Ante la devaluación del peso sin un plan anti inflacionario, y en un clima de interrogantes sobre el impacto en los costos de la construcción y en los precios de los inmuebles, el sector se mantiene a la expectativa. La opinión de representantes del sector.
El anuncio del viernes 24 de enero, que se presentó como destinado a flexibilizar el cepo, generó cierta expectativa en el mercado inmobiliario, aunque rápidamente tuvo su contracara al conocerse la letra chica del nuevo régimen para la compra de dólares para tenencia, que establece que podrán adquirir la divisa estadounidense los trabajadores en relación de dependencia con un sueldo mínimo de $ 7.200, autónomos y monotributistas por hasta un 20% de sus ingresos con un tope máximo de u$s 2.000 mensuales. Por lo cual considerando que sólo aquellos que cuentan con ingresos mensuales por $ 80.000 pueden acceder a comprar U$S 2000 por mes, echó por tierra las expectativas de los más optimistas. En ese cuadro de marchas y contramarchas, la mayor repercusión es la devaluación del peso, al salir el Central a sostener un valor de $ 8 a lo cual se agrega el denominado dólar ahorro que, en sus primeros días de operaciones, se ubicó en $ 9,63.
Al ser consultado Armando Pepe, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, puntualizó: “El gobierno tienen un comportamiento autista con respecto a la construcción, y en particular, con el mercado inmobiliario que sigue estancado desde octubre de 2011, con escasas operaciones; en tanto los valores de las propiedades se mantienen sin cambios” Y recalcó que la Cámara ha solicitado audiencias con Capitanich y con el ministro de Economía, sin ninguno resultado, con el objetivo de explicar cuál es la real situación del sector que es muy compleja, pero hasta ahora sin ninguna respuesta.
Por su parte Marcelo Zuliani, gerente de retail de la consultora Colliers Internacional señaló que la actual situación no contribuye al clima de negocios, las negociaciones se demoran y operaciones que todavía no estaban cerradas al momento de la devaluación se cayeron. “Contrariamente a otras crisis, el peso comenzó a devaluarse por goteo, el gran interrogante es determinar en qué cifra el dólar oficial podrá estabilizarse, no se sabe si éste es el techo, a lo cual se agrega cuál será la inflación. No es casual entonces, que las empresas se mantengan en un compás de espera en la toma de decisiones y lo mismo ocurre con los particulares”, subrayó. Si bien hay gente con pesos e interés en invertir, buscan propiedades a valores razonables, son operaciones factibles pero donde hay que consensuar las pretensiones de ambas partes.
Del lado de los desarrolladores, Carlos Spina, gerente comercial de Argencons precisó que “el cepo para ahorro no tiene ningún impacto en la construcción ni en lo inmobiliario, el punto está en la devaluación del jueves 23 de enero, del 20% que acelera el proceso inflacionario, con las consecuencias previsibles de escasez de materiales y costos de construcción en pesos en alza; mientras que en dólares habrá que seguir la evolución de esa moneda”. Además, comentó que ya se anuncian paritarias con aumentos del 30%, que lógicamente incidirán en la mano de obra.
“En el corto plazo, al no abrirse el cepo, el consorcio al costo continúa siendo una opción y un reaseguro a futuro, siempre y cuando se contrate con empresas que puedan garantizar y respaldar las operaciones”, apuntó Spina.
Sin un plan anti inflacionario, la devaluación del peso ha tenido su impacto en las decisiones de inversión, principalmente porque no hay certeza que quede anclado en ese valor, en tanto se sigue la evolución del dólar blue. Las medidas, en definitiva, en vez de generar confianza, han provocado mayor incertidumbre.
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Jueves 30 de enero de 2014, para areas-digital de Areas Globales