Morón cambia su fisonomía

Se demuelen casas antiguas y chalets para construir proyectos de vivienda. Los precios de las unidades a estrenar oscilan entre los 15.000 y 30.000 pesos el m2.

En los albores del siglo XVII, la primera posta del Camino Real hacia el Norte por donde transitaban las carretas era el paraje donde hoy se yergue la ciudad de Morón, cabecera del partido homónimo. Por entonces, los viajeros se arrodillaban frente a la imagen de la Inmaculada Concepción, rogando por un buen viaje ante las acechanzas de los indios. Lo que refleja el escudo del distrito, creado por Edmundo Vanini y Montero Lacasa, con la imagen de su patrona en el centro, la Virgen del Buen Viaje. Las espigas, que la reverencian, recuerdan los primeros sembrados de trigo. Por debajo, las carretas tiradas por bueyes simbolizan la primera posta del camino, y la Cruz del Sur señala el rumbo de individuos y pueblo.

Finalmente, al pie, una leyenda en latín, que significa Morón surge y nos eleva, en relación al montecillo de tierra -significado de la palabra morón-, que desciende hacia el arroyo de igual nombre en el oeste del conurbano.

Y Morón sigue surgiendo y elevándose al paso del tiempo. El desarrollo industrial, comercial, cultural, deportivo y habitacional surgido es de gran pujanza. Lo que lo eleva hacia el cielo con la infinidad de altos edificios construidos y en desarrollo para albergar a los numerosos demandantes originados por la radicación de grandes fábricas, el inmenso polo comercial y la Universidad Nacional local.

Acerca de este crecimiento, María Suárez, vecina del lugar, afirmó: “Suelo recorrer centros comerciales de la zona oeste y doy fe que el movimiento de gente y el nivel de ventas que hay en Morón no se ve en otras localidades”.

Según datos relevados circulan unas 300.000 personas a diario por el radio de las 12 manzanas que componen el centro comercial. “Por eso las firmas más importantes en indumentaria, calzados, electrodomésticos, servicios, colegios bilingües, gastronomía y bancos se instalaron aquí”, comentó la misma mujer. La movida, según Hugo Antonio Tucci, titular de Tucci Inmuebles, “empezó en 1968, cuando se subdividió y se vendió el lote donde funcionaban almacenes de Amato y Moyano, comprados por comerciantes de la zona que construyeron locales en ese lugar”. Algo más, por ser de transferencia de pasajeros, la estación tiene el récord de 50.000 pasajes que se expenden por día, la que más vende en todo el ramal del ferrocarril Sarmiento.

Tucci aporta más datos. “La gran cantidad de parejas jóvenes que demandan su vivienda en la zona, también, contribuye al enorme desarrollo inmobiliario en pleno centro, del lado sur, desde la estación hasta la avenida Yrigoyen y del puente a la calle Pueyrredón, y del lado norte, desde la estación hasta la avenida Vergara y de Azcuénaga a Int. Grant”. Por su parte, Marcelo Milano, titular de la inmobiliaria homónima, explicó: “Resultó fundamental la Autopista del Oeste. El cambio se nota más desde los últimos diez años, porque antes el mercado se movía con demanda localista de clase media alta; ahora hay inversores de otras zonas y muchas unidades son requeridas para estudiantes del interior que cursan en la Universidad”.

Imagen de la ciudad con sis nuevos emprendimientos. FOTO: Patricio Pidal/AFV

Así surgieron los desarrollos de alta gama con amenities para cubrir los requerimientos de los nuevos vecinos, con adaptaciones a las ordenanzas municipales como lo informó Milano: “La altura permitida oscila entre los 9 y 25 metros, ocupando hasta el 60% del suelo y factores de ocupación total de hasta tres veces la superficie del terreno, en las zonas más céntricas y en las residenciales, el factor total desciende hasta el 1,2% dado el impacto ambiental y la hegemonía de los barrios”.

Para construir en alto se compran y demuelen casas y chalets antiguos a valores que promedian los 3 millones de pesos, según las ubicaciones.

Milano agrega que “el costo de las unidades nuevas varía entre 15.000 y 30.000 pesos el m2. Las ubicadas en edificios de alta a media gama oscilan entre 500.000 y 1 millón de pesos, tomando como ejemplo un departamento tipo de un dormitorio, y las cocheras promedian los 200.000 pesos”.

A la vez, por la recesión inmobiliaria aumentó la oferta de viviendas para alquilar con valores que oscilan entre 2000 y 6000 pesos mensuales.

Por Juan Manuel Raimundo, Sábado 12 de julio de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION