En la Capital, cada vez son más los espacios gastronómicos que se inclinan hacia las propuestas orgánicas y vegetarianas.
El cuidado del cuerpo, la actividad física y la buena alimentación son tendencias que en los últimos tiempos se fueron imponiendo lentamente y que indican un importante cambio de hábito. Esta moda que parece haber tomado mayor fuerza desde hace un lustro encontró también su correlato en los locales gastronómicos. En un comienzo sólo algunos pocos restaurantes incluían en sus cartas platos elaborados con productos 100 % orgánicos o los denominados vegetarianos, más tarde comenzaron a multplicarse las propuestas naturales. Actualmente, lo que en un inicio pareció ser algo extravagante hoy resulta habitual y suma más de 70 propuestas diferentes, sólo en la ciudad de Buenos Aires.
Cada vez son más las alternativas para aquellos que buscan cuidar su alimentación (desde los que mantienen una dieta equilibrada hasta los veganos, vegetarianos, naturistas y macrobióticos, entre otros), una de las más nuevas es Smooothway, un espacio de comidas rápidas que responde a esa premisa sin por ello dejar de lado la importancia de los sabores. “La idea de crear este espacio surgió tras un viaje a Canadá, actualmente ofrecemos un mix entre distintas alternativas que existían en ese mercado más nuestra adaptación propia y una filosofía muy clara respecto de brindar alimentos no industrializados y producidos en el momento para ofrecer la mejor calidad nutricional posible y con exquisito sabor”, explicaron Santiago Fuentes y Ricardo Villalba, socios fundadores de la firma que cuenta con unos 60 cubiertos, distribuidos en la planta baja y primer piso (donde se suele reservar par reuniones).
Amplió Villalba: “Somos lo que comemos, porque una buena dieta es la mejor medicina y un cuerpo saludable es el hogar de una mente sana. En Smooothway (que abrió sus puertas en marzo úlitmo y que demandó una inversión de $320.000) pensamos en combinaciones alimenticias que depuran, protegen, potencian, cuidan, nutren y oxigenan el organismo”.
Según los gastronómicos, el cliente no sólo cada vez investiga más sobre la composición y el origen de los alimentos sino también sobre el tipo de cocción que recibe. “Nosotros no sólo ofrecemos un menú saludable sino que también contamos con un mercado orgánico para que el público haga sus compras. Además brindamos cursos de cocina y charlas de alimentación”, dijo Fuentes. Casi en la misma línea se encolumna el restaurante Light Food, comida saludable. Una firma que ya cuenta con dos sedes (una en Coghlan y otra en Belgrano, sumando entre ambas cerca de un centenar de comensales y más de 200 m2) y que inauguró su primer local en 2005. “Ésta es una empresa familiar, que nació en 1995, que se dedica a la elaboración de comidas bajas calorías con la utilización de productos naturales y de altísima calidad. Los platos se preparan en una planta en Quilmes, que dirige un ingeniero de alimentos, Jorge Maranzana, allí además tenemos un plantel de cinco chefs que además preparan viandas para empresas (que se preocupan por que sus empleados cuenten con una dieta saludable)”, aclaró Lidia Cabezas, directora de la empresa, que comenzó el proyecto en su casa, con la ayuda de su madre y una amiga.
Según la emprendedora la buena alimentación no sólo brinda un cuerpo armónico sino que evita enfermedades frecuentes como hipertensión arterial, colesterol y sobrepeso, entre otros riesgos. “Estos espacios gastronómicos no demandan una inversión mucho más onerosa que otros restaurantes. Nuestra primer apertura demandó los 50.000 dólares”.
Otra alternativa para comer rico y saludable es el restó Sanno Natural Temptations (Mariquita Sánchez de Thompson al 300, en el dique 4 de Puerto Madero), que recientemente amplió sus instalaciones . “Actualmente contamos con lugar para 50 comensales, tras la renovación del sector del living. Nosotros ofrecemos una gastronomía, sana, natural y gourmet apta para celíacos y diabéticos. Por ejemplo, ninguno de nuestros platos cuenta con sal agregada”, afirmó Elisabet Álvarez, una de las socias del fructífero negocio que propone una carta donde mandan los platos vegetarianos o frutales con semillas de sésamo y avena, por ejemplo. El local, sólo en el último año incrementó su clientela en un 25%.
“Hoy cada vez es más común que los restaurantes ofrezcan entre sus cartas propuestas vegetarianas, en nuestro caso como una de nuestras especialidades el ceviche de champignones, y la ensalada de quinoa, entre otros”, dijo Renato Ortiga, chef y dueño de Chira (un local de 200 m2), que abrió sus puertas hace apenas unos días y que generó un desembolso de alrededor de 220.000 pesos, sólo en equipamiento de cocina.
Estos espacios por lo general cuentan con decoraciones racionalistas, con buena iluminación natural y artificial y con un clima armónico y tranquilo. “La idea es hacer del comer un momento especial”, concluyó Álvarez.
Puerta a puerta
Otra alternativa más frecuente es la relacionada con los servicios de delivery de viandas saludables, dietéticas o vegetarianas. “Cada vez más gente consume este tipo de propuestas, la falta de tiempo ya no es motivo suficiente para no comer sano. Hoy hay opciones para todos los gustos y necesidades”, explicó Beatriz King, dueña de Bea que Vianda, que ofrece desde hace poco tiempo este servicio vía Facebook. Y agregó: “Tenemos algunos clientes a los que les preparamos toda la comida del día hasta las colaciones, además les brindamos, junto con su nutricionista o médico de cabecera, un seguimiento de su dieta. Nuestro mayor compromiso reside en que todos los platos de nuestras viandas se elaboran con productos orgánicos”.
Por Leandro Murciego, Lunes 26 de agosto de 2013 para el suplemento Inmuebles Comerciales e Industriales del diario LA NACION