Si bien hubo reformas aún queda desconfianza. Hay que plantearse si en vez de asumir el riesgo no es preferible mirar a otras economías más transparentes con iguales oportunidades donde haya protección legal para el inversor”, sintetiza.

Jorge Pérez, cubano americano presidente de The Related Group, el desarrollador más importante de la Florida, visitó La Habana el año pasado y le aseguró un diario local que si lo dejaran construir un condominio de lujo en Vedado, lo vendería en dos horas en Miami. El empresario incluso dijo que le encantaría ayudar al desarrollo de Cuba sin ganar dinero, cuando exista relación comercial entre ambos países. Pero por ahora para Estados Unidos, salvo excepciones, Cuba se mira y no se toca.

La belleza natural del área, el buen clima, el sabor latino y el hecho de que no ha habido ninguna inversión importante en más de 50 años indica que hay mucho por hacer. Pero también hay un largo camino con leyes poco claras y demasiada participación estatal. Cuando eso se resuelva, sonará el disparo de largada. Tal vez sea demasiado tarde.

Por Lucila Marti Garro, Sábado 7 de enero de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION