Este rubro, para dejar de ser estacional, sumó a su oferta la cafetería y la venta domiciliaria, un gran aliado.
Hasta hace unos años encontrar una heladería abierta en invierno era una misión casi imposible, pero eso hoy ya es historia antigua. En los últimos tiempos éstos dejaron de ser comercios estacionales para convertirse en locales de todo el año.
Aunque se puede enumerar una gran cantidad de factores el principal motor de este cambio es una modificación cultural que fue impulsada tanto por los grandes referentes del sector como por los pequeños actores que forman parte del mercado aportando dulces tentaciones.
La incorporación de la venta de bebidas calientes y de tortas amplió no sólo la clientela sino también el período comercial. “Esta tendencia tiene ya unos años y surgió con el fin de desestacionalizar el consumo de helados y mantener las heladerías abiertas durante más tiempo: al sumar cafetería y pâtisserie se le brindaron al consumidor más opciones a la hora de elegir”, explica Sebastián Pérez, gerente de marketing de Ducco.