Buscan unidades de dos y tres ambientes, algunas con amenities y cerca de las universidades; los valores oscilan entre 3000 y 6000 pesos más gastos
Es viernes y Belén y Paz se ponen de acuerdo para ver quién invita esa noche a sus amigas a casa. Después conversan sobre dónde quedaría mejor el sillón y a quién le toca sacar a pasear al perro. Ellas, como muchos jóvenes de su edad, decidieron independizarse y compartir el departamento: “Hace dos años que vivo con mi hermana. Lo bueno es que se comparten los gastos, las tareas del hogar y nunca estás sola.
Pero muchas veces las exigencias en cuanto a orden y limpieza no son las mismas para cada una, por lo cual hay que hacer ciertas concesiones”, contó Belén, de 26 años. Ambas son de Palermo y se mudaron a un tres ambientes en la misma zona: “El departamento fue una herencia familiar, la idea era venderlo y comprar dos nuevos más chicos para cada una, pero como era difícil venderlo y la plata no alcanzaba para comprar el estilo de vivienda que buscábamos, decidimos ir a vivir juntas ahí”, agregó Belén.
Cuando son estudiantes, la tendencia a compartir departamento aumenta. Además, el incremento del valor de los alquileres hizo que muchos jóvenes eligieran esta opción. “En el caso de los Edificios Facultad son jóvenes que vienen a estudiar desde el interior y generalmente vienen solos. Se ven más casos de alquileres compartidos en los estudiantes que vienen del exterior, como Perú, Colombia, Ecuador”, comentó Paula Balsano, de la inmobiliaria homónima.
“Sean chicos que están estudiando, que comienzan a trabajar o que viven lejos o en el interior, ésta es una forma de reducir gastos y de residir donde desean o necesitan”, explicó María Inés Kries, gerente comercial de Newland Desarrollos Inmobiliarios. Por otro lado, a medida que se encarecen los alquileres, les conviene un tres ambientes para compartir antes que alquilar solos una unidad más chica.
Pero el departamento no se comparte con cualquiera: hermanos y amigos son los favoritos a la hora de encontrar un compañero de alquiler. “Por lo general eligen hermanos en primer lugar; amigos y pareja en segundo lugar, porque los hermanos buscan departamentos que comparten para estudiar en Buenos Aires. En el caso de las unidades dos ambientes, en general las prefieren las parejas recién constituidas”, expresó Valeria Castillo, asesora del departamento de alquileres de Baigún.
Perfil y zonas
En general, los chicos que vienen a estudiar del interior buscan unidades según la zona de la universidad donde concurren: Palermo y Barrio Norte son las más frecuentadas por la facilidad de acceso a los medios de transporte. Kries, sin embargo, dijo que Belgrano también se suma a esta tendencia.
Los brokers consultados coincidieron en que los chicos que vienen de otras provincias a estudiar son los que más comparten alquiler. Este es el caso de Facundo, de 24, pampeano. Estudia Derecho y vive con su hermano en Recoleta hace cuatro años. “No tenía sentido alquilar dos departamentos y se achican los gastos. Además nos llevamos muy bien”, comentó Facundo, y destacó como positivo que “al ser hermanos no necesitamos adaptación ya que siempre vivimos juntos. Podes hacer lo que querés, cada uno respeta los espacios del otro y casi no hay roces. Todo es de los dos, entonces lo cuidamos de igual manera”, amplió. Pero no todos vienen de tan lejos: hay muchos chicos del interior de la provincia de Buenos Aires o del conurbano que para estar cerca de la Facultad y el trabajo deciden mudarse y optan por compartir alquiler. Francisco de 24 años es de Adrogué y hace cuatro meses vive en Núñez con un amigo que conoce de la escuela. “Lo decidimos porque de esta manera los dos tenemos más dinero para otros gastos. Lo bueno es que al compartir el hogar hay más oportunidades de que uno tenga ganas de hacer lo que el otro no: cocinar, limpiar, hacer las compras, por ejemplo. La distribución de las tareas es todo un tema, pero te ajustás”, detalló Francisco. Al ser tan jóvenes, en muchos casos los padres forman parte del proceso de decisión de compra. “En la mayoría de los casos intervienen en el proceso de elección y son los que se hacen cargo de la inversión”, comentó Balsano. Lo habitual, si son estudiantes pagan los padres. Es diferente cuando se independizan. “Esto sucede porque tienen buen trabajo y muy buen nivel de ingreso para poder hacerlo, y no tienen la necesidad de que ellos le abonen el alquiler. Por eso intervienen menos en la elección del departamento”, explicó Castillo. En este último caso puede darse la situación de que los padres sean garantes.
Las más buscadas
Las unidades de dos y tres ambientes son las más demandadas para esta modalidad. Además, la cercanía a las universidades y los medios de transporte son clave como requisito para este tipo de alquileres, junto con la luminosidad y cercanía de amigos.
La pileta y el gimnasio en muchos casos son bien vistos como un valor agregado dentro del edificio. “Se valoran en general los amenities, los departamentos nuevos y la buena ubicación. Buscan unidades de dos o tres ambientes”, afirmó Kries.
Prioridades
BELÉN. Ubicación: que la zona sea segura y cercana al transporte. También que el departamento sea espacioso.
FACUNDO. La ubicación respecto a la Facultad, el trabajo y la accesibilidad a los medios de transporte. Que haya sol es clave, le da vida al departamento.
FRANCISCO. Cercanía al transporte público, ubicación y espacios amplios.
Por Guadalupe Fernández Fronza, Sábado 6 de septiembre de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION