Entre balances y deseos

Las voces de los principales referentes de los distintos organismos que nuclean a los actores inmobiliarios coinciden en que el crédito hipotecario es la demanda insatisfecha.

Las fiestas son momentos oportunos para reflexionar sobre lo sucedido y dar lugar a los sueños, esos que en muchos casos, se convierten en algunos de los tres deseos que se suelen ensayar a la hora del brindis. Esto no es ajeno para aquellos que forman parte de las organizaciones oficiales que nuclean a distintos sectores del denominado mercado inmobiliario local.

Uno de los primeros en tomarse el tiempo para reflexionar sobre este año que se encuentra próximo a culminar fue Enrique Javier López, titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA). “El mercado Inmobiliario durante 2015 se desenvolvió con dificultades, un año electoral siempre genera demora en la toma de decisiones por la incertidumbre asociada al resultado. Por otro lado, el mercado, soportó su cuarto año de crisis consecutiva. Si bien, los indicadores de cantidad de escrituras realizadas, informado por el Colegio de Escribanos de la Capital -El Registro de la Propiedad Inmueble dejó de proporcionar estadísticas de esta índole, desde 2013- muestra 7 meses consecutivos de mayor actividad, nobleza obliga, hay que decirlo, la comparación es con relación a 2014, un año que fue aún peor. Los precios, se mantuvieron relativamente estables, incluido el escenario antedicho de baja cantidad de operaciones, ausencia de crédito, elecciones, cepo cambiario, entre otros”, explicó López.

Y agregó: “de poder pedir tres deseos, sin duda estos serían: tras la eliminación del cepo, la unificación del mercado cambiario; la baja de la inflación a niveles aceptables a la de los países vecinos, ello se enlaza con el tercer deseo: el regreso del crédito hipotecario, verdadero motor de la actividad”.

El presidente de la CIA se muestra esperanzado con relación 2016. “Lo esperamos con moderado optimismo, y un definitivo quiebre de tendencia de la actividad. Ante la duda, si el fin del cepo y la unificación del dólar, medidas anunciadas por el flamante presidente Mauricio Macri, no afectarán los valores, dado que siempre se tomó a los efectos de las operaciones, el valor del dólar real o también llamado blue. Por ello, las medidas anunciadas respecto al tipo de cambio, cepo, al ataque a la inflación, y en vista a los nombres y perfil de las nuevas autoridades designadas en áreas claves de la economía, la seguridad jurídica, en particular en la defensa del derecho de propiedad ante la modalidad de las usurpaciones, redundaran en el cambio del humor social, y por ende, la confianza de desarrollistas, inversores, compradores y vendedores, y de todos los involucrados en la industria de la construcción”, dijo López.

Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades y vicepresidenta primera del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Bs. As. (Cucicba), dijo, “haciendo un balance de año y de ciclo, podríamos señalar en el pasivo estos cuatro años ya que fueron de gran complejidad en el sector inmobiliario. Este proceso generó dificultades para fijar el precio de las propiedades, para operar, para tomar decisiones, para asesorar a los clientes y que acumularon una gran demanda contenida”.

Y agregó: “En el activo, a pesar de todas las dificultades la decisión de refugiarse en el ladrillo como forma de no perder el valor de los ahorros estuvo presente y fue canalizada en la compra de unidades en pozo, cuyo valor de construcción era en pesos actualizado por el índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). También hubo operaciones con cedines que dinamizaron -no todo lo esperado, pero al menos algo- los acuerdos en el mercado de departamentos terminados. El segmento de los alquileres también tuvo una gran participación a la hora de dinamizar el sector”, contó. Para este fin de año, afirmó que si pudiera pedir tres deseos estos serían: “mayor volumen de mercado (este traerá más trabajo y progreso), que vuelva el crédito y reglas claras y estables”.

Para el futuro, desde Cucicba esperan un período positivo. “Las expectativas derivadas de un nuevo gobierno, con un enfoque económico de mayor racionalidad, eficiencia y de fuerte inserción internacional, son altamente positivas. Algunas decisiones muy postergadas empezaron a asomar, y aumentaron las consultas”, concluyó Goldszer.

Si bien, 2015 fue mejor que el año último, “no dejó de ser uno de los períodos más bajos de nuestra serie estadística. Las medidas del nuevo gobierno nos animan a proyectar un 2016 con una paulatina recuperación de la actividad inmobiliaria y notarial. La salida del cepo alentará a los argentinos a invertir en inmuebles y permitirá que los que debían cambiar su propiedad lo hagan sin trabas. El éxito de un proyecto de país se verá cuando nos alejemos de la inflación: allí las familias podrán recurrir al crédito hipotecario, el gran ausente”, dijo Carlos I. Allende, presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, que mide en sus informes el registro de escrituras porteño.

Miguel Camps presidente de la Asociación Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Inmobiliarios (AEV), fue categórico a la hora de hacer un balance de este ciclo que se acaba. “Para el mercado fue un año prácticamente perdido. El exceso de incertidumbre pre electoral, tipo de cambio retrasado + brecha cambiaría en un entorno inflacionario generó retracción tanto de la oferta como en la demanda. En cuanto a la AEV, luego de años de siembra nos hizo felices que la temática del Acceso a la Vivienda haya formado parte de las plataformas electorales de ambos candidatos que arribaron al ballottage”, dijo Camps y agregó: “A la hora de pedir tres deseos le pediríamos al gobierno que cumplan primero con los tres ejes de campaña: eliminar la pobreza, el narcotráfico y la corrupción”.

Según Ricardo Botana, presidente de la Unión Argentina de Inquilinos, en 2015 se desaprovechó una gran oportunidad. “Este año se perdió una gran posibilidad que el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación generara más derechos para los inquilinos. Por ejemplo, no se estableció a la vivienda como un derecho social ni tampoco se instituyó el preaviso del locador para con el locatario cuando el primero decide no renovarle el contrato al segundo. Este simple artículo evitaría que el inquilino tenga que salir apresurado al mercado en busca de un hogar”, afirmó.

Y agregó: “De poder pedir un deseo sin duda quisiera que se generen políticas de acceso al crédito con cuotas similares a los alquileres. Es decir que sean posibles de pagar. Luego pediría la posibilidad de que se establezca una autoridad que controle mínimamente el estado de los inmuebles mas allá de debatir topes en los alquileres. Por último, la creación de espacios de mediación con personal especializado en locaciones para la solución de controversias entre dueños e inquilinos para evitar ir a la sede judicial que por lo general es costosa y se prolonga en el tiempo”, expresó el titular de la entidad que defiende a los inquilinos.

Sábado 19 de diciembre de 2015
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION